Lecturas para sumergirse y no dejar de pasar páginas este verano

¿Buscando ideas de lecturas para el verano? Estas propuestas exploran distintos géneros y temáticas, para disfrutar de sumergirse en una novela o de la brevedad de un buen relato.

(1) En 2013, Imogen Binnie publicó Nevada, una obra de culto instantánea. Lava edita ahora este road trip protagonizado por una mujer trans que deja Nueva York tras romper con su novia.

(2) La turista (Reservoir Books), de Yun Ko-eun, es una sátira que habla sobre paquetes vacacionales a destinos donde se han producido catástrofes naturales.

(3) “Julio es un mes muy quieto”, escribe Marie Gevers en El placer de los meteoros (Errata naturae), una crónica de la observación de la naturaleza.

(4) La argentina Magalí Etchebarne ha ganado el Premio Ribera del Duero con los relatos de La vida por delante (Páginas de Espuma).

(5) En el ensayo El delantal y la maza (HC05) María Arranz habla de teoría feminista y cocina.

(6) Asmodeo (Periférica) es el peculiar demonio que da nombre a la nueva novela de Rita Indiana.

(7) Fulgencio Pimentel publica El río, de la premiada ilustradora canadiense Julie Doucet.

(8) Iris Owens, todo un personaje de la escena neoyorquina de los setenta, escribió Después de Claude (Muñeca Infinita) en 1973.

(9) El mundo del arte, un Estados Unidos distópico dividido por un muro y un matrimonio lleno de secretos se combinan en Biografía de X (Alfaguara), de Catherine Lacey.

(1) Berta García Faet y Juanpe Sánchez López seleccionan a los 12 poetas de Estrellas vivas. Antología de poesía cursi (Letraversal), que describen como un estudio de lo cursi, “una palabra muy cargada, y, sin embargo, confusa”.

(2) Surferas (Nórdica Cómic), de Paola Hirou, repasa la historia de los grandes nombres femeninos de esta disciplina a través de nueve mujeres que desde los años veinte han dominado las olas, de Linda Benson a Rhonda Harper.

(3) Tilda, la protagonista de 22 largos (Lumen), de la alemana Caroline Wahl, se refugia a diario en la natación para sobrellevar su vida.

(4) El limo (Tusquets), la primera novela de Rosa Jiménez, habla de bicicletas, higueras, discotecas de pueblo y las pulsiones oscuras que oculta el verano.

(5) Fannie Flagg escribió en 1944 Tomates verdes fritos en el café de Whistle Stop, la novela que inspiró la película protagonizada en 1991 por Kathy Bates. Capitán Swing recupera ahora esta obra que cuenta una vida en un pueblo de Alabama desde los años veinte.

(6) El verano es tiempo de misterios, como el que presenta Penelope Fitzgerald en El niño de oro (Impedimenta), con un museo como centro de las intrigas.

(7) Ser de fuera (Sexto Piso), primer libro de relatos de la coruñesa Raquel Delgado, explora la sensación de no pertenencia a través de nueve historias.

(8) Atenas, la isla de Poros, el París de Agnès Varda o el campo de Suffolk son algunos de los escenarios que evoca Deborah Levy en su última novela, Azul de agosto (Random House).

(9) La familia, con sus tensiones, apegos y silencios, es el hilo conductor de Felicidad perversa (Seix Barral), que reúne cuentos de Tove Ditlevsen, uno de los referentes de las letras danesas.