Megyn Kelly, la periodista de la Fox que ridiculiza a Donald Trump
La nueva jefa oficial de la tele de EEUU no duda en poner contra las cuerdas el machismo del candidato o en señalar «a cualquier otro idiota que actúe como tal».
Tiene hasta su propia expresión. Hacerse un Megyn Kelly, el 'Megyn Kelly moment' que acuñó el New York Times hace unos meses, vendría a ser cuando varios contertulios del canal estadounidense Fox dicen lo que se espera de unos contertulios de la Fox y llega ella para dejarlos en evidencia. Imaginen que un presentador se pasase el día ridiculizando a Marhuenda y sucedáneos en Intereconomía. Esa es Megyn Kelly al otro lado del Atlántico. La misma que puso contra las cuerdas al machismo de Donald Trump frente a millones de espectadores en el primer debate televisado de los candidatos republicanos y la misma contra la que el magnate ha descargado toda su misoginia… con nefastas consecuencias.
Pongámonos en situación. El pasado 6 de agosto se celebraba el debate republicano en la cadena Fox. De entre todos los candidatos, los medios no dudaron en dar como ganadora a la única que no se presentaba, ¿adivinan? Sí, Megyn Kelly. La moderadora del debate, única mujer de los tres periodistas encargados de hacerlo, fue férrea en sus preguntas con todos los participantes y especialmente dura contra Donald Trump, al que recordó que quizá no tenía el talante para ser presidente por haber llamado "cerdas, gordas y perras" a las mujeres que no le caen bien.
At tonight's #GOPDebate, Fox News host Megyn Kelly was on FIRE
Posted by NowThis on Jueves, 6 de agosto de 2015
Las represalias por dejarlo en evidencia no se hicieron esperar. Horas después entrevistaban telefónicamente a Trump por la CNN y éste acusó a Kelly de no ser "muy rigurosa ni muy inteligente" por cuestionarlo y después pronunció una frase que ya le ha valido ser expulsado de un evento conservador: "le brotaba sangre de los ojos, le brotaba sangre de… de donde sea". En un claro ataque machista, Trump quiso hacerse el ingenioso insinuando que Kelly tenía la regla y estuvo enajenada en el debate. Aunque ella ha pasado de entrar al trapo ("el señor Trump no se va a disculpar y yo, definitivamente, no me voy a disculpar por hacer buen periodismo", ha dicho), merece la pena recordar las claves que hacen de Megyn Kelly la figura periodística del momento:
Es independiente (políticamente hablando)
Así lo defiende en su titular de la portada del número de junio de Variety, donde Kelly se presenta como la nueva jefa de la tele. A sus 44 años, y tras pasar por varios programas, esta presentadora cuenta con su propio show (The Kelly File), un programa nocturno que ha conseguido encandilar al segmento joven de la población, tarea ardua para un canal conservador y diana de las burlas del sector progresista. Lleva años en la cadena, pero se ha erigido como figura clave en las presidenciales de 2016. Lo ha conseguido tras sermonear a políticos republicanos a los que el resto de sus compañeros masajean sin miramientos. Al senador Rand Paul le reprendió por discutir solo con reporteras, arrinconó al gobernador republicano de Arkansas, Mike Huckabee, que dijo que era penoso ver cómo las mujeres maldecían y decían palabrotas en público. "Tengo noticias para ti: no sólo maldecimos, también bebemos, fumamos, practicamos sexo antes del matrimonio y a veces, mangoneamos a muchos hombres", le espetó en pleno directo. En 2012 se convirtió en viral después de pisotear verbalmente a Karl Rove (principal estratega de George Bush) en la noche electoral:
Kelly es una figura controvertida en su canal y, según los analistas, un auténtico enigma para averiguar de qué pie cojea en lo político. Se alinea con los demócratas en derechos sociales y con los republicanos en lo económico. "He votado a sendos partidos", defiende en Variety, donde asegura que Hillary Clinton tiene todo su "respeto". Ella da un aviso para navegantes: "No entiendo a estos políticos que quieren ser presidentes y se quejan de las entrevistas duras. Si actúas como un estúpido idiota, te lo voy a recordar y a señalar". Parece que Donald Trump ya ha tomado nota.
Megyn Kelly, en el debate de los candidatos republicanos a principios de agosto.
Getty
Defiende sus derechos sin miramientos
En la primavera de 2011 Kelly estaba disfrutando de una baja de maternidad por su segundo hijo. Fue entonces cuando el presentador de radio conservador Mike Gallagher tildó a su baja de "timo" porque parecía que estaba escaquéandose del trabajo. El primer día que volvió a la tele, en agosto, convertiría a Gallagher en la diana de sus críticas. Lo sentó en su programa y le dijo: "Para que lo sepas, Estados Unidos está a años luz en lo que se refiere a baja de maternidad. ¿Quedarse embarazada y llevar durante nueve meses a un bebé no crees que merece unos cuantos meses de recuperación y de unión con tu hijo? ¿Ehh?". Cuando Gallagher le respondió que los hombres no podían tomarse ese tiempo de descanso, Kelly le recordó que sí podían. "Se llama Medical Leave Act (normativa que lo regula)".
Gawker, que suele despreciar cualquier cosa que tenga que ver con la Fox, llamó a su discurso "triunfo feminista" y Kelly se convirtió en viral. Desde entonces, a esta exabogada la han intentado tentar de otras cadenas pero ella sigue en la Fox. Tal y como desvela en Variety, jamás ha tenido problemas para negociar su salario. "Siempre me encuentro con gente que me dice, 'no vas a conseguir ganar eso'. Y yo les digo 'conseguiré eso y más. Porque lo valgo y porque soy la mejor apuesta".
Inmune a las críticas
A pesar de que medios de prestigio como el Washington Post, Politico, The New Republic o el New York Times hayan caído rendidos a sus encantos, Kelly no escapa del escrutinio de los progresistas más recalcitrantes. Bill Maher criticó duramente en Real Time (HBO) que hubiese cuestionado el comportamiento de una de las niñas afroamericanas atacadas por un policía en una fiesta en una piscina y desde The Daily Beast ponen el grito en el cielo por el encantamiento del sector progresista ante la periodista. Allí la acusan de ser una "cheerleader racista" de la cadena, por haberla tomado con el nuevo partido de los Panteras Negras o haber defendido que Santa Claus solo puede ser blanco. Entre tanto alboroto mediático, Kelly sigue escalando posiciones y tomando titulares. Ella se postula públicamente como la próxima Diane Sawyer o Barbara Walters. El tiempo, y estas elecciones, lo dirán.
Kelly, en la portada del número de Junio de ‘Variety’.
Variety
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