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El ‘Made in Spain’ no es un mito

Aunque cada vez son más escasas, hay empresas de moda que han decido fabricar en nuestro país. Hablamos con sus responsables, que defienden que es posible mantener unos márgenes de beneficio razonables sin salir de aquí.

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Ahora que la (desgraciada) actualidad ha vuelto a poner el foco sobre algunas marcas occidentales que fabrican sus prendas en talleres de países asiáticos, hacemos un viaje a la inversa para detenernos en las firmas que tienen a España o Europa como centro de su producción.

Haberlas haylas, aunque son cada vez más escasas. Hemos hablado con los responsables de algunas de ellas. Defienden que es posible mantener unos márgenes de beneficio razonables sin salir de ‘casa', pero también que la deslocalización no significa necesariamente dejación ética. Sobre la mesa, además, una cuestión para la reflexión: si sólo producimos fuera, no permitiremos que la innovación en el textil llegue a España.

Malahierba: de Barcelona al mundo

Las prendas de Malahierba para mujer son diseñadas y fabricadas íntegramente en la capital catalana y desde allí venden a tiendas multimarca de España, Japón, Bélgica, Reino Unido o Francia.

Jesús Moreno, que junto con Marijo Torres se encarga de la parte creativa del negocio, nos cuenta que producir en España fue una cuestión que surgió de forma natural de acuerdo a sus principios."Cuando en 2008 montamos la marca decidimos hacer un tipo de moda personal y sostenible. Veníamos de trabajar en multinacionales y queríamos hacer prendas basándonos en el comercio local, cuidar los detalles y responsabilizarnos de nuestro trabajo. Esto es nuestra pasión".

En su tienda del barrio de Gràcia cuentan con un público fiel y entregado, aunque reconocen que apostar por este concepto de negocio puede resultar arriesgado. ‘Uno de los grandes problemas es que el consumidor ha asumido que la ropa ha de ser muy barata por la falsa llamada 'democratización de la moda' y si eres una marca de precio medio pasas a ser considerado caro para el público pero tampoco encajas dentro del lujo, así que tu zona se reduce", señala Jesús.

Moreno cree que sí ponemos atención en sectores como el de la alimentación,  pero el de la moda se nos sigue resistiendo. "Hay cosas de lógica, si compras un kilo de tomates biológicos a 3€, por poner un ejemplo, es imposible que un pantalón cueste 9€ y se haya producido de forma ética o no contaminante, sobre todo si viene del otro extremo del planeta".

Victoria: 98 años fabricando calzado en La Rioja

Esta firma, a la que muchos asociamos con las coloridas playeras de lona, fabricó el años pasado más del 90% de su producto en España y su idea es seguir aumentando su producción aquí. "Para nosotros –dicen– es muy importante diseñar y fabricar moda MADE IN SPAIN".

Como bien explica Ana Pérez Sevilla, Directora de Exportaciones, "las zapatillas Victoria se fabrican en España desde 1915, por lo tanto, tenemos detrás una tradición y un saber hacer que está muy vinculado a la industria española, pero también tenemos algunas líneas de producción en Asia, las menos, en las que exigimos el mismo control de calidad y respeto por los derechos humanos".

Victoria, que defiende los procesos de producción tradicionales y respetuosos con el medio ambiente, pone también el acento en la buena imagen que las marcas españolas tienen en el exterior:  "Es una evidencia que deslocalizar la producción permite a nuestra competencia hacer grandes inversiones en publicidad o reducciones en precios muy agresivas, pero sin embargo, el consumidor extranjero valora muchísimo el MADE IN SPAIN, lo cual nos está ayudando mucho a mejorar nuestras exportaciones. Esta tendencia se está extendiendo en Europa, ya se está empezando a hacer notar en el mercado nacional".

Zapatillas de Victoria que fabrica el 90% de su producto en España.

Mercules: bolsos con personalidad inspirados en el Viejo Oeste

Detrás de esta marca creada en Barcelona en el verano de 2010 está la diseñadora Mercedes Gallego. Formada en la prestigiosa escuela londinense Central Saint Martins antes de crear su propia empresa estuvo a las órdenes de John Galliano, Dior y Loewe.

Gallego explica que "en Mercules cuando hay una campaña en la que tenemos que fabricar más producto de lo normal, nuestro taller habitual reparte el trabajo con otros fabricantes. En España aún quedan suficientes fabricantes capacitados para hacerse cargo de producciones grandes, eso sí a precio de España y no todo el mundo está dispuesto a pagar más. Ese es el problema. Por eso cada vez quedan menos fabricantes. Nos los hemos cargado y es una lástima", se lamenta. 

Ahora están preparando el lanzamiento de su tienda online donde no sólo venderán bolsos. "Para la siguiente temporada de verano vamos a incluir gafas de sol (entre otros productos nuevos) y nos hemos encontrado con que ya no quedan fabricantes de gafas de sol en España. Los tres que conocía han cerrado este año, así que no tenemos otro remedio que hacerlo en Italia".

También observan que son los clientes extranjeros quienes más aprecian la autenticidad de los artículos. "En España me da la sensación que no somos capaces de valorar lo que podemos ofrecer", sentencia.

El Ganso:  Europa como cuartel general
 
Paradójicamente los primeros pasos de El Ganso se dieron, al igual que los de Malahierba, en la feria Bread&Butter. Desde entonces,  y a partir de la apertura de su primera tienda en calle Fuencarral de Madrid, su desarrollo ha sido meteórico.

En su caso, el 85% de los productos se fabrican en países europeos (España, Portugal, Eslovenia…) y dicen hacerlo así, fundamentalmente, por la capacidad de control que permite la cercanía y la posibilidad de trabajar con un sistema de distribución y reposiciones continúo y muy flexible. "Adicionalmente la calidad de los productos fabricados en estos países es muy alta", sostienen desde la marca.

Favorecer el tejido empresarial español es otra de las ventajas que encuentran del trabajo en casa además de la ya citada flexibilidad. "Cómo desventaja histórica estaban los costes de fabricación frente a otros mercados, factor que se ha reducido con el tiempo y que en parte se suple con la calidad de los productos MADE IN SPAIN".

Con ese estilo tan característico entre lo informal y lo sobrio El Ganso, ha conseguido abrirse camino con puntos de ventas en Chile, Francia o Portugal y tiene ya otros países en el punto de mira. No creen que alcanzado un determinado volumen de negocio sea indispensable producir fuera porque "en Europa hay muy buenas fábricas con precios adecuados. Aunque también entendemos que hay que ver cada producto en concreto y hacer estudios y análisis individualizados".

El consumidor despreocupado vs el cliente comprometido

Hoy en día conocer los modelos de producción de las marcas de moda es relativamente sencillo. Sin embargo, si para medir el grado de compromiso del consumidor español, colocáramos en una balanza a quienes compran en función de las prácticas del fabricante y quienes no, ganarían por goleada los segundos.

"En la Celebración del Día Mundial del Comercio Justo de 2011", nos cuenta Rocío Fernández, "se colocó en el parque de El Retiro un Mapamundi donde había que pegar la etiqueta de la ropa que llevabas puesta, en su país de origen. Todo el mundo se sorprendió al ver la cantidad de ropa fabricada en China, por ejemplo, y reconoció no haberse parado a pensar casi nunca en la procedencia de las prendas que vestían".

Rocío, que colabora en el área de Comercio Justo de la Fundación ‘Taller de Solidaridad’, señala que la deslocalización industrial sólo beneficia al consumidor en lo referente al precio "porque pueden encontrar productos más baratos, pero a veces ni siquiera eso. Existen empresas que abusan de esa política de mercado (que les proporciona mano de obra barata) y luego siguen vendiendo sus productos a un alto precio igualmente". Desde esta Fundación entienden también que "se necesita sensibilizar mucho más a la población sobre qué hay detrás de cada producto que consumimos".

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