Cómo Reebok se convirtió en la marca que calló la boca a Trump

“Estás en muy buena forma física”. Este ha sido el último comentario sexista del Donald Trump. Se lo soltó a Brigitte Macron hace unos días cuando visitaba París junto a la primera dama, Melania Trump. Y por si no quedó clara su observación volvió a repetirla dirigiéndose a su marido, el presidente francés Emmanuel Macron: «Está en muy buena forma física. Preciosa”. Las redes sociales y los diarios de todo el mundo no tardaron en hacerse eco del comentario subrayando su carácter sexista y la alusión a la edad de Brigitte Macron, de 64 años (24 más que su marido).

Las salidas de tono contra las mujeres son una constante en el discurso del presidente estadounidense. Además del famoso “cuando eres una estrella, las mujeres te dejan hacerles cualquier cosa. Agarrarlas por el coño», también se refirió a una periodista irlandesa como «bella» y con una «sonrisa preciosa, seguro que te trata bien». La lista podría continuar unos cuantos ejemplos más. A pesar de que la comunidad digital suele contestar a las valoraciones que Trump hace sobre las mujeres, la marca deportiva Reebok se ha erigido como inesperada portavoz contra los comentarios sexistas de Trump. Mientras otras firmas de moda se enorgullecen en sus perfiles sociales cada vez que Melania Trump elige uno de sus diseños, la marca de zapatillas se enfrenta a las políticas y valoraciones del mandatario.

A raíz de la apreciación del presidente sobre el cuerpo de Brigitte Macron, el gigante deportivo publicó una guía con una serie de consejos en clave de humor que analizan «cuando es apropiado decirle a una mujer que está en buena forma». En formato infografía, Reebok propone seis preguntas que todo hombre debería hacerse antes de soltar un comentario como ese. «¿Estás en un ascensor con una mujer? Ahórratelo». «¿Eres un líder mundial dirigiéndote a la esposa de un presidente? No lo digas». «¿Te estás presentando a tu futura suegra? Entonces tampoco». Solo existe un hipotético caso en el que la apreciación será bien recibida: «¿Has encontrado una figura de un héroe de acción en el sótano de casa de tus padres después de décadas? Adelante», bromean desde Reebok en uno de los zascas más divertidos y mejor orquestados contra la insólitas declaraciones del presidente.

No es la primera vez que Reebok se enfrenta al mandatario para defender a las mujeres. Hace unos meses la marca logró agotar en menos de 10 días una camiseta anti-Trump. El modelo benéfico de manga corta con el lema Nevertheless, she persisted (Aún así, insistió) costaba unos 20 dólares, donados en su totalidad a la Women’s March, organizadora de la marcha feminista multitudinaria contra el presidente que solo en Washington congregó a 400.000 personas el pasado enero. La frase, convertida ahora en lema feminista, hace referencia a las palabras que un senador republicano dijo a la senadora demócrata por Massachusets, Elizabeth Warren, para silenciarla mientras leía una antigua carta de Coretta King contra la nominación a fiscal general de Jeff Sessions. Warren fue interrumpida varias veces mientras leía las palabras escritas por la viuda de Martin Luther King denunciando el índole racista de Sessions y finalmente le prohibieron terminarla. “La senadora Warren estaba dando un discurso muy largo. Estaba violando las normas. Fue advertida. Le dieron una explicación. Aún así, insistió”. Sin quererlo sus palabras se han convertido en una consigna feminista que, además de en la camiseta de Reebok, pudimos ver sobre la pasarela en otro diseño de Prabal Gurung.

Mientras tanto, el resto del sistema de la moda ha ido poco a poco sucumbiendo a mediatizar las apariciones de la primera dama cada vez que luce sus diseños. A pesar de que tras el nombramiento de Donald Trump como presidente firmas como Tom Ford o la diseñadora Sophie Tallet (que había vestido a Michelle Obama) se posicionaron en contra de ceder sus prendas a Melania (la segunda llegó a afirmar “mi ropa es incompatible con los mensajes racistas y sexistas»), cada vez son más las que presumen en redes sociales de vestir a la mediática primera dama.

Principalmente las europeas. Porque Melania, lejos de apoyar la moda local y el talento emergente estadounidense como hiciera Michelle Obama, suele preferir marcas extranjeras con precios desorbitados que ella misma se compra. Y estas casas parece que empiezan a estar encantadas de aumentar su visibilizar gracias a los constantes titulares protagonizados por la primera dama. Dolce & Gabbana fue de las primeras en colgar en su cuenta de Instagram la imagen de Melania Trump portando sus diseños e incluso diseñaron una camiseta con el lema «#boycott Dolce & Gabbana» como provocadora y comercial respuesta a las feroces críticas que recibieron por vestirla. Ahora otras siguen sus pasos. Delpozo compartía hace unos días con sus seguidores hasta tres imágenes en referencia al vestido de la firma que la exmodelo lució durante su viaje a Polonia. También Dior se hacía eco en Instagram del traje rojo con el que «rindió homenaje» a Christian Dior en París. A pesar de que la maison comercializa (con éxito) una camiseta en la que puede leerse «We should all be feminist” (“todos deberíamos ser feministas”), en referencia al libro homónimo de la escritora Chimamanda Ngozi Adichie, presume al mismo tiempo de ganar presencia en el armario de la Casa Blanca.

Como vaticinaba la analista de moda Robien Givhan para BoF, parece que a pesar de la reticencia inicial de muchos medios a informar sobre las apariciones de Melania, la intención de dejarla a un lado ha sido abandonada en pos de aprovechar la oportunidad de contar con una primera dama entre sus páginas. Y lo mismo está ocurriendo con muchas firmas de moda. No se resisten a llenar su feed de Instagram con las imágenes de Melania paseando sus diseños aunque los valores Trump se alejen de los que intentan promover desde sus marcas. A excepción de Reebok, claro.