_
_
_
_

Rose McGowan, la actriz que puede acabar con el hombre más poderoso de Hollywood

Lidera la cruzada contra el productor y tira con bala contra Matt Damon, Quentin Tarantino y todos los que considera sus cómplices.

Rose en la época en la ocurrieron los hechos.
Rose en la época en la ocurrieron los hechos.Getty

“¿Habéis visto alguna vez una película en la que una persona destruye todo un sistema poderoso y corrupto sin ninguna ayuda? No es una película, es Rose McGowan”. Eso tuiteó hace unos días el actor y productor Scott Weinberg y la aludida procedió a retuitear. Desde que el explosivo artículo de The New York Times de Jodi Kantor y Megan Twohey reveló el comportamiento de depredador sexual del megaproductor Harvey Weinstein, la actriz de Death Proof se ha convertido en la avanzadilla de la lucha contra el acoso y en el dedo acusatorio de Hollywood.

El reportaje desveló que McGowan está entre las actrices que aceptaron un pago compensatorio a cambio de retirar una denuncia contra Weinstein, al igual que Ashley Judd. La actriz, que ha felicitado a las periodistas por su trabajo pero no participó como fuente on the record, habría recibido 100.000 dólares en 1997, después de que el productor tuviera “un episodio” con ella durante el festival de Sundance de 1997, cuando ella tenía 23 años. El certamen de cine indie era uno de los muchos escenarios que al parecer tenía Weinstein para sus actividades, todo un glamouroso mapamundi que incluía el hotel Peninsula en Los Ángeles, el Savoy en Londres y el Hotel Eden du Cap Roc durante el festival de Cannes.

Hace un año, McGowan ya dijo que el jefe de un estudio de Hollywood la había violado y que su novio había vendido la película que ella protagonizaba al mismo tipo. En un hilo de tuits englobado con el hashtag #WhyWomenDontReport (por qué las mujeres no denuncian), explicó que no había acudido a las autoridades porque todo el mundo le dijo que jamás podría ganar. “Una mujer fiscal me soltó que porque yo había rodado escenas sexuales en una película, nunca podría derrotar al jefe de un estudio”. Rose McGowan también señaló que el comportamiento de su violador era un secreto a voces en Hollywood.

Robert Rodriguez y Rose McGowan cuando eran pareja.
Robert Rodriguez y Rose McGowan cuando eran pareja.Getty

A la luz de las recientes acusaciones contra Weinstein, revistas como Vanity Fair han atado cabos: a finales de los dosmiles, McGowan era pareja de Robert Rodriguez, que la dirigió en Grindhouse, la mitad del programa doble con Quentin Tarantino . Y el productor distribuyó aquel combo a través de Dimension Films, una subsidiaria de The Weinstein Company.

Desde que todo salió a la luz, la actriz no está dudando en señalar con nombre y apellidos a todos aquellos que considera cómplices por su silencio. “Eh, @caseyaffleck @benaffleck, ¿cómo va vuestra mañana?”, tuiteó el lunes. Affleck, de hecho, habló 48 horas más tarde y dijo sentirse “triste y enfadado” y que las acusaciones le ponían “enfermo”. Con su amigo, McGowan fue aún más lejos:: “Eh, @mattdamon, ¿cómo te sientes siendo un aprovechado sin escrúpulos que permanece en silencio?”. McGowan tira con bala. A Damon y a Russell Crowe se les acusa de haber frenado un artículo que iba a publicar The New York Times ya en 2004 sobre el delegado italiano de Miramax, la empresa de Weinstein, que al parecer actuaba como conseguidor de mujeres para el gran jefe y tenía entre sus funciones organizarle fiestas con prostitutas rusas. La periodista Sharon Waxman, fundadora de la web The Wrap, que iba a firmar aquel artículo, ha contado que Damon y Russell le llamaron personalmente para frenar sus investigaciones y amenazarla. Finalmente, se publicó pero completamente rebajado, sin ninguna mención al escándalo sexual, y simplemente como una nota para sobre un empleado despedido de Miramax.

Harvey Weinstein, Marley Shelton, Robert Rodriguez, Rose McGowan, Quentin Tarantino y Rosario Dawson en el estreno de ‘Grindhouse’.
Harvey Weinstein, Marley Shelton, Robert Rodriguez, Rose McGowan, Quentin Tarantino y Rosario Dawson en el estreno de ‘Grindhouse’.Getty

En la lista de nuevos enemigos de la actriz también figura en un puesto destacado la diseñadora Donna Karan, que hace unos días salió en defensa de Weinstein diciendo que las actrices y empleadas que le acusan también tienen la culpa “por su forma de vestir”. “Miras a todo lo que está pasando en el mundo hoy, cómo visten las mujeres, cómo se presentan a sí mismas…¿qué están buscando? Problemas”, declaró la empresaria en una alfombra roja en la que también que el productor, amigo suyo, es “un hombre maravilloso”. La actriz le respondió en su plataforma preferida llamándola “basura en un vestido bonito” y añadiendo que “ayudar y excusar [a los depredadores sexuales] es un crimen moral”.

Rose McGowan tampoco tiene mucha paciencia con los actores (sobre todo actrices) que están declarándose asqueados y decepcionados con Weinstein, a no ser que hagan algo además de hablar. A Julianne Moore le increpó que, si tan horrorizada estaba, forzase la dimisión de toda la junta directiva de The Weinstein Company, que, a su entender, ha actuado como cómplice del productor. De hecho, corre el rumor en Hollywood de que sería Bob Weinstein, el hermano y socio, quien estaría detrás del escándalo, para poder quedarse a solas con la empresa. Otros “callados” a los que acusa McGowan: su ex, Robert Rodríguez, a Tarantino, Colin Firth, Daniel Day Lewis y el director de El discurso del rey Tom Hooper. También le ha dolido especialmente que Alyssa Milano, su compañera en Embrujadas, que suele manifestarse en contra de la discriminación contra las mujeres, no haya abierto la boca aún.

El escándalo está volviendo a poner de manifiesto que la violación y el acoso sexual a menudo se siguen enmarcando como “un problema de mujeres”, como si no afectara a toda la sociedad, y no fueran hombres los perpetradores. De ahí que sean las mujeres quienes se ven interpeladas y hayan tenido que salir antes en defensa de las víctimas. Entre los pocos actores que se apresuraron a condenar a Weinstein está Seth Rogen, y Rose McGowan le dio las gracias por ser “un aliado”.

Rose McGowan en una de sus últimas apariciones públicas.
Rose McGowan en una de sus últimas apariciones públicas.Getty

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_