Julieta Venegas te lleva de la mano a través de la oscuridad de Mariana Enriquez

Solo las risas, la voz y la dulzura de Julieta Venegas podrían ayudarnos a transitar los siniestros caminos de una de las novelas de este no menos siniestro año. Premio Herralde 2019, Nuestra parte de noche, una fábula de terror sobre la historia reciente de Argentina, ha confirmado a Mariana Enriquez como lo que ya sabíamos que era, una fantástica (en las dos acepciones) narradora. Seguro que al terminar de leerlo pensaste: ¿cómo ha podido escribir alguien semejante obra maestra? Y si no conocías a Enriquez: ¿pero de dónde ha salido esta autora? Muchas de las respuestas están en este podcast, en él se desgranan las claves del universo creativo de Enriquez bajo la mirada desprejuiciada de Venegas –en modo groupie como en ningún otro de los episodios de la temporada del podcast–, y la meticulosidad de entomólogo del crítico literario Nacho Damiano. Abríos al misterio. Escuchad a la sacerdotisa.

Pero, ¿qué tiene de especial este podcast? Podcasts y programas literarios hay muchos. Un enfoque novedoso que logra aunar la sensibilidad creadora de Venegas con el rigor académico de Damiano. ¿Cómo sacarle el máximo provecho posible a ese choque de miradas?, se preguntaron Julieta y Nacho, amigos, adictos a la literatura y residentes en Buenos Aires. Convirtiendo a los invitados en críticos. Pidiéndoles a cada uno de ellos que eligieran un libro que hubiera marcado su trayectoria como escritores. A la pregunta que da comienzo de cada episodio, enunciada por la voz de Julieta: “¿Qué leen los y las que escriben? ¿Cómo leen? ¿Qué les parece importante? ¿Que les interpela? ¿Qué les sorprende? ¿Cómo influyen esas lectura en la obra propia?”, Mariana Enriquez respondió con un órdago. Cumbres Borrascosas, de Emily Brontë. Y es a partir de su análisis cómo comprendemos mucho mejor Nuestra parte de noche y toda su trayectoria como escritora (hasta su biografía). Entendemos cómo a raíz de la lectura adolescente de Cumbres Borrascosas y sin referencia previa de las Brönte ni de lo que acaba de caer en sus manos, Enriquez tomó un camino sin retorno: el de la literatura que juega en el lado oscuro y sobrenatural para contarnos lo más crudo de la existencia. Y también comprendemos a Juan, uno de los protagonistas de Nuestra parte de noche, como una suerte de Heathcliff trasplantado del Yorkshire británico a la selva argentina, pero también cruzado con el padre de La carretera de Cormac McCarthy, otro de los libros fetiche de Mariana. Acompañarla en la travesía de este podcast es aprender no solo de literatura, sino de creación literaria, de cómo la lectura y los referentes se van cruzando hasta convertirse en obsesiones y lograr dar frutos como esta novela.

En otro de los episodios estrella de la primera temporada de Pila de Libros, la crítica cultural y ensayista Tamara Tenembaum va tejiendo prácticamente un manifiesto feminista mientras analiza su personal pila de libros y su propia obra. En el dedicado a Belén López Peiró, la novelista elige Laëtitia o el fin de los hombres, crónica de un feminicio del francés Iván Jablonka para ponerlo a dialogar con su primera novela Por qué volvías cada verano, la historia del abuso que sufrió de adolescente y cómo seguir viviendo con ello. Esta premisa de poner a los autores como lectores y críticos es el gran acierto del programa. “Nos dijimos: cualquier persona que escribe, antes, y por sobre todas las cosas, lee mucho y lee bien”, explica Nacho.

Y es que Pila de Libros surge como la consecuencia natural e inevitable de un apasionado amor por la literatura. Julieta siempre ha tenido una relación muy intensa con ella: “No puedo recordar alguna vez en mi vida que no estuviera leyendo un libro”. Nacho por su parte, se dedica profesionalmente a la crítica cultural. “En cada cena, cada encuentro, cada vez que nos veíamos, nuestras charlas rondaban en un 90% alrededor de los libros: qué estábamos leyendo, qué nos había gustado, sorprendido, enamorado, qué nuevos descubrimientos teníamos para compartir”, nos cuenta el propio Nacho. Así que un día, casi sin proponérselo, se preguntaron: “¿Por qué no grabamos estas charlas? A mucha gente podría interesarle. Una vez que nos entusiasmamos con la idea, empezamos a pensar un formato, buscar una productora y convocar a les invitades. El resto es historia”. Nacho, como Julieta, utiliza en su podcast esa “e” del lenguaje inclusivo que tanto trae de cabeza últimamente a la Real Academia de la lengua Española. Y ambos lo hacen como clara posición política. Así que: Bienvenides a Pila de Libros.

Las miradas de Venegas y Damiano se complementan. El acercamiento a los libros y a los autores de Julieta, desde su condición de creadora y de lectora furibunda, es casi contraintelectual: “Siento por la literatura igual que por la música. Me gusta leer y como cada autora/o trae su propio universo, creo que eso, mi relación con la literatura es de fan, como con la música”. Frescor y risas, muchas risas, además de un diseño sonoro actual y atractivo, que te recuerda que las ratas de biblioteca también saben bailar. Necesitamos esa actitud y ese tono en todos los espacios consagrados a la literatura en los medios…

Lamentablemente, la pandemia truncó el inicio de la segunda temporada. “Hicimos algún intento de grabarlo por Zoom, pero no queda igual. Creo que el espíritu y el diferencial de Pila es el clima que logramos generar, y, por lo visto, solo podemos hacerlo mirándonos a los ojos. No vemos la hora de poder volver a pisar un estudio de manera segura. Pequeño adelanto: será una bomba, no solo por quienes nos visitarán sino por los libros que eligieron”, nos adelanta Nacho. Mientras, el chat de WhatsApp de estos dos amigos –amigues– se mantiene en llamas comentando los libros que llenarán esta segunda, esperamos que próxima, segunda temporada. Ah, y Damiano, por su parte, se mantiene hiperactivo con el estreno la web de intercambio de libros también llamada Pila de Libros, donde la gente ofrece y hace match con los libros disponibles, como si de Tinder libresco se tratara. La onda pop no deja de caracterizar al tándem Venegas-Damiano y su comunidad, de la desde ya nos declaramos parte. ¡Y groupies!