Covadonga O’Shea: «He intentado ser una periodista que piensa»

Cuando estudiaba periodismo, rodeada de chicos, me preguntaban: “¿Qué harás al acabar? ¿La página de la mujer de un diario?”. Yo me enfurecía y decía: “Voy a ser corresponsal de guerra”. Y guerra he tenido…». Covadonga O’Shea (Getxo, Vizcaya, 1938) sonríe con el gesto; con sus ojos que se achican, diminutos; con las manos siempre abiertas. Sonríe todo el tiempo, y se muestra amable y agradecida. «Siempre me ha encantado meterme en líos nuevos». Así que cuando la llamaron para fundar Telva, lo vivió como «un viaje a la Luna». Su expedición como directora duró 27 años (de 1970 a 1997). «Un día pensé: “Ya”». Y acepté dirigir un máster de Moda en Galicia». Allí se inventó el prestigioso ISEM Fashion Business School que, 12 años después, entregó a la Universidad de Navarra.

«Mi prioridad ha sido hacer algo beneficioso para los demás. Con la revista, yo veía a una mujer que cambiaba, y creía que había que apoyarla». La moda también era un vehículo para hacerlo. O’Shea reniega de su punto de exageración o libertinaje. «Hablamos de arte, talento y muchos puestos de trabajo. Es un estilo de vida». A ella la definen los creadores que ama. Armani, «porque entendió a la nueva mujer y por su sentido estético». De Balenciaga: «Su sobriedad y creatividad». Y, en otros términos, un buen conocido, Amancio Ortega: «Comparto cómo valora el trabajo, la virtud de saber rodearse de gente más inteligente que tú».

Aunque ha ejercido más el periodismo, también estudió Filosofía y Letras. «He intentado ser una periodista que piensa». Eso la ha llevado a buscar más allá de los front rows de Nueva York o Milán «personas de las que aprender». Como Golda Meir. «Me contó que, siendo ministra de Asuntos Exteriores de Israel, sintió la necesidad de ejercer de abuela y se fue al kibutz con sus nietos. ¡Y ahí la buscaron para que fuera la primera ministra mujer! Increíble».

Aficiones, cuenta dos: la familia y el trabajo. «Ah, y la amistad. Te hace una persona completa». Buena compañera de sus libros, de sus maestros aprendió que «lo más importante es hacer las cosas bien cada día». Y en eso sigue. Haciendo gala de un talentazo: su buen humor. «Me niego a soltarle el rollo a los demás o a mí misma». Covadonga se esfuerza en ello cada día. Parece su consigna: «Hay que empeñarse. No decir nunca que no puedes, e intentar hacerlo». Quizá por eso, con 77 años, codirige una consultoría, O’Shea&Moro, que, entre otras cosas, ha colaborado con el lanzamiento de Primark en España. Por supuesto, le pedimos un consejo de estilo: «Vestir dejando claro quién eres. No hay nada como un buen espejo.