‘Missing’, la colección de David Delfín que conquistó a los famosos
Rendimos homenaje al malagueño recordando una de sus colecciones más exitosas dentro y fuera de nuestras fronteras.
Cour des miracles fue probablemente la colección más conocida de David Delfín para el público general. Su ópera prima copó la portada de los principales diarios de tirada nacional y robó minutos de telediario ante el desconcierto de quienes no entendían de qué iba eso de tapar la cara de las modelos con capuchas y colgarles sogas al cuello. Un debut polémico y apoteósico que situó su nombre en el mapa de la moda española; una industria que pocas veces consigue estar en la primera plana de la prensa generalista. Tras dejar claro que «no se arrepentía» de irrumpir así en la pasarela madrileña, el desfile de davidelfin (todo junto, como él escribía su marca) se convirtió, temporada tras temporada, en un imprescindible de la antigua Cibeles. Sus propuestas siempre congregaban al séquito del malagueño (Alaska y Mario Vaquerizo, Bibiana Fernández, Juan Gatti, Miranda Makaroff o Raquel Sánchez Silva) y se convertían en las más transgresoras del circuito nacional.
Alejado de los burkas y las sogas de su estreno, David Delfín logró crear una identidad única protagonizada por la tipografía creada por el propio diseñador con la mano izquierda, la fluidez de género (casi todas sus propuestas fueron unisex) y un diálogo constante entre moda y arte. Pero entre todas sus colecciones, más de una veintena, Missing atesora un lugar especial. No solo por rendir homenaje a Alicia, la perrita del diseñador que falleció mientras el malagueño preparaba la colección, sino por la repercusión que la sucedió: sus vestidos sudadera estampados con un As de corazones se empezaron a ver por todas partes e incluso llegaron al armario de Chiarra Ferragni. La italiana más famosa de la blogosfera eligió la pieza para asistir a un desfile de la semana de la moda de Milán y otras tantas celebrities patrias se dejaron ver con prendas de la colección. Miranda Makaroff y Bibiana Fernández lucieron el vestido blanco con rosas en el escote, Eduardo Casanova se puso una de las camisas con cuello-trampantojo en el Festival de Cine de Málaga, la modelo Sheila Márquez se hizo con la sudadera y otros tantos nombres (Gala González o Antonia San Juan por poner un par de ejemplos más) se sumaron a la fiebre por el blanco impoluto ideada por el malagueño.
El punto de partida de la colección fue Alicia, la mascota con la que compartió 15 años y que estuvo presente en todos los backstages de sus desfiles. Por eso decidió bautizar la propuesta como Missing y teñirla de blanco con algunas referencias a Alicia en el País de las Maravillas, película que puso banda sonora a la particular misa póstuma que dedicó a su perrita. La única referencia al luto –como lo entendemos en la cultura occidental– tuvo lugar al final del desfile cuando Bimba Bosé, su eterna musa, apareció vestida de negro con mantilla incluida. También las pequeñas rosas de punto pintadas a mano fueron una especie de reinterpretación de las coronas de flores funerarias. Y el leitmotiv de la que quizá sea su colección más reconocible.
La propuesta otoño-invierno 2013, protagonizada por sudaderas convertidas en vestidos rematados por volantes, camisas con doble cuello y pantalones sastre, pronto se convirtió en carne de editorial (sus prendas llegaron incluso a revistas internacionales). Lo mismo ocurrió con los accesorios. En un ejercicio de surrealismo –concepto muy presente en todas las propuestas de la firma–, ideó mano a mano con Pelayo Díaz (pareja de Delfín en aquel momento) una colección cápsula de bolsos con doble asa que parecían darse la vuelta.
El ‘enfant terrible’ de la moda patria, título con el que le bautizaron numerosos medios, supo devolverle a la industria la dosis de transgresión que tanta falta le hacía. Y demostró que para hacerlo no siempre eran necesarias modelos con el rostro cubierto desfilando al ritmo de un orgasmo femenino. Los diseños blanco impoluto con corazones estampados también pueden ser revolucionarios (que se lo digan a Maria Grazia Chiuri que utilizó el mismo recurso que davidelfin en su primera colección para Dior). La moda de este país le echará de menos. Y ya no está él para convertir en belleza el sentimiento de pérdida y bautizarlo como Missing.
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