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¿Frenéticos o idealistas? Por qué el mundo de la moda está dividido en dos bandos

Mientras Nueva York y Londres apuestan por desfiles con prendas que se vendan al instante, París y Milán se rebelan contra la inmediatez del ‘lo veo, lo quiero’ y apelan al romanticismo del lujo.

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Imaxtree

«Los desfiles que se compran al instante niegan el sueño del lujo». François Henri Pinault lo tiene claro. En el nuevo horizonte sobre cuándo se deben comercializar las prendas de los shows de moda, lo mejor es anclarse en el romanticismo y esperar esos meses de rigor que apelan al sueño de la exclusividad. Ni ganas del ‘lo veo, lo tengo’ que defienden ahora Burberry, Tom Ford, Tommy Hilfiger o Vetements, firmas que han confirmado que venderán sus diseños inmediatamente después de cada desfile. El presidente de Kering –el conglomerado del lujo que engloba a Gucci, Stella McCartney, Alexander McQueen e Yves Saint Laurent, entre otras–, declaraba esto recientemente a Bloomberg, poniendo en evidencia la dicotomía comercial que está sacudiendo los cimientos de la moda. Una división en la que dos bandos opuestos se disputan mucho más que un baile de tiempos sobre la comercialización del producto. Hablamos de dos universos diferenciados en los que también está en juego rendirse a las nuevas pautas que marca la generación Instagram, la que prefiere desfiles espectáculo y prendas viralizables. Aquí, el quién es quién de este nuevo (y cambiante) escenario:

Los idealistas (e inmovilistas)

Qué quieren

Seguir igual. Es decir, reivindicar dos grandes colecciones anuales y unos meses de espera. La de primavera-verano se muestra en el desfile de septiembre y llega a las tiendas en enero. La de otoño-invierno se muestra en pasarela en febrero y llega a los puntos de venta en agosto. Todos, prensa y compradores, descubren la colección en el desfile.

Qué marcas son

Principalmente, las que operan desde París. Por ahora el conglomerado francés Kering ha confirmado que seguirá con este modelo (Gucci, Stella McCartney, Alexander McQueen e Yves Saint Laurent –aunque Slimane juega al despiste con sus colecciones unisex o desfilando en Los Ángeles y no en París–). Ralph Toledano, presidente del organismo que regula la moda en París, la Cámara Sindical, defendía este modelo esta misma semana al WWD, donde especificó que la lista de firmas que se quedan como están: Hermès, Dior, Chanel, Chloé, Issey Miyake, Isabel Marant, Balenciaga, Lanvin, Sonia Rykiel, Dries Van Noten, Maison Margiel, Paul Smith y Kenzo.

Por qué prefieren este modelo

Toledano alega que los clientes no buscan comprar después del desfile. Por lo visto, la cámara sindical preguntó en las boutiques que tiene por el mundo si los clientes preferían cambiar el modelo. «Ni una sola persona dijo que es un problema», ha dicho y asegura que «nuestra clientela está informada y sabe cómo funciona el sistema».

Carlo Caspasa, presidente  la Cámara Italiana de Moda también ha expresado su malestar frente al nuevo horizonte que marca el efectismo del deseo del aquí y ahora. «Entiendo la necesidad de la tecnología, la debemos usar, no que ella nos utilice», ha dicho al WWD. «El sistema no está del todo mal. Funciona. Muchísimas empresas han crecido en los últimos años. Tenemos que pensar en las firmas pequeñas y medianas, tenemos que protegerlas para que puedan permitirse producir colecciones ahora y para ellos podría ser complicado venderlas sin organizar un desfile».

Desfile primavera-verano 2016 de Chanel.
Desfile primavera-verano 2016 de Chanel.Getty

Los reformistas (o frenéticos)

Qué quieren

Romper con el sistema. Convertir los desfiles en espectáculos por y para el comprador. Nada de esperar cinco meses. Lo que se desfila en septiembre y febrero se vende en tiendas inmediatamente. ¿Ese vestido de Tom Ford de fiesta de lentejuelas? Al día siguiente en su punto de venta listo para satisfacer el ansia de compra que tan bien ha explotado el fast fashion en los últimos años. El sistema comercial cambia por completo y se sustenta por dos vías. Por un lado, la prensa especializada y los grandes compradores podrían ver la colección meses antes del desfile con presentaciones a puerta cerrada, lo que aseguraría su papel de prescriptor de tendencias. Por otro, el desfile-show sería la estrategia para anunciar una colección que se pondrá a la venta inmediatamente.

Qué marcas son:

Por ahora ya han confirmado que se pasan a este modelo Burberry, Tommy Hilfiger, Michael Kors, Rebecca Minkoff, Vetements, Thakoon y Tom Ford. Dos de los bolsos que desfilaron ayer por Prada también se pueden comprar hoy. Versus ya lo ha hecho y Donatella Versace ya vendió alguna de las prendas de su último desfile de mujer al día siguiente. La mayoría de las firmas estadounidenses se muestran a favor del cambio. Otras voces que se mostraron pletóricas por romper de una vez con el modelo, según recogía el WWDpero que todavía no se han posicionado en firme: Diane Von Furstenberg, Francisco Costa de Calvin Klein, Linda Fargo (vicepresidenta de los prestigiosos almacenes Bergdorf Goodman), Andrew Rosen de Theory. El Consejo de Diseñadores de América (la CFDA) lleva tres meses elaborando un estudio de mercado para valorar el impacto económico de un cambio que parece inminente en el país.

Por qué prefieren este modelo:

Los disruptivos aseguran que el uso masivo de la tecnología y de herramientas como Instagram ha cambiado el paradigma; además de la innegable influencia de las cadenas del fast fashion, que han acostumbrado al consumidor al aquí y ahora.Creen que los clientes ya se han cansado de ver prendas en blogs, instagrams y webs (además de los plagios de la moda rápida de rigor), por lo que esperar cinco meses para hacerse con ellas no tiene sentido. «Deberíamos poner a los clientes en el centro del proceso creativo. Hemos perdido el rumbo. Les enseñamos abrigos de franela en junio cuando ellas están pensando en shorts. Gastamos centenares de miles de dólares en crear excitación y ruido mediático para crea una imagen de marca con los desfiles, permitiendo a las cadenas de fast fashion que lo copien todo en pocas semanas, mientras nosotros tardamos cinco meses en entregarlo al cliente. Para entonces, esa compradora estará cansada porque lo habrá visto en demasiados posts e imágenes», asegura la tótem Linda Fargo. La lógica del mercado capitalista versus el romanticismo, idealismo y elogio del tiempo de algunos creadores europeos. ¿Quién ganará la partida?

Imagen del desfile de Burberry en la semana de la moda londinense el pasado lunes. La firma británica puso a la venta esta colección justo después del desfile.
Imagen del desfile de Burberry en la semana de la moda londinense el pasado lunes. La firma británica puso a la venta esta colección justo después del desfile.Getty

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