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Mary Karr: “Existe la creencia de que las mujeres no tienen poder y para lograrlo ofrecen sexo”

La trilogía autobiográfica de la autora texana, que revolucionó el género literario de las autobiografías con sus obras, se cierra con la publicación de ‘La flor’.

La escritora da clases en la Universidad de Siracusa.
La escritora da clases en la Universidad de Siracusa.Getty
Ana Fernández Abad

Tras la complicada infancia y juventud que ha relatado en una trilogía de memorias que revolucionó el género, ahora, a sus 65 años, Mary Karr (Groves, Texas, 1955) asegura que se siente extrañamente tranquila, incluso feliz. “Estoy viviendo el sueño del coronavirus: vivo en un submarino desinfectado en un país que ha perdido la cabeza, pero estoy en buena forma. Hago voluntariado online con mujeres jóvenes que intentan dejar de beber y mantenerse sobrias y paso mucho tiempo con mi nieta de un año, nunca creí que alguien como yo pudiera experimentar ese amor”, cuenta por Zoom desde Nueva York. Hizo campaña por Joe Biden, enseña a escribir memoirs en la Universidad de Siracusa y, “católica orgullosa”, tuitea apoyando al Papa Francisco.

Recientemente, el Papa ha aceptado las uniones civiles del mismo sexo. ¿Debería dar un paso más?
Adoro al Papa Francisco, está intentando que la Iglesia medieval se adapte al siglo XXI. Un cura con el que trabajo, que está en el Consejo Vaticano para la Familia, James Martin, que escribió un gran libro titulado Building a Bridge sobre dar la bienvenida a los colectivos LGTBIQ+ en la Iglesia, dice que el amor es amor, y que Jesús no dice nada sobre ser gay. Soy feliz por la decisión del Papa, pero tiene que dar un paso más, aceptar esas uniones en la Iglesia y que las mujeres celebren misas. María Magdalena y la Virgen estaban a los pies de la cruz, y ¿dónde estaban los hombres? ¡Todos escondidos! Por eso creo que la mujer debería tener un rol igualitario en la alta jerarquía de la Iglesia.

No le gusta la nominación de Amy Coney Barrett en la Corte Suprema. ¿Por qué la considera una amenaza?
Soy una de las católicas más liberales que puedes imaginarte. Mi idea del catolicismo es ayudar a los pobres, cuidar del enfermo y del sintecho y aceptar al extranjero. Soy prochoice, creo que una mujer debería poder elegir lo que ocurre con su cuerpo. Barrett es defensora de la pena de muerte, y no entiendo cómo te puedes autodenominar provida y defender que se mate a personas. Hacer ilegal el aborto no lo frena, lo que para es el aborto seguro, y la gente que acaba pagando el precio es la pobre, porque las mujeres ricas siempre encuentran un camino.

¿Escribiría la biografía de Alexandria Ocasio-Cortez?
La adoro, es una gran líder. No estoy de acuerdo con todas sus políticas, por ejemplo pienso que ahora mismo el Green New Deal no es algo que el resto del país apoyaría… pero es el tipo de energía y visión que necesitamos. Los jóvenes latinos y negros van a salvar este país. Los blancos van a acabar siendo una minoría y no puedo esperar a que eso ocurra, creo que va a ser un país mucho mejor. Una de las razones por las que vivo en Nueva York es por su diversidad, porque todos los días veo a gente de todas las partes del mundo. Veo gente rica y pobre. Oigo hablar todos los idiomas. Y para mí el poder y la fuerza de este país radica en la complejidad de quiénes somos.

Periférica y Errata naturae han publicado la trilogía de memorias de Mary Karr.
Periférica y Errata naturae han publicado la trilogía de memorias de Mary Karr.

¿Cuál es la primera regla para una autobiografía?
Tienes que estar obsesionado con la verdad, es la clave. Mi amigo Tobias Wolff me dijo que no hay que temer en absoluto por tu dignidad, no preocuparse por parecer mala o mezquina.

¿Cuáles son sus memoirs imprescindibles?
Chico negro, de Richard Wright; La mujer guerrera, de Maxine Hong Kingston, y Habla, memoria, de Vladimir Nabokov. También las de Neruda son fabulosas.

¿Por qué gusta tanto leer sobre otras vidas?
Porque aunque sabemos que las memorias son una versión subjetiva de la verdad, nos muestran la complejidad del corazón humano. Además, en términos literarios la ficción se ha vuelto tan fantástica, distópica y bizarra que nos gustan las memorias porque ofrecen algo familiar. La gente tiene apetito por conocer las verdaderas experiencias de la vida.

¿Solo interesan vidas difíciles?
¿Qué vida no es compleja? Sí, en mi casa había agujeros de balas, y eso no era normal, mi padre y mi madre bebían mucho más de lo que me hubiera gustado… Pero la gente con más privilegios también sufre los tormentos de los condenados. Incluso en las casas ideales hay una corriente de sufrimiento, no importa lo normal que sea tu familia, siempre hay un momento en el que puedes sentir que los cimientos de tu casa se tambalean. Cada vez que amas a alguienlo puedes pasar mal, te van a decepcionar y romper tu corazón, incluso sin pretenderlo.

¿Ha temido exponerse demasiado, o ese es precisamente su secreto?
Creo que el secreto de mis libros es la voz, contarlo desde mi punto de vista. Está claro que es mi versión de lo sucedido y creo que eso es clave al escribir una memoir: yo narré lo que vi que sucedía, no especulé, intenté no imaginar lo que pasaba en la cabeza de mi hermana o de mi madre, no sé por qué ellas hicieron ciertas cosas, no juzgaba, lo mantenía todo desde mi punto de vista. No he retenido nada de forma intencional, no hay ningún secreto oscuro que ocultara. Si vas a escribir un libro de este estilo estás obligado a contarle la verdad a tu lector. Mi motivación nunca fue ganar o castigar a nadie.

La escritora compartió con nosotros imágenes de su álbum personal: junto a su hijo, el director Devereux Milburn, y junto a un cartel del papa Francisco, a quien admira.
La escritora compartió con nosotros imágenes de su álbum personal: junto a su hijo, el director Devereux Milburn, y junto a un cartel del papa Francisco, a quien admira.Cortesía de Mary Karr

En La flor explora su despertar sexual. ¿Fue difícil, tras haber sido violada de niña?
Sí, había perdido mi virginidad de pequeña, pero al escribir me metí en mi cuerpo de 13 años y vi que todavía era bastante inocente. Solo porque alguien te haya violado o herido no quiere decir que tu inocencia haya desaparecido. En algunas cosas yo todavía soy muy inocente a los 65 años…

¿Por qué incluso hoy con el movimiento MeToo no es habitual que se crea a las víctimas de violaciones o abusos?
Porque hay una creencia: las mujeres no tienen poder, y para lograrlo ofrecen sexo. Así que, en esencia, todas las mujeres son prostitutas. Esa es la historia, pero no la están escribiendo las mujeres. Si ellas lo hicieran sería: las mujeres no tienen poder y para lograr ser una periodista, una profesora, una abogada o una directora te encontrarás con hombres que intentarán obtener sexo de ti. Nunca he escrito sobre esto, pero había un tipo que dirigía mi programa de graduado, un profesor, que intentó forzarme. No me dejaba salir de su oficina en Princenton. Nunca me tocó, no me puso una mano encima, pero cerró la puerta y se puso delante y yo sabía que si intentaba salir de su despacho me iba a tocar. Y yo sabía su poder. Tras horas discutiendo pude salir, humillada. Pero eso no fue lo peor. Lo peor es que después fue a hablar con todas mis profesoras mujeres y les dijo que me había pedido matrimonio y estaba enamorado de mí pero que yo me había burlado de sus sentimientos y le había llamado violador. Y eso fue lo que escuchó todo el mundo, lo que hizo que la humillación fuera doble. La gente no creyó mi versión.

¿Escribirá otro libro de memorias, quizá sobre su relación con el escritor David Foster Wallace?
David Wallace estaba loquísimo, era violento, no me dejaba en paz, era un desastre. Pero también estaba muy enfermo. No siento realmente el deseo de escribir sobre él.

¿Sobre qué quiere escribir?
Estoy trabajando en un libro que va sobre todo sobre ser una mujer mayor, los hombres con los que he salido, volver a Nueva York a los 60 y empezar de nuevo con mi vida después de una relación de 10 años… También hay muchas cosas sobre Jesús, me encanta Jesús, soy como una cristiana loca.

¿Un libro sobre tener citas y Jesús?
Sí, va sobre sexo y Jesús. Sexo con más de 60 y Jesús.

Una combinación arriesgada.
Ya lo veremos. Además, ¡a quién le importa!

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Sobre la firma

Ana Fernández Abad
La editora de estilo de vida de S MODA está especializada en temas culturales y personajes de actualidad. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra y ha escrito en medios como Diario 16, El Comercio o Descubrir el Arte.

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