Arkano, el ‘gallo’ que saca los colores al machismo y homofobia del rap español
Ayer se celebró la final de la Red Bull ‘Batalla de los Gallos’ en Madrid ante 15.000 personas. Charlamos con el alicantino que ha conseguido revertir los mensajes del género con su prosa feminista e inclusiva.
Cuando media España debatía sobre si Despacito debía sonar o no en una fiesta popular, a Arkano le preguntaron si el rap era machista. Él contestó esto y lo convirtió en viral.
Ayer me preguntaron si el Rap es un género machista y esta fue mi respuesta :) pic.twitter.com/zSFO6eS5jr
— Arkano (@SmoothArkano) August 11, 2017
Su DNI dice Guillermo Martínez pero todos le conocen como Arkano. Este chaval de Alicante que entona «los medios suavizan el dolor causado llamando loco al cabrón que ha violado. A todos los canales, no son enfermos mentales, no, son hijos sanos del patriarcado» es el mismo que cuando superó el reto de rapear en modo freestyle durante 24 horas en la puerta del Sol –seguido por casi dos millones de personas en la televisión de Red Bull y otros tantos miles más en la plaza en directo– dijo «soy altavoz de los que no tienen voz». Saltó a la fama en el mundillo en 2009, cuando se hizo con el campeonato nacional de la Red Bull Batalla de los Gallos con solo 15 años. Seis años después se haría con la final mundial. Él, coronado como estrella entre el público ajeno a este género gracias a sus intervenciones televisivas en programas generalistas como Late Motiv, fue una de las actuaciones invitadas en la final de la Red Bull Batalla de los Gallos que se celebró anoche en el Wizink Center de Madrid, donde unas 15.000 personas vieron alzarse ganador al freestyler Chuty sobre una docena de gallos finalistas de las finales de Barcelona y Málaga.
Arkano simboliza el nuevo rumbo que está tomando un género asociado siempre a un discurso machista y homófobo. Dispuesto a dinamitar todos los estereotipos tóxicos del rap, Arkano es capaz de disfrazarse de león en plena actuación para protestar por «el ego de los raperos«, de editar un libro (Asalto al vacío) donde aclara que los orígenes de su fama no vienen de la crudeza de la calle, sino de la superación personal de un chico «gordito y tímido», o cubre su cara con el espectro arcoiris en Único, su último tema dedicado a la comunidad gay, donde ensalza a iconos como Isadora Duncan o Alan Turing. En el videoclip, vestido de mujer, canta «lamentablemente me dedico a hacer rap, un movimiento de poetas que busca la libertad haciendo gala de una suma discriminación sexual».
El público adora a esta rara avis del freestyle que recuerda el drama de los refugiados sobre el escenario mientras otros, en las batallas de los gallos, recurren con demasiada frecuencia a rapear sobre sus miembros viriles y la sutil capacidad de atragantar con él a su adversarios. «Hay muchísima homofobia en el escenario», lamenta al otro lado del teléfono, «se han normalizado palabras como maricón o gay en tono despectivo, y todavía quedan resquicios en los que a las mujeres se las utiliza como un objeto sin darles un papel activo». Si bien asegura que cada vez «se está evolucionando más» en este tipo de cara a cara en el que se improvisa y que las batallas se están «volviendo más elegantes», Arkano recuerda que en las antiguas «sí que se caía en el insulto fácil y lo básico».
«Arkano es el antigallo. No va ni de duro, ni va vestido como un rapero. Él ha hecho un cambio muy grande, apoyando muchísimo a las mujeres», apunta Mary Ruiz, que ejerció de árbitro en la final de Madrid con su aka Queen Mary. Ella es consciente de la dificultad de las féminas por hacerse hueco en un mundo plagado de testosterona. Las chicas apenan representan el 1% de las inscripciones en las batallas, pero el cambio se está empezando a vislumbrar. «A la mujer, en el hip hop, siempre se la asociaba con el rol de acompañante. Era muy cosificador, pero cada vez hay más proyectos e inciativas donde las chicas están más activas». Esta modelo, actriz y presentadora es una de las mayores expertas en la cultura del freestyle español. «Llevo intentando hacer proyectos con los gallos desde 2006, hasta hice un programa piloto sobre las batallas que nunca se emitió», cuenta. Ruiz, que lamenta que no haya «tantos grupos de amigas acudiendo a los gallos como me gustaría», siguió de cerca el despuntar de La Mala Rodriguez y de Kase O en su adolescencia desde Carabanchel. Ahora se sube al escenario de Red Bull donde también improvisa. ¿Hay mayor escrutinio a una chica sobre el escenario? «Puede que en el tema gallos me sienta más observada y juzgada y note que el público espera el fallo, no sé si para criticármelo, pero yo me lo pasó fenomenal y entiendo que es la dinámica en general del show».
Ruiz aplaude la inclusión de féminas en el género gracias a las nuevas estrellas del trap. «Me pone contenta ver que el hip hop suma y no resta», dice. Arkano tiene más reservas con la eclosión del estilo que parece invadirlo todo ahora. «El rap ha sido muy criticado históricamente y con razón. Hay canciones que están promoviendo naturalizar relaciones tóxicas y la victimización del acosador. En el trap hay de todo, claro, pero sí que hay formaciones que siguen esa tendencia de transmitir ideas machistas, individualistas o enfatizar el consumismo y el capitalismo. Me jode bastante que está sea la asunción del discurso dominante, la verdad. Se suponía que eramos la generación más avanzada, y te encuentras con una moda que es un retroceso bastante importante«.
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