_
_
_
_

Por qué dejar que tus vaqueros blancos se manchen los hace mejores

El denim blanco está de moda pero, ¿te agobia que se ensucien continuamente? Entonces, sigue leyendo.

Vaqueros blancos de Zara, Rouje y Zara (de izquierda a derecha).
Vaqueros blancos de Zara, Rouje y Zara (de izquierda a derecha).Cortesía de Zara y Rouje

Si hay algo que nos retrotraiga al verano de manera inmediata, después de las camisetas de rayas y los vestidos sueltos, eso es sin duda los vaqueros blancos. Es la prenda que, incluso, cuando la primavera empieza a hacer acto de presencia anuncia la llegada inminente del verano. Hay años que la fiebre es más intensa que otros y 2019 es uno de esos en los que los pantalones blancos pasan a ser el fondo de armario imprescindible.

Cropped, de corte mommy, acampanados o pitillo, no importa la forma que elijas pero, lo que está claro es que unos tienen que estar en tu guardarropa. Sin embargo, cuando te dispones a hacerte con algunos esa vocecilla interior te advierte: te van a durar blancos un minuto. Van a estar más tiempo en la lavadora que en la calle. Lo que hoy es blanco inmaculado mañana será una amalgama de manchas varias. Razones todas ellas de peso que te hacen plantearte si tener unos vaqueros blancos es verdaderamente imprescindible, ¿podrás salir a la calle tranquila sabiendo que ESA mancha está ahí?.

Para las que no soportan la idea de salir a la calle con una sola imperfección, deben de saber que en realidad los pantalones blancos manchados son mucho más estilosos que los recién salidos de la tienda.

Es el encanto de una prenda vivida, la forma y el sabor que solo el uso le dan a las cosas y que, al fin y al cabo, las convierte en únicas y especiales. Esa mancha de óxido que provocó aquel paseo en una bici antigua y que no sale o la de cerezas después de una tarde de vacaciones sentada en la hierba no solo te traerá recuerdos cada vez que te los pongas sino que además, hará que esos pantalones no se parezcan a ningún otro. ¿Si tenemos ese gusto por lo usado con nuestros bolsos o guantes de piel, por ejemplo, por qué no tenerlo con nuestros pantalones blancos?

Propuesta de Reformation.
Propuesta de Reformation.

Por no hablar de lo liberador que puede llegar a resultar. No hay más que recordar aquellos tiempos en los que llevar las zapatillas blancas como nuevas era tendencia. Una no ganaba para deportivas o perdía la tarde buscando cómo dejarlas deslumbrantemente blancas. Hoy no solo puedes llevar el par más destrozado que tengas por casa sino que directamente puedes comprarlas desgastadas de fábrica. Toda una tranquilidad saber que estén en el estado que estén tus deportivas nadie te va a juzgar por ello.

Lo mismo ocurre con los pantalones de cortes estéticamente cuestionables. Que los ‘mommy jeans’ sean unos vaqueros que no lo queden bien absolutamente a nadie es de lo más revelador. Llevas algo que te sienta mal, porque quieres y además eres socialmente aceptada porque es pura tendencia.

Vaqueros anchos con cordón de Pull & Bear.
Vaqueros anchos con cordón de Pull & Bear.Cortesía de Pull & Bear

En lo que se refiere a los pantalones blancos es otra forma de soltar prejuicios y dejarse llevar, ¿qué más da que se ensucien nada más comprarlos? Solo hay que asumir desde el principio que esta es una prenda para presumir de imperfecciones, sin complejos. De la misma manera que compramos ropa de lino para que se arrugue desde el minuto uno, compremos pantalones blancos y dejemos que se manchen. Y siempre puedes tomártelos como una sesión de mindfullness de lo más productiva.

De Zara y con campana.
De Zara y con campana.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_