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Llega el ‘audioporno’: olvida la imagen, el sonido puede ser mucho más excitante

El porno inaugura una nueva modalidad. Historias dirigidas al oído (y no a la retina) que fomentan la fantasía, al tiempo que convierten a la voz en el órgano erógeno por excelencia.

A young woman listening to the record player
Getty Images (Mondadori via Getty Images)

Cronológicamente, la palabra hablada fue antes que la escrita, pero el homo millennial –que hizo su aparición en la historia al mismo tiempo que Internet- ha vivido una trayectoria inversa. Empezó mandando mensajes de texto. Luego, cansado de tanto teclear, pasó a los de voz y, según me contaba hace poco Diana Gutiérrez, directora de la editorial LGTBI Café con Leche, especializada en libros eróticos y fantásticos, “el otro día oí cómo dos chicos decían: molaría eso de mandar mensajes de voz en tiempo real y con respuesta simultánea”. Acababan de descubrir la conversación telefónica, dos siglos más tarde de que Antonio Meucci inventara el teléfono (al final, Alexander Graham Bell fue solo quien lo patentó en 1876).

Dos pruebas de este descubrimiento de la voz por parte de los millennials y las nuevas tecnologías, son los audiobooks y los podcasts. Si los primeros se reservaban antes a los miembros de la tercera edad para que, a pesar de sus ojos cansados, pudieran seguir disfrutando de la literatura; ahora están destinados a la generación multitarea. ¡Conozca los clásicos de la literatura mientras corre, va en metro o prepara el tupper para mañana! ¡Aprenda inglés mientras hace sus sesiones de abdominales! Un concepto ya familiar para amas de casa o taxistas, conocedores desde hace tiempo de la radio y su libertad de movimiento. Y qué decir de los posdcasts, que se han convertido en el formato de mensaje más cool para blogueros e influencers.

Si antes una imagen valía más que mil palabras, puede que ahora, en medio de este revival de las ondas sonoras, un sonido valga más que mil imágenes; ya que algo tan visual como la pornografía se ha rendido también a este tendencia con el audioporno: historias subidas de tono dirigidas al oído, y no a la retina, que pueden revolucionar toda esta industria. Algunas editoriales de novela erótica, como Café con Leche, empiezan a plantearse lo del audiobook. “Todavía no lo hemos considerado en serio, pero puede ser una modalidad y tal vez la incorporemos en nuestra colección de relatos eróticos Cuando calienta el sol”, señala Diana Gutiérrez. “Es curioso, porque es una idea que conecta más con el tópico de que la sexualidad femenina es menos visual que la masculina y da más importancia a la voz. Y tal vez tenga relación con el hecho de que cada vez más mujeres consumen pornografía”.

En opinión de Francisca Molero -sexóloga, ginecóloga, directora del Institut Clinic de Sexología de Barcelona, del Instituto Iberoamericano de Sexología y presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología-, “esta modalidad estimula más la imaginación y la fantasía al obligar al cerebro a formarse sus propias imágenes y no consumir las que ya le vienen dadas. La voz también tiene muchos más matices y dice mucho más, con sus modulaciones, que el mero significado de la palabra que emite. Y, por otra parte, dejar de ver las estereotipadas imágenes de los cuerpos, que habitualmente vemos en la pornografía, puede ayudarnos a aceptar más el nuestro, la pluralidad y la diversidad”.

Si el audiporno se convierte en tendencia, puede que los cirujanos plásticos acusen un descenso en el negocio (especialmente en el apartado de cirugía genital), pero la macroeconomía lo verá compensado con una mayor demanda en el servicio de logopedas; ya que todos/as querrán sonar sexys e interesantes. Y tal vez esta moda ayude algo a los españoles con su mala costumbre de llevar su aireado ‘campechanismo’ hasta la cama y sonar en los momentos íntimos como si se estuviera en el bar, pidiendo una tapa de bravas. ¡Un poco de fantasía y hasta teatro (en las dosis adecuadas) no nos vendría nada mal!

Y de camino a convertirse en tendencia, puede que noticias como lo que ocurrió en un supermercado de la cadena Target, en San José (California), hace unos años -cuando la megafonía empezó a emitir un audio erótico por error- se vuelvan cada vez más frecuentes.

Imhof's Melody Bar
John Drysdale (Getty Images)

Dónde escuchar audioporno

Los que quieran empezar a excitarse con el oído y dejar las imágenes durante un tiempo, deben tener en cuenta que saber inglés (al menos, tener un nivel básico) les abrirá todo un universo de posibilidades, más limitado para los hablantes de lengua castellana.

En XVideos hay historias en español, pero la gran mayoría están narradas con acento latino, lo que las asemeja a capítulos de culebrones venezolanos. Es el caso de los audios Electricista me coge rico o Sexo en baño con policía, de la serie EsposaX, en la que mujeres casadas tienen aventuras mientras sus maridos trabajan y les ponen también los cuernos. Una voz femenina narra la historia, que acaba siempre con exclamaciones clásicas del porno latino (¡papi!, ¡más duro!). Puede ser interesante para los que en los 90 se engancharon a la telenovela Cristal. En la misma plataforma, hay también audios para homosexuales, como Audio paja gay español, en la que una grave voz masculina, de galán sudamericano, anima y acompaña a cualquiera dispuesto a pasárselo bien consigo mismo.

Pornhub, una de las webs de porno más legendarias, cuenta ya con su apartado de audio en el que abundan los posts de ‘hipnosis erótica’, los llamados en inglés Hypno HFO (hands free orgasm). Una especie de meditación erótica guiada por una voz femenina y susurrante, que promete relajarnos y llevarnos al séptimo cielo. La mayoría, por no decir casi todos, están en inglés; pero hablan tan lento –“I wantttt to beeee partttt of youuuu. I wannnttt tooo touchhh youuu, to fellll youuuu”-, que parecen una excelente herramienta para hacerse con la lengua de Shakespeare y matar dos pájaros de un tiro. Son también frecuentes los audios que simulan los sonidos de la felación y que van dirigidos a hombres.

Erotic audio submissions. Tumblr anunciaba a finales del año pasado que acabaría con el contenido para adultos, pero debía de referirse a las imágenes, ya que en esta web uno puede escuchar audios, generalmente de personas anónimas, que se graban practicando el sexo en sus más diversas modalidades. Y sí, uno puede también subir los suyos si se atreve.

GoneWild Audio es otro portal donde encontrar audios grabados por gente amateur y donde subir los propios. Esta web es muy del espíritu LGTBI y contiene reglas muy estrictas contra las grabaciones que simulen o puedan evocar violaciones o agresiones sexuales.

Aural Honey. Como dice este portal, el autor del mismo es “un ardiente inglés, adicto al té con una mente deliciosamente sucia”. Otro buen lugar donde practicar el inglés, esta vez con perfecto acento de Cambridge. Hay historias románticas, noches de pasión que ocurren mientras tras los cristales ruje el temporal (en el apartado Sweet as honey), y hay también historias más underground, de sumisión y hasta de vampiresas que seducen a un pobre mortal (en la sección Tea & harlotry).

Audible. La web de Amazon de audiobooks tiene también una sección de erótica que trata de satisfacer a públicos más exigentes que los lectores de 50 Sombras de Grey. Las lesbianas pueden probar con Naughty Lesbians: 10 explicit stories of lesbian erotica, los amantes del BDSM con The Marketplace y los que se exciten con la ciencia ficción, Sci-Fi & Fantasy Erotica. La web proporciona variadas formas de comprar los audios o hacerse socio.

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