Rescata tu viejo pareo porque vuelve como el accesorio estrella del verano
La denostrada prenda, esa que hace unos años podía avistarse en cualquier playa del mundo desde Benidorm a las Seychelles, regresa dispuesta a recuperar su trono.
Es una de esas tendencias inesperadas que regresan desde el pasado para protagonizar el verano. El denostado pareo, ese que hace unos años podía avistarse en cualquier playa del mundo desde Benidorm a las Seychelles, vuelve con ganas de recuperar su trono en las orillas del mar y en el césped de las piscinas. Al menos, eso pretende Zara, Oysho o Mango, que combinan sus fulares y pañuelos con las prendas de la sección de baño e incluso han lanzado algún modelo propiamente dicho (con estampado tropical incluido). Dolce & Gabbana, Emilio Pucci (su eterno defensor) o la firma de baño Eres también venden sus opciones en templos del lujo como Net-a-porter. No en vano Chanel los rescató por todo lo alto en su colección Crucero 2018.
Pero la culpa de su regreso este verano probablemente la tenga Jacquemus. Su desfile para esta temporada ha sido el punto de partida de las colecciones low cost. Los grandes sombreros de paja, las sandalias con tacón arquitectónico, las camisas blancas de generosos botones o el estampado de lunares marcan el verano. Uno de los pocos elementos de su colección La Bomba que faltaba por reinterpretar era el pareo, que colocó a varias modelos en un look un tanto confuso: no estaba claro si lucían un body con falda o un bañador con pareo. A ese mismo despiste juegan las grandes cadenas. Algunas quieren darle una segunda y veraniega vida a los pañuelos mezclándolos con tops y otras han creado faldas-pareo que lo mismo sirven para pisar el asfalto que la arena. Zara, la más atrevida, lo ha visto claro y defiende su vuelta por todo lo alto: vende un modelo de estampado étnico y otro que recrea un paisaje. Todo muy retro y muy fiel a los días de gloria de esta prenda.
Aquellas que quieran recuperar el pareo encontrarán en YouTube un sinfín de tutoriales sobre cómo atarlo de distintas formas: al cuello para convertirlo en vestido, en modo palabra de honor minifaldero o a la cadera como mandan todas las propuestas de 2018. Las más escépticas con este inesperado regreso pueden optar por su prima hermana: la falda-pareo. En versión mini o por debajo de la rodilla, este tipo de prendas se atan o abrochan a la cadera como si de un pareo se tratase. Es fácil encontrar buenos ejemplos en el universo low cost (Oysho o & Other Stories tienen las suyas), pero también en grandes firmas como Miu Miu, Rosie Assoulin, Marina Moscone, la nórdica Ganni o Art Dealer, la firma con base en Barcelona de Carlota Cerutti (que trabajó en el equipo de la bloguera Chiara Ferragni). La idea es elegir una estampada que se confunda por colores y corte con el pareo de toda la vida.
En un momento en el que los capazos de playa reducen sus proporciones para transformarse en el bolso del verano, los bañadores se llevan a modo de body en cualquier circunstancia y las chanclas de plástico calzan nuestros pies más allá de la piscina, tiene más sentido que nunca recuperar la falda con pinta de pareo para caminar por la ciudad. Leandra Medine, visionaria de las tendencias, ya lo hizo hace un par de veranos y lo inmortalizó en su blog Man Repeller.
Pero el pareo de chiringuito y tumbona, el que fue reemplazado por el caftán y dejó de tener sentido para «disimular tripa y caderas» en tiempos del topless, también quiere volver convertirse en la prenda cool de la temporada. Anudado al centro o a un lateral, como proponen las marcas de moda, es una forma más estilosa de lo que recordábamos para ir a la playa sin complicaciones. Si han vuelto los bañadores de una pieza y los bikinis retro, ¿por qué no iba a hacerlo el pareo?
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