Estas son las lecturas veraniegas que recomiendan siete escritores de éxito
Recopilamos los libros que leerían sobre la tumbona Andrés Barba, Almudena Grandes, Agustín Fernández Mallo, Carme Riera, Javier Sierra, Miqui Otero y la poeta Elvira Sastre.
El 57,7% de los españoles lee en verano a sus escritores favoritos y el 53,3% hace caso a las recomendaciones de amigos. ¿Quién mejor que los propios autores para sugerir un abanico de referencias imprescindibles?
Andrés Barba
El autor, ganador del Premio Herralde con su novela República luminosa (Ed. Anagrama), nos da cuatro recomendaciones veraniegas, algunos son clásicos, otros novedades:
Solaris, de Stanislaw Lem (Impedimenta). “La primera vez que leí esa maravillosa novela de Lem fue un verano y, desde entonces, me ha quedado un sabor veraniego, una de las novelas de ciencia ficción más fascinantes que he leído nunca”.
Apegos feroces, de Vivian Gornick (Sexto Piso). “Es un extraordinario retrato, sin concesiones, de la relación entre una madre y una hija en Nueva York en la década de los 60-70. Una joya”.
El bello verano (Cátedra) y Buenos días, tristreza (Tusquets), de Cesare Pavese y Francois Sagan. “Dos versiones masculina/femenina de veranos oscuros y fascinantes”.
¿Donde está mi tribu?, de Carolina del Olmo (Clave intelectual). “Es uno de los ensayos más extraordinarios y necesarios que he leído en mucho tiempo para pensar la crianza, la maternidad y la paternidad con parámetros contemporáneos”.
Almudena Grandes
La autora de Malena es un nombre de tango, Los aires difíciles, El corazón helado o Los pacientes del doctor García (Tusquets), última entrega de su serie Los episodios de una guerra interminable, se decanta por lecturas que revisan páginas incómodas de un pasado no tan lejano.
Para morir iguales, de Rafael Reig (Tusquets). “La demostración de que para un gran escritor nada es imposible. Una novela conmovedora y ácida, piadosa y cruel al mismo tiempo. Los ojos de un huérfano proyectan una mirada absolutamente despiadada, pero también cargada de ternura, sobre el Madrid de la Movida, la feliz España de los 80. Un libro imprescindible. Divertido, triste, e inteligente siempre, porque lo ha escrito Rafael Reig”.
Así fue la dictadura, de Pablo Ordaz y Antonio Jimenez Barca (Debate). “Las vidas de los hombres y las mujeres corrientes ofrecen el mejor material para contar, y comprender, la historia pública de un país. Para comprobar que el franquismo no fue una broma, el régimen autoritario del que se atreven a hablar algunos. Bastan los testimonios de estos diez luchadores, historias vivas de su sufrimiento, su dignidad y su esperanza. Un libro emocionante pero, sobre todo, imprescindible para saber en qué país vivimos”.
Amor fou, de Marta Sanz (Anagrama). “Una indagación sobre la felicidad, sobre su naturaleza, su calidad y su precio. La historia de dos personas corrientes que forman una pareja feliz, deslumbrante en su vulgaridad, que resulta intolerable para quienes les han conocido antes. Una vez más, Marta Sanz escribe como si manejara un cuchillo muy afilado, con una voz candorosa y malévola, absolutamente persona”.
The Power, de Naomi Alderman (Ediciones B). “Una novela originalísima que indaga sobre la naturaleza del poder en un mundo utópico dónde las mujeres ejercen el dominio sobre los hombres”.
La desaparición de Josef Mengele, de Olivier Guez (Tusquets). “Si la realidad a menudo supera a la ficción, sólo la ficción es capaz de explicar las realidades más impenetrables. Pero, por muy exhaustivas que sean, las investigaciones no bastan por sí solas. Guez derrocha su talento de narrador, su honestidad intelectual y la ambición de comprender lo incomprensible, en un libro espeluznante, que no se puede parar de leer”.
Agustín Fernández Mallo
Hace una década Agustín Fernández Mallo incendió el panorama literario con Nocilla Dream. Volvió a dejar K.O. a la crítica hace apenas unos meses, cuando ganó el Premio Biblioteca Breve con la sorprendente Trilogía de la guerra. El autor invita a la sorpresa:
Einstein para perplejos (Debate), de José Edelstein y Andrés Gomberof. “Muy asequible y ameno libro de divulgación científica que tiene la virtud de retratar también el ambiente cultural en el que Albert Einstein desarrolló las ideas que revolucionaron el mundo. Apasionante lectura que pone de manifiesto que las ciencias no son algo separado de la sociedad, sino que se gestan en sintonía con el resto de artes y políticas de cada época”.
Lejos de todo (Jekyll y Jill), de Rafa Cervera. “Ópera prima del veterano periodista musical Rafa Cervera, en la que ficciona una hipotética y secreta visita de David Bowie a la ciudad de Valencia en 1976. Bowie, que ha ido a hacer un reset a su vida, se cruzará con el narrador cuando éste era adolescente, esa edad en la que la vida hace un reset natural en nosotros. Una historia que con un ritmo de verdadero misterio, emoción y verosimilitud muestra como ninguna el poder de la ficción para relatar la transformación que los mitos producen en nuestra identidad”.
Palos de ciego (Círculo de Tiza), de David Torres. “Evocando la figura de su hermano mayor, también llamado David y muerto en 1965 en una clínica madrileña a los pocos días de nacer, y el supuesto exterminio a cargo de Stalin de cientos de trovadores ucranianos ciegos, David Torres demuestra una vez más ser uno de los más sólidos novelistas en nuestro idioma, capaz de olfatear y consignar toda clase de vínculos entre la intimidad de un niño crecido en un barrio periférico y los acontecimientos que han marcado el destino de Occidente. Compone una novela de una sabiduría histórica y al mismo tiempo disección sentimental del presente difícilmente superable”.
Volverás a la Antártida (Fracaso Books), de Paco Gómez e Hilo Moreno. “En 2016 algo cambia en la Base Antártica Juan Carlos I, se instala red wifi. Paco Gómez, residente en Madrid, se hace eco de la noticia y prueba a enviarles un Whatsapp. Cuál fue su sorpresa cuando segundos más tarde Hilo Gómez, quien trabaja en la base, contesta desde el continente helado. Paco propone entonces un viaje experimental: que Hilo sea allí sus ojos y le envíe fotos, y él le enviará textos. Entre ambos tejerán este libro único con cartografías reales e imaginarias, Historia, tecnología, aventura y literatura: la Primera Expedición Virtual Trasatlántica”.
El don de la fiebre (Seix Barral), de Mario Cuenca Sandoval. “Relato novelado de la apasionante vida del músico Olivier Messiaen, el “Mozart francés”, quien desde su infancia traduce los colores y la propia naturaleza a sonidos antes nunca oídos. Peripecia de vida que atraviesa el siglo XX, magistralmente narrada por Cuenca Sandoval, y llena de imágenes propias de quien escribe novela como un explorador de las sutiles pero gigantes interacciones entre la Historia que nos afecta y los detalles del alma”.
Carme Riera
Vengaré tu muerte (Alfaguara) es la tercera novela que la autora dedica a la intriga criminal tras El verano del inglés y Naturaleza muerta. La académica aboga por lecturas lecturas rompedoras y clásicas.
Las llamas (Vandalia), de Pedro Gimferrer. “El último poemario de uno de los más brillantes poetas catalanes de todos los tiempos”
El asesino tímido (Seix Barral), de Clara Usón. “Un texto que rompe moldes, transgrede los límites de los géneros y ahonda en la tragedia de la condición humana”.
Madre de leche y miel (Destino), de Najat El Hachmi. “Una novela que nos permite conocer mejor a nuestros vecinos del sur y ahondar en los problemas que conlleva la emigración, ademas de plantear la casi siempre controvertida relación madre hija. La bella dedicatoria es ya una declaración de principios: ‘A mi madre, que sin saber leer, me enseñó a escribir’”.
En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust. “Maravillosa novela que hoy no encontraría editor. Todos los veranos la releo y la recomiendo. No se la pierdan”.
Javier Sierra
Premio Planeta 2017 con ‘El fuego invisible’, confundador de Año Cero y director de Más Allá de la Ciencia,.
La luz de los lejanos faros (Ariel), de Carlos García Gual. “A Carlos García Gual lo sigo discretamente desde hace años. Sus incursiones en la filosofía y mitología griegas son maravillosas y este libro, que reflexiona sobre su impacto es nuestra cultura, no le va a la zaga”.
Viaje al centro de la mente: ensayos literarios y científicos, de Jules Verne (Páginas de Espuma). “Una recopilación de artículos, discursos y ensayos de Verne poco conocidos, en los que muestra su fascinación por Edgar Allan Poe o por la política municipal de Amiens. Muy curioso”.
Mitos nórdicos, de Neil Gaiman. (Destino). “Tenía curiosidad por ver cómo el autor de American Gods resolvía su encuentro con una mitología tan compleja como la nórdica. El resultado es sobresaliente”.
Grandes misterios de la arqueología, de Jesús Callejo. (Esfera de los Libros). “He viajado con Jesús a muchos lugares con misterio e incluso he escrito un libro con él, pero no imaginaba que él había peinado tan a fondo los yacimientos más importantes de la arqueología mundial. Lo que cuenta de ellos, fascina”.
Imperiofobia y leyenda negra, de María Elvira Roca (Siruela). “Impresiona descubrir el alma cainita y profundamente autodestructiva que anida en el alma de la Historia de España. Es un libro para reflexionar seriamente sobre quiénes somos”.
Miqui Otero
El periodista Miqui Otero disfruta con los personajes marcianos, la cultura quinqui y lo kitsch. La aplaudida Hilo musical (Alpha Decay), fue su novela debut. Después llegaron La cápsula del tiempo y Rayos (Blackie Books). Él recomienda:
Lucky Jim, de Kingsley Amis (Impedimenta). “Los granizados de limón son para el verano. Y esta es una obra cumbre del humor británico fresco y ácido. Incluye la mejor descripción de la resaca de la literatura universal. De la misma editorial, y con sabor similar: Al final de la mañana, de Michael Frayn”.
Stop-Time, de Frank Conroy (Libros del Asteroide). “Unas memorias que se leen como la novela de iniciación definitiva. Acariciad los detalles, decía Nabokov. Conroy lo hace y también araña los recuerdos. Si te gusta Knausgard, Conroy te gustará aún más”.
Les possessions / Las posesiones, Llucia Ramis (Anagrama – Libros del Asteroide). “Problemas urbanísticos, padres que pierden la cordura, casas de infancia que no volverás a oler y amantes de adolescencia que no tocarás más. Baúles de disfraces y baúles de recuerdos (que son lo mismo, se dice). Una novela valiente y maravillosa”.
Ciudad Princesa, de Marina Garcés (Galaxia Gutenberg). “La Cara B de Barcelona, desde el 96 hasta ahora. Toda la historia alternativa de la ciudad, todas sus movilizaciones y triunfos callejeros y fracasos sonados, narrada en persona (del plural) por una filósofa que logra que vibres. Que explora los límites de lo posible”.
El secreto de las fiestas, de Francisco Casavella (Anagrama). “Podría ahora mismo salir a la ventana y lanzar este libro a la calle. Cayera en la cabeza que cayera, y al margen de su edad, pongo la mano en el fuego de que le gustaría. Reedición de un libro de culto de la narrativa española. Trepidante como un pinball, eufórico como una conga, la palabra «encanto» se inventó para novelas como esta”.
Cómo acabar con la contracultura, de Jordi Costa (Taurus). “Si pones en google imágenes «maestro sabio», te sale la cara de Jordi Costa. Aquí explica la historia subterránea de España del tebeo underground al cine quinqui, de la Iglesia del Palmar de Troya a las corbatas de Carrascal. Auge y batacazo de nuestra contracultura”.
Elvira Sastre
La poeta ‘apadrinada’ por Benjamín Prado que abarrota auditorios en sus recitales de poesía y cuenta con miles de seguidores en las redes sociales, busca lecturas que inviten a nadar a contracorriente. De ella son el poemario ilustrado Aquella orilla nuestra (Alfaguara) y La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida (Visor de Poesía).
Ordesa, de Manuel Vilas (Alfaguara). “Una novela costumbrista, con el humor nostálgico típico de Vilas, que va camino de convertirse en mi libro del año”.
Mal abrigada, de Paola Soto (Valparaíso Ediciones). “Paola escribe una poesía propia, íntima, llena de imágenes que uno ve siempre sin darse cuenta. Su abrigo te salva del frío”.
El camino más largo, de Riki Blanco (autoeditado). “Un libro ilustrado que, en palabras del autor, refleja un «humor triste». Un arte necesario que pone de relieve distintas situaciones cotidianas con un estilo tan personal como reconocible. Especial aplauso al autor por la autoedición”.
La vida invisible de Eurídice Gusmão, de Martha Batalha (Seix Barral). “Esta novela habla de dos mujeres hermanas cuyas vidas toman rumbos radicalmente distintos para acabar cruzándose al final. Una maravilla”.
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