Moda patria en el cine español
Los diseñadores y firmas nacionales nunca se habían visto tan reflejados en nuestras películas. Este verano, cuatro rodajes los han convertido en protagonistas de sus historias.
Para Givenchy, el vestido cóctel que lució Audrey Hepburn en la escena inicial de Desayuno con diamantes marcó un antes y un después en su carrera. Corría la década de los 60 y la comunión entre cine y moda vivía una época dorada en Hollywood. En España, esta unión rara vez ha ido más allá de la mera anécdota: desde el diseño que Balenciaga creó para Rocío Dúrcal en Rocío de la Mancha a las distintas colaboraciones que Almodóvar ha entablado con Chanel, Gaultier o David Delfín en Los amantes pasajeros, no parece que ambos universos hayan sabido (o necesitado) cruzar sus caminos en busca de una sinergia exitosa. Hasta este verano. Varias películas y diseñadores nacionales se han puesto de acuerdo para unir fuerzas y, a lo largo de 2015, la gran pantalla se convertirá en una enorme pasarela patria bajo un guion establecido. ¿Se abre una nueva vía de promoción de la moda española?
SÓLO QUÍMICA
Teresa Helbig, Ángel Schlesser, The 2nd Skin y Jorge Vázquez son algunos de los nombres que acudieron a la llamada de la estilista Ana Osorio
En Solo química, Ana Fernández interpreta a una joven fan que, tras conocer a una estrella de la televisión, se convierte en el último fenómeno castizo de los photocalls. «Ella pasa de tener tres pares de zapatillas a media colección de zapatos de Úrsula Mascaró», explica la actriz. Alejo Sauras notó el peso de la moda en el guion nada más leerlo: «La protagonista transmite a dos mujeres distintas solo jugando con su imagen».
El director de la película, Alfonso Albacete, contó con la estilista Ana Osorio para recopilar parte de los 97 cambios de vestuario de la actriz: «Quería usar moda española y que entrara la mayor cantidad de firmas posibles. Aunque hubo diseñadores a los que les costó, porque un rodaje de cine implica que la ropa esté fuera de los talleres mucho tiempo. Así que en algunos casos tiramos de temporadas anteriores», añade Osorio.
Destaca la apuesta de los creadores al hacer cesiones y no contrataciones, adaptándose a las tallas exigidas. Jorge Vázquez, por ejemplo, nunca se había planteado una colaboración así. «Lo ideal es realizar un diseño integral de vestuario, como en el cine americano clásico. Pero entiendo que es más viable tirar de variedad», apunta. Antonio Burillo y Juan Carlos Fernández, creadores de The 2nd Skin, esperan que su trabajo luzca más que el vestido que le cedieron a Woody Allen para Conocerás al hombre de tus sueños. «Acabó difuminado en la escena de una fiesta…», se lamentan. Con un porcentaje de ventas en el extranjero cercano al 90%, han incluido esta colaboración en sus objetivos internacionales de promoción, que arrancó hace cuatro meses cuando Jennifer Lopez eligió uno de sus diseños para la gala de American Idol. «En el ámbito mediático fue bestial, pero no se notó tanto en el ascenso de las ventas».
Carlos Diez (a la izda., con total look de Ana Locking) ha dirigido el vestuario de ma ma con firmas como Mirto o Ana Locking (a la dcha.).
Ximena Garrigues y Sergio Moya
MA MA
Tras colaborar con Julio Medem en ‘Habitación en Roma’, Carlos Diez cumple un sueño al dirigir el vestuario de Penélope Cruz, entre otros
Ni glamour, ni lujo, ni vestidos de noche. «Como la relación con la moda no existe en la película, he usado otros códigos, yendo a lo cotidiano. Ha sido toda una experiencia», destaca el diseñador, que solo recibió de Medem algunas pautas sobre los colores que no quería y varias pistas para imaginar la atmósfera de un vestuario en el que han participado Loewe, Adolfo Domínguez, Armand Bassi, Amaya Arzuaga, Ana Locking (aficionada a hacer guiños al cine en sus colecciones) o Mirto (sus camisas y pijamas están en muchas películas y series españolas), entre otros.
«Penélope tiene unos 60 cambios de vestuario, Luis Tosar más de 40 y Asier Etxeandia casi 30», recuenta Carlos, que tiene claro que en la relación entre cine y moda ambos mundos se enriquecen. Él no ha utilizado diseños propios; quería «sacrificar» esa faceta suya por la de director de vestuario. Y Asier describe muy bien en qué ha consistido el éxito de su trabajo: «Su nivel de implicación ha sido máximo. Para él lo primero es que el actor se sienta seguro. Que la ropa esté, pero que nunca llegue a molestar».
Compartir el rodaje con Asier, Penélope Cruz y Luis Tosar ha sido un premio. «Verlos actuar en esta película es un espectáculo de fuegos artificiales. Te vas a casa orgulloso de haber formado parte de algo así. Penélope me llegó a decir que quería sentir el vestuario desde los pies, aunque le dolieran, porque si ocurría eso sería por algo. Se me han caído las lágrimas viéndola en acción. Es algo que no podré olvidar», asegura Carlos Diez.
Cristina Rodríguez (izda., con vestido de Harbort) viste a Úrsula Corberó y Natalia de Molina (con total look de Kling y joyas de Mava Haze) en Cómo sobrevivir a una despedida.
Ximena Garrigues y Sergio Moya
REQUISITOS PARA SER UNA PERSONA NORMAL
La devoción de Leticia Dolera por Dolores Promesas le ha llevado a pedirles el vestuario de su primera película como directora
«Me gusta cómo la firma sabe sacarle partido a la mujer dándole un toque naíf, juguetón y divertido», cuenta la actriz. Esas son también las señas de identidad de María, el personaje que interpreta en su primera película como directora y guionista, Requisitos para ser una persona normal. «Me pareció muy interesante ese plus que se podía dar al personaje a través de su ropa», explica Dolera, que no dudó en convocar a Alicia Hernández y Myriam Pintado, diseñadoras de la firma, para plantearles la historia de una chica que decide cumplir una a una todas las condiciones para poder convertirse en una persona ‘normal’.
Entre las tres definieron al personaje, cuyos estilismos en la cinta la convierten en una perfecta frikichic gracias a su colorido y al uso, por ejemplo, de piñas, langostas o robots en los estampados de sus vestidos. «Para algunas escenas hemos rescatado modelos icónicos de la marca», cuenta Alicia, que insiste en que este tipo de colaboraciones deberían ser más usuales. «Los actores piden apoyo, pero, ¿por qué luego llegan los Goya y la alfombra roja se llena de diseñadores extranjeros? Leticia es de las pocas cuyas primeras opciones siempre son nacionales; eso da coherencia a sus peticiones». La actriz lamenta que no exista más tradición de trabajo en común: «Pero los tiempos cambian. De hecho, en este reportaje participamos cuatro películas rodadas prácticamente a la vez que presumimos de usar moda española. Quizá es que ha llegado el momento».
En Requisitos para ser una persona normal Leticia Dolera ha vuelto a apostar por Dolores Promesas.
Ximena Garrigues y Sergio Moya
CÓMO SOBREVIVIR A UNA DESPEDIDA
Dos veces candidata al Goya, la estilista Cristina rodríguez recrea una despedida de soltera con firmas españolas jóvenes
Tiene más de 60 películas en su trayectoria y la diseñadora de vestuario Cristina Rodríguez sigue prefiriendo recurrir a diseños ya existentes antes que solicitar nuevas creaciones. Así tiene mayor control sobre su trabajo. «Si Almodóvar encarga el vestuario de Victoria Abril en Kika a Gaultier, evidentemente luego se tiene que trabajar en función de lo que llega de su taller», dice. Ese problema no lo ha tenido en Cómo sobrevivir a una despedida, cinta sobre un adiós a la soltería en la que han participado firmas como Kling, Hakei, Hunter, Jarapa Jarapa o las joyas de Mava Haze.
«Nuestra marca basa su filosofía en lo original y alternativo», explica Papo Kling, director de la firma. Y ahí estaban Natalia de Molina y Úrsula Corberó para corroborarlo. «Los actores sentíamos que la ropa era justo la que le encajaba a nuestro personaje», dice Natalia. «Cristina insistía en que no quería ponernos nada con lo que no nos viéramos», añade Úrsula.
Rodríguez asegura que la crisis puede ayudar a fomentar las colaboraciones con firmas. «Hay menos presupuesto, así que toca remangarse y colaborar. Pero el cine perdura en el tiempo. Mira Givenchy en Desayuno con diamantes. ¿Qué le ha dado más, ese momento o todas las campañas que han hecho después? Hay que apostar».
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