Por qué a las mujeres les ha preocupado más el sexo durante la pandemia

Mucho se ha escrito sobre sexo y coronavirus. Sobre las posibles vías de transmisión, sobre medidas para reducir estos riesgos o sobre alternativas al contacto físico, sobre todo para personas que no han podido compartir con una pareja los tiempos de confinamiento. Ahora que acaba el año y se puede hacer un poco de retrospectiva, comienzan a salir datos sobre cómo se ha vivido realmente la sexualidad ante todas estas informaciones.

Un ejemplo es el estudio El confinamiento y los hábitos sexuales de los españoles, realizado por Pornhub. Según el mismo, el 52,7% de los solteros españoles dice haber dejado de mantener relaciones sexuales por miedo a la infección por coronavirus. Sin embargo, en estos datos se percibe un mayor porcentaje de mujeres (57,7%) que hombres (46,8%) en esta situación.

Si estos datos se referían al sexo en general, el estudio también se refería a algunas prácticas concretas, donde también se percibían diferencias por sexo. Por ejemplo, el 54,1% de los solteros admitía en esta encuesta haber dejado de besar a alguien en la boca por miedo a la covid  y un porcentaje muy similar (54,7%)  decía haber dejado de acudir a un lugar donde conocer posibles pareja, también por miedo a infectarse. La cuestión es que este miedo también parecía ser mayor en mujeres (59,7%) que en hombres (48,5%).

¿Realmente se han dejado de mantener relaciones en pandemia?

Para contrastar los datos de este estudio, preguntamos a varias sexólogas qué es lo que han percibido estos meses en sus consultas.  Desde el Centro de Sexología Borobil afirman que “sí hemos visto y estamos viendo en consulta a personas solteras a las que la pandemia les está condicionando a la hora de mantener relaciones sexuales”.

Aunque no han encontrado especial diferencia en torno a género, sí lo han encontrado respecto a su situación sentimental.  “Lo que hemos visto en consulta es que transcurre más tiempo desde que una persona soltera conoce a alguien de su interés, hasta que se decide a mantener relaciones sexuales”.

Sobre esta cuestión también opina la psicóloga y sexóloga Iris Martínez. “La gente que dudaba prefería no mantener relaciones directamente. Incluso antes que tomar medidas de distancia en el sexo o tomar algún tipo de medida”.

Es el caso de Mónica, de 34 años y sin pareja estable. Relata que en estos meses “no me ha dado confianza conocer a gente nueva. Al principio no quedaba con nadie para tener sexo, pero pasados unos meses, decidí empezar a quedar con esos amigos con derecho a roce y, aunque el riesgo no fuera cero, al menos sí sabía algo más sobre qué hacían o dejaban de hacer y me sentía más segura”.

Con respecto a personas que sí se animaron a quedar con gente nueva, fuera de su círculo, Iris Martínez explica que también han comentado algunas anécdotas en consulta. Así, relata el caso de una paciente que, a la hora de dar el primer beso, prefirió esperar a una segunda cita. “Me explicó que no había surgido besarse antes de la despedida y le parecía invasivo quitarse la mascarilla, sin saber si había un momento claro para el beso”.

Otra cuestión es si ha habido diferencias también por edad. Según datos de Tinder, su actividad se disparó entre la generación Z (los nacidos entre la mitad de la década de los 1990 hasta mediados de los 2000). Eso sí, entre los mismos, también han aumentado en sus chats las menciones a las mascarillas hasta 6 veces, respecto al inicio de la pandemia.

Más preocupadas por su salud

Analizando los datos por sexo, desde el Centro Borobil señalan que más allá de analizar el comportamiento en pandemia, sí es cierto que, en términos generales, “ellas tienden a asumir menos riesgos en sus encuentros eróticos, probablemente debido a las diferencias en la socialización de género, que ordena a las mujeres que cuiden de su salud sexual, mientras que a ellos les invita a lo contrario”.

De hecho, otro estudio reciente publicado por la marca de juguetería erótica LELO señalaban que solo 3 de cada 10 españoles utiliza el preservativo siempre en sus relaciones sexuales. Por sexos, también se apreciaba una diferencia, aunque pequeña, en el uso de este anticonceptivo. El 34,5% de las mujeres decían usarlo siempre, frente al 31,5% de los hombres.

Carlos San Martín Blanco, coordinador del Grupo de Trabajo de Sexología de Semergen, analiza que la mayor preocupación en la salud sexual en las mujeres también puede verse en las consultas de Atención Primaria. “En general, hay una mayor cultura del cuidado de la salud propia y del entorno por parte de las mujeres”.

En el caso concreto de la salud sexual, el experto explica que “las mujeres hablan con más facilidad de la sexualidad en la consulta de Atención Primaria, lo que las lleva a plantear sus dudas con más frecuencia y naturalidad, también en relación a la covid”.

Respecto al porqué de esta situación, Carlos San Martín aporta que “se ha asignado a la mujer este rol de cuidadora, que muchas han interiorizado y que también ha permitido a muchos hombres desentenderse de este aspecto, incluso del cuidado propio de su salud, poniéndola en manos de las mujeres de su entorno”. Algo que se aprecia no solo en torno a la sexualidad, sino también en el seguimiento y cuidado de las patologías de los diferentes miembros de la familia.

Por último, otro factor a tener en cuenta es que el sexo tiene que ver mucho con la impulsividad. Sobre esta idea, como psicóloga, Iris Martínez concluye que “la impulsividad suele tener un componente de riesgo y de sensación de inmunidad ante las adversidades, que hace a las personas impulsivas un poco más temerarias que a otras personas. Las personas impulsivas suelen tener menos en cuenta las medidas de salud sexual también, y es cierto que los hombres suelen ser ligeramente más impulsivos que las mujeres”.