Aitana Sánchez Gijón: «Hay que tener mucho cuidado con la extrema derecha y no entrar en su provocación»

Debutó como actriz antes de los 18, a los 29 años fue la primera directora de la Academia de Cine de España y en 2019, con 51, bailó por primera vez en un escenario. Fue en el espectáculo Juana, que continuaba de gira hasta que llegó el coronavirus. Mientras sueña con retomar las actuaciones el 5 de septiembre, ha estrenado la película La cinta de Álex, de la directora Irene Zoe Alameda, en cines desde el 26 de junio. En el filme, entre otros temas, se aborda la situación de la industrial textil en la India y Pakistán. Aitana no para.

La cinta de Álex | S Moda

¿Cree que esta crisis va a cambiar la manera de producir en esos países?
No tengo muchas esperanzas. Pero igual sí. En las ciudades nos hemos dado cuenta de que circulando en bicicleta la polución ha bajado a niveles desconocidos y quizá haya nuevas regulaciones en algunos ámbitos. Pero el miedo hará que la gente se mueva más en vehículos privados. Esto despierta la mayor solidaridad y exacerba los sentimientos más agresivos.

¿Y ha llegado a alguna conclusión durante el tiempo de encierro?
Que nos ha arrebatado tiempo de vida, sobre todo a las personas mayores como mi madre, a quien le ha robado calidad de vida, afecto y cercanía. Yo lo he vivido mejor porque estaba en familia, pero ha sido una enorme putada.

Tiene un hijo de 18 y otra de 16, ¿en qué le dan mil vueltas?
Mi hijo se ha montado un estudio de grabación en casa, se ha producido su propio disco y lo ha colgado en todas las plataformas. Hace lo que se propone, se autogestiona y lo lanza al mundo. Me quedo anonadada.

¿Tiene proyectos encima de la mesa?
Están reprogramando la gira de la obra Juana para el 5 de septiembre, aunque hasta que no me vea subida en el escenario no quiero hacerme ilusiones. Aún es todo muy incierto. Y yo soy una privilegiada. Tengo compañeros que no van a poder trabajar ni de camareros porque el sector de la hostelería está igual o peor que el nuestro.

En Juana, obra dirigida por Chevi Muraday, debutó en la danza el año pasado. ¿Qué le impulsó hacerlo?
Quise formar parte de algo así y se lo dije. Nunca he hecho nada tan al límite de mis posibilidades. Es una obra que trata de las Juanas de la historia: Juana de Arco, Juana la Loca, Sor Juana Inés de la Cruz, la papisa Juana y Juana Doña.

¿Y qué mujer le ha inspirado más?
Juana Doña ha sido un descubrimiento muy emocionante. Fue una mujer republicana que perdió a su marido fusilado al principio de la guerra y escribió Desde la noche y la niebla. Un libro sobrecogedor sobre los más de 20 años que estuvo en las cárceles y sobre las mujeres que perdieron su vida en ellas. Narra lo que sufrieron, lo que perdieron, la dureza de sus vidas pero también la sororidad. Consiguieron sobrevivir gracias a que se tenían las unas a las otras. Después de la cárcel, Juana Doña se convirtió en una luchadora feminista muy importante. Para mí representa a esa generación de mujeres que pagaron muy caro su anhelo de libertad e igualdad. En cada generación vamos recogiendo el testigo de las anteriores y damos nuestro pasito. Está bien tener memoria, saber de dónde venimos y qué hicieron las que nos precedieron.

¿Le da miedo hacia dónde vamos?
Creo que no debemos subestimar a la extrema derecha. Hay que tener mucho cuidado, estar muy alerta y no entrar en su provocación, que es lo que pretenden. Hay que afianzarse en las convicciones democráticas, en las libertades conseguidas con tanto esfuerzo en el pasado y defenderlas con uñas y dientes desde la razón y la cordura democrática. El nivel de agresión y violencia que están generando es brutal. Tenemos que intentar no entrar en su lenguaje porque despiertan lo peor de cada uno. Yo tengo que pararme a respirar, volver a la racionalidad y transmitirle eso a mis hijos, que son más jóvenes y son más viscerales. Quiero que se den cuenta de que no pueden reaccionar a su nivel porque se convierten en lo mismo.

¿Cómo cree que será el teatro creado a partir de este coronavirus?
Quizá serán espectáculos de actores que no se tocan en escena o de bailarines que no interactúan entre ellos. Àlex Rigola trabaja así por lo general. Pero en Juana hacemos danza contemporánea y no podemos no tocarnos. Si un actor se pone malo qué haces, ¿lo pones en cuarentena y paras? Hay una vulnerabilidad muy grande y se juega mucho para emprender con condiciones que nos tienen en el filo de la navaja. Pero hay mucha gente que está deseando volver al teatro.

Y otra que tardará.
Sobre todo la gente mayor aunque se garanticen todas las normas de seguridad. Estamos muy traumatizados, la sociedad entera está en shock. Tenemos que pasar una convalecencia psicológica para curar el pánico. Una cosa es tener precaución y ser prudente y otra es el miedo con el que estamos viviendo.

*Estilismo: Paula Delgado. Maquillaje y peluquería: Orlando Gil.