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10 trucos para mejorar tus fotos de gatos

Analizamos de dónde viene la fiebre por publicar fotos de gatos en internet y os proponemos algunos consejos para mejorar las vuestras

“El gato es la mascota de internet”. Así de rotunda es Delia Rodríguez, autora del libro Memecracia. Charlamos con ella para que nos de algunas claves sobre la fiebre gatuna que se deja ver en toda clase de webs y redes sociales. Entre las razones que nos da para que estos animales hayan desbancado a otros en nuestras pantallas esta que aparecían ya en las webs más antiguas. Pues eran y son la mascota favorita de muchos geeks.

También nos cuenta que uno de los primeros grandes memes de internet fue el del gato bonsái, obra de un estudiante del Instituto de Tecnología de Massachussets. Su gamberrada consistió en crear una página con fotos de gatos metidos en botellas. En ella explicaba como estas mascotas podían convertirse en objetos decorativos. El bulo provocó la ira y la consternación de muchos internautas.

Aunque la enorme presencia de gatos en la red tiene incluso connotaciones políticas. Tal y como señala Delia Rodríguez en Memecracia el estudioso de los medios Ethan Zuckerman tiene esta teoría: “Cuando los gobiernos controlan las libertades a través de la censura de estas plataformas (Blogger, Twitter, Facebook, etc.) y afectan a los contenidos inofensivos, los activistas quedan más protegidos que si utilizaran otro tipo de plataformas, mientras que los no activistas se indignan por la intromisión y aprenden a utilizar herramientas anticensura”.

Otra cosa que sorprende del fenómeno gatuno en internet es que algunas de estas mascotas se hayan convertido en estrellas. Esta periodista nos pone los ejemplos del japonés Maru o Choupette, el gato de Karl Lagerfeld. Ambos proporcionan mucho dinero en publicidad, derechos de imagen, licencias, giras, merchandising o libros.

En cualquier caso, sea o no rentable, el gato con frecuencia es la estrella de una casa para sus dueños. Por eso son fotografiados compulsivamente y sus retratos difundidos a los cuatro vientos. Aunque, eso si, a veces el resultado deja bastante que desear. Para remediarlo hemos preparado 10 consejos con los que mejorar fácilmente las fotos que hacemos de los auténticos reyes de internet.

Eva Longoria posando con su gato.

Getty

Espíale. Si no tienes problemas en invadir la privacidad de tu gato puedes fotografiarle cuando está sólo en una habitación. Quizá no logres ninguna foto espectacular pero desde luego saciarás tu curiosidad. Para ello puedes usar una cámara que te permita realizar fotos en modo time-lapse. O bien usar un teléfono con alguna de las numerosas aplicaciones que permiten ir disparando fotos en el periodo de tiempo que establezcamos. Camera Zoom FX para Android y KitCamera para iPhone cuentan con un modo time-lapse perfecto para espiar gatos.

Intenta que se haga un selfie. Quizá la mejor foto que puedes lograr de tu gato es la que se haga el mismo. Sí, aunque te parezca mentira es posible que un gato se haga su propio selfie. Otra cosa es que tu teléfono o tableta salgan ilesos de esa prueba. Para lograr que se autorretrate puedes usar la aplicación Cat Snaps, disponible para iOS y Android. Funciona mostrando una bola en movimiento en la pantalla para que el gato se sienta tentado a tocarla. Cuando lo hace se activa la cámara delantera del dispositivo y el selfie queda listo para que se lo enseñes hasta el último habitante del planeta. Algo que puedes hacer en la página de Facebook de la aplicación o dónde se te ocurra.

Se más rápido que él. Si quieres captar a un gato cuando se mueve a la velocidad del rayo lo mejor es que ajustes tu cámara en el modo mascota o en el de fotografiar a niños. O en su defecto podemos establecer el de deportes. Son los más adecuados para captar escenas de acción. Con ellos es probable que logres alguna foto que merezca la pena mientras salta, vuela o mueve sus cuatro patas a toda pastilla. Aunque, eso sí, es difícil que logres esa hazaña en la penumbra. Al menos si no cuentas con una buena cámara. Si no es así mejor inténtalo a plena luz del día. A propósito, al seleccionar esos tres preajustes en la cámara estos puede activar o no el disparo en ráfaga. Asegúrate de que seleccionas esa opción y haz fotos como si no hubiese un mañana.

Engáñale. Una de las cosas que definen a los gatos es el increíble pasotismo del que pueden hacer gala. Por eso lo más normal es que si intentas que un gato mire a la cámara pierdas el tiempo. Aunque puedes engañarle con una app de cámara como Catch your eyes camera. Lo que la diferencia es que el teléfono emite varios sonidos, entre ellos los de un gato o un perro, para captar inmediatamente su atención y así hacerle la foto. Aunque, eso sí, quizá el gato salga con cara de susto.

Ponte a su altura. Los gatos con frecuencia tienen la manía de estar tirados por el suelo o subidos en lo alto de un armario, pero rara vez están a tu altura. Así que para evitar que la mayoría de tus fotos de gatos sean planos en picado o en contrapicado no vale quedarse quieto, hay que moverse y adoptar su punto de vista. Siempre, claro, que sea posible. Que tampoco es cuestión de acabar cayéndonos de un taburete por hacer una foto gatuna.

En las distancias cortas enfoca sus ojos. Un error muy común cuando fotografiamos a un gato a corta distancia es que aparezca enfocada cualquier parte del cuerpo menos su cara. Aunque damos fe de que algunas cámaras detectan a los gatos al activar el enfoque por detección de rostros. En cualquier caso lo mejor es enfocar manualmente a la cara. Algo que es especialmente recomendable si el gato aparece de perfil o si hacemos la foto muy de cerca.

El flash sólo a plena luz del día. Disparar un flash apuntando a los ojos de un gato puede provocarle un ataque de pánico y logrará que sus pupilas brillen como si fuesen dos linternas. Por eso el flash recomendamos usarlo sólo en exteriores, con luz de día y disparándolo a cierta distancia. Esto no sirve con un móvil, pero si en el caso de que usamos una cámara con un objetivo de tipo zoom para no llamar demasiado la atención del animal. El flash, si tiene la suficiente potencia logrará enfatizar su figura, pero no le molestará.

Los retratos mejor de gato en gato. Si no tienes mucha maña haciendo retratos a gatos y además quieres que más de uno pose guapo para tu foto lo tienes complicado. Dos gatos juntos es difícil que se estén mínimamente quietos, sobre todo si hay alguien más presente. Así que hasta que no tengas un poco de técnica mejor hazles fotos uno por uno. Pero si te obstinas en retratar a varios un buen método es usar una cámara con zoom y fotografiarles a distancia. De esa forma al menos no se percatarán de que estás al acecho y quizá mantengan un poco las formas.

Si el gato es negro mejor usa un fondo claro. Los gatos más difíciles de fotografiar son los de color negro. Si estos aparecen sobre un fondo oscuro o hacemos la foto en un entorno con poca luz la cámara no logrará enfocarlos correctamente, sobre todo si tenemos activado el autoenfoque. Así que lo mejor es, nuevamente, recurrir al enfoque manual. Para evitar que un gato negro aparezca camuflado con el entorno puedes intentar que aparezca frente a un fondo claro en el que resalte. También es importante mirar en los ajustes de la cámara la forma en la que esta mide la luz. Si se encuentra ajustada para medir sólo el área del centro de la imagen, y justo ahí es dónde está el gato negro, la cámara se volverá loca porque pensará que estamos a oscuras. Para evitar eso debemos activar el modo de medición matricial. Así la cámara medirá la luz de todo el conjunto de la imagen.

Abre o cierra las cortinas. Una diferencia importante a la hora de hacer fotos de gatos o perros es que unos solemos sacarlos a pasear por la calle y a los otros no. Por eso la mayoría de fotos de gatos se hacen en casa. Algo que puede ser un problema si la luz es escasa y no contamos con una buena cámara. Pues por ejemplo las de los móviles suelen dar muy malos resultados cuando hacemos fotos con poca luz. El mejor momento para hacer fotos dentro de casa es el atardecer o el amanecer, pues a esa hora la luz es más suave y produce sombras menos acentuadas. Por otra parte, la mejor herramienta para iluminar una habitación no son las lámparas, son las cortinas. Con ellas podemos jugar con la luz natural. Como se hacía en los antiguos estudios de retrato del siglo XIX antes de que se inventaran los focos eléctricos.

El gato más feliz del mundo.

Imagen vía Facebook Buzzfeed

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