El mono de trabajo es la prenda que necesitas esta primavera (y tenemos tres razones)
Pasarela, street style y grandes cadenas se ponen de acuerdo para encumbrarlo como tendencia del momento. ¿Cómo pasó de uniforme utilitario a imprescindible de la moda?
Hay prendas que no se convierten en tendencia instantánea pero que, a base de verlas temporada tras temporada entre las propuestas de las grandes firmas, terminan calando. El mono de trabajo es una de ellas. Se dejó ver tímidamente en las colecciones del pasado verano y volvió a probar suerte en las del otoño-invierno que está a punto de acabar. La fiebre por la ropa utilitaria que inundó las pasarelas (de las chaquetas de bombero de Raf Simons para Calvin Klein a las Burberry) encuentra en esta prenda su versión más practicable.
El todo en uno vuelve intermitentemente al mundo de las invitadas y sigue sorprendiendo cuando aparece en grandes alfombras rojas, pero más allá de las ocasiones festivas, no cabe duda de que es una opción a tener en cuenta en el día a día. Su silueta se ha ido adaptando a distintas épocas y contextos a lo largo del tiempo y dadas sus connotaciones de empoderamiento femenino (en la Segunda Guerra Mundial los monos de manga corta de Vera Maxwell se convirtieron en una parte fundamental de la ropa de trabajo de las mujeres) se antojan como perfecto uniforme en tiempos de –necesaria– reivindicación feminista. Más tarde, estrellas del viejo Hollywood como Katharine Hepburn o Janet Leigh (Psicosis) lo convirtieron en símbolo de glamour y diseñadores de la talla de Yves Saint Laurent o André Courrèges firmaron sus propias versiones. Ni la estética setentera ni las noches en Studio 54 hubiera sido lo mismo sin él, como tampoco los armarios de David Bowie, Elvis Presley o Freddie Mercury.
Ahora vuelven con una estética similar a la de los años 50 imitando el ‘modelo para la fuga’, una creación de Elsa Schiaparelli utilizada en los refugios antiaéreos que estaba confeccionado con resistente tela de paracaídas, cremallera, pernera ancha y cuatro grandes bolsillos pensados para guardar todo lo necesario en caso de tener que huir. Estas son las tres razones que justifican su regreso:
Es la prenda que puso de acuerdo a las grandes firmas
Giambattista Valli, Hermès, Alberta Ferretti, Emilia Wickstead, Marine Serre, Stella McCartney o Isabel Marant, entre otras, son algunas de las marcas que subieron el mono a la pasarela en sus colecciones primavera-verano 2019. Incluso las enseñas más románticas de la lista –Valli, por ejemplo– dejaron a un lado las versiones pensadas para invitada y se decantaron por una misma apuesta: grandes proporciones, cremalleras o botones, cinturón y una inconfundible inspiración en los monos de trabajo. La propuesta de la diseñadora Marine Serre (a la derecha en la foto) va un paso más allá bebiendo de las carreras de coches.
Ha conquistado a las reinas de las tendencias
La prenda no ha tardado en hacerse viral entre las creadoras y consumidoras de tendencias. Modelos, influencers o editoras se han pasado las últimas semanas de la moda metidas dentro de un mono amplio, cómodo y de estética utilitaria. En algodón, denim, lyocell o incluso tejidos más pesados como el cuero, la clave está en llevarlos con botas moteras o botines de punta, huyendo de las combinaciones más obvias como las sandalias de tacón. De cara a la subida de temperaturas prometen funcionar igual de bien con sandalias o salones de altura comedida.
Ya ha llegado (en infinitas versiones) a las tiendas low cost
Los monos de aires militares o safari son los favoritos de las grandes cadenas, que han tomado buena nota de las propuestas de pasarela y han llenado sus colecciones de opciones para casi todos los gustos. La pauta la marcan los modelos de manga larga o tres cuartos, cuello camisero y cinturón, sobre todo, en tonos verdosos o neutros. En marcas como Zara, Mango, H&M o Bershka es fácil hacerse con una versión económica de la prenda que promete triunfar en las calles los próximos meses.
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