Cómo Maisons du Monde consigue crear crear «una atmósfera de bienestar donde podamos sentirnos bien»
La marca ha evolucionado hacia una creatividad ecléctica que se apoya en diferentes lugares, culturas y épocas y se ha convertido en abanderada del estilo de vida accesible con la sostenibilidad como bandera.
Su historia comenzó en 1996 en una tienda en Brest, una localidad de la Bretaña francesa en la que se vendían muebles de inspiración exótica. A través de maderas talladas, colores vivos e incrustaciones de metal amartillado las piezas hablaban de viajes y horizontes lejanos. Transportaban a otras partes del mundo y enseguida comenzaron a hacerse un hueco en el interior de las casas. Gustaban y el éxito se manifestó con la apertura de cuatro establecimientos nuevos, en Burdeos, Lyon, Quimper y Vichy. Pero el objetivo era hacerse globales y abrir fronteras, como la idea de hogar que promueve la marca. Siete años después de su debut, abrió su primera tienda fuera de suelo francés en Madrid. En 2007 le llegó el turno a Italia y le siguieron Inglaterra, Bélgica, Suiza y Alemania. Hoy a través de la web que lanzó en 2006, los muebles y complementos de la firma Maisons du Monde llegan a 11 países y representan un tercio de las ventas totales de la marca.
Casi tres décadas después, la compañía cuenta con más de 360 puntos de venta en Europa y ha evolucionado su estilo. O mejor dicho, los estilos. Porque lleva en su ADN la tendencia de mezclar, una visión que hoy está de moda, pero que hace 27 años era casi revolucionaria. Con el paso del tiempo, la marca ha evolucionado hacia una creatividad ecléctica que se apoya en diferentes lugares, culturas y épocas y se ha convertido en abanderada del estilo de vida accesible con la sostenibilidad como bandera.
Su objetivo es inspirar para crear ambientes y se basa en tres criterios: comodidad, funcionalidad y expresión de la personalidad. «Desde nuestros muebles a los objetos de decoración, el equipo de estilistas diseña universos originales para toda la casa y, sobre todo, para todo tipo de estilos», explica Géraldine Florin, directora artística desde la firma francesa. Para lograrlo, cada año, el equipo de diseñadores de la marca lanza dos colecciones de decoración. La última que acaban de presentar induce a asomarnos al buen tiempo y a vestir la casa con piezas de decoración nuevas y coloristas, sostenibles y que generen ambientes de luz y alegría. “Invitan a crear una atmósfera de bienestar donde podamos sentirnos bien y disfrutar de los pequeños placeres de cada día. Con los nuevos diseños hemos intentado unir dos grandes tendencias, la espiritualidad y por otro lado reflejamos el ADN propio de la firma con a través del viaje y la apertura al mundo”, asegura Florin sobre las nuevas propuestas de la firma que son un canto a la ligereza.
Para los meses de primavera y verano, el catálogo de Maisons du Monde se ha ampliado con piezas que invitan a viajar por el mundo sin necesidad de salir de casa. Para la directora artística representan la poesía entre los contrastes, entre la ciudad y el mundo rural. “Hay varias tendencias, según lo que se quiera expresar. Para escapar de la monotonía solo hace falta elegir”, sentencia.
La nueva línea permite llevar a casa el exotismo de Egipto, a través de elegantes bordados en relieve, tonos crema, topo y verdes y luminosos toques dorados. También a Grecia, y lo hace a través de la colección Ikaria, que sublima el estilo orgánico. Con sus formas onduladas y una paleta de blancos y azules, la vajilla, el mobiliario y la decoración aluden sutilmente al mar. Lourmarin, una población de la Provenza francesa, da nombre a otra línea en la que reina la delicadeza de los tonos pasteles que revisitan el estilo rural en una versión poética que invita a sentirse bien a través de objetos de estilo retro actualizados. Por su parte, Río es la colección más divertida y artística, una mezcla entre el estilo de los años 80 y las influencias lejanas que se consigue a través de colores muy vivos y los estampados gráficos. También llena de color está Zurich, que parece una oda al movimiento Bauhaus a la que se le suman influencias tribales, especialmente en los estampados. Y en su recorrido por el planeta, Maisons du Monde no se olvida de la luz del Mediterráneo y lo plasma en la línea Valencia, que es una cápsula multivitamínica que sube el estado de ánimo a través de colores cálidos y cítricos que recuerdan al verano y se adapta tanto para interior como para los exteriores en forma de piezas de diseño que parecen perseguir que las tardes de verano duren.
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