Isabel Coixet: “Estoy en un ‘reinvente’ perpetuo”

Una «tenue anécdota» –una mujer abandonada por su marido que se apunta a clases de conducción– se convierte en «el viaje de autodescubrimiento de alguien que cree que lo sabe todo». Mientras llega el estreno de Nadie quiere la noche, con Juliette Binoche, y se prepara para rodar en otoño La librería, con Emily Mortimer, Isabel Coixet presenta el 3 de julio en España Aprendiendo a conducir, una comedia en la que abandona su habitual (e intenso) universo, «aunque sale una lavandería, como siempre», bromea ella. Inspirada en un artículo de la escritora Katha Pollitt, la protagonizan Patricia Clarkson y Ben Kinsgley como su profesor sij.

¿Se ha propuesto llegar a un público diferente? 

De eso se ocupan los productores, los de marketing… Siempre pienso que si una historia me conmueve habrá alguien a quien también.

¿Tiene tintes autobiográficos?

Cuando leí el texto me acababan de plantar, no sabía conducir y decidí aprender. Parte de que sea un terror al volante es culpa de esta historia.

Pero la idea partió de Patricia, mientras rodaban hace siete años Elegy con Ben. ¿Cómo ha sido el reencuentro?

Les quiero mucho y ya sabía de qué eran capaces, dónde insistir y dónde no. Pero lo bueno de la experiencia es que puedes olvidarte de ella. Yo estoy en un reinvente perpetuo. Y ellos también.

En una escena, él le dice a su futura esposa: «Esto es América». ¿Qué es para usted?

Literatura, cine, música… Un lugar donde enseguida me he sentido bien, pero también fuera de la carrera hacia el éxito. Como director, solo vales lo que ha logrado tu última película. Esa frase no estaba en el guión, pero ese día caía una tormenta tremenda y tuvimos que grabar en un parking enorme. Me hacía gracia que dijera eso allí.

La trama es muy clásica, ¿se inspiró en algún título?

No, no hay tantos sobre la amistad entre un hombre y una mujer. Pero sí leí sobre los sij.

¿Le interesa especialmente esa cultura?

Es uno de los colectivos en India que tienen más respeto a las mujeres, y una dignidad impresionante.

En este tipo de historias suele ser él quien ‘libera’ a la heroína…

Él le descubre que se puede vivir sin drama, y ambos aprenden que la rigidez no lleva a nada bueno. Y lo que dice la canción de Crosby, Stills, Nash & Young: «Si no puedes estar con quien amas, ama a aquel con quien estés». Un gran consejo que nunca he seguido.