La ‘abuela’ de moda tiene 69 años y es la madre de Elon Musk
Maye Musk crió a sus tres hijos mientras trabajaba como modelo y nutricionista, se sacó dos másters en Ciencias y ahora se estrena ahora como imagen de la firma de cosmética Cover Girl.
Maye Musk llevaba casi medio siglo trabajando como modelo (y dietista). Había empezado en esto del modelaje a los 15 años en Pretoria (Sudáfrica) y llegó a protagonizar campañas para gigantes como Revlon o Clinique, pero su despegue total llegó cuando apareció en la portada del New York Magazine en 2011 desnuda y embarazada. Tenía 63 años. La foto era un montaje de Photoshop para ilustrar un reportaje sobre paternidades tardías, pero aquella primera plana sirvió para poner en el disparadero más comercial de la moda a la madre de Elon Musk, el inventor y empresario que quiere transportar a la humanidad de punta a punta de la tierra en menos de una hora y en un cohete.
La matriarca del clan Musk –Elon tiene dos hermanos más, Tosca (directora de cine) y Kimbal (emprendedor de la ONG The Kitchen Community–) no ha parado desde entonces: Beyoncé la puso en un videoclip (Haunted), fichó por IMG Models, ha protagonizado varias portadas de revistas de moda como Elle o L’Officiel, ha desfilado en la última semana de la moda de Nueva York (para Zero+Maria Cornejo) o protagonizado campañas para Swarovski, Target. Su último logro es ser imagen de la firma de belleza Cover Girl, una marca de cosmética conocida en EEUU por focalizar su estrategia de marketing en la diversidad. El año pasaron ficharon a un chico, James Charles, y a una joven con hiyab, Nura Afia, y para este 2017 han apostado por la ‘abuela’ Musk (tiene 6 nietos), por Issa Rae (protagonista y creadora de la serie Insecure) o Ayesha Curry (a la que llaman la Victoria Beckham de EEUU).
Musk, dietista reputada con dos máster en ciencias, no duda en denunciar la mala nutrición de algunas modelos. Ella, que perdió 25 kg en los 90 tras una etapa como modelo de tallas grandes y asesoraba en nutrición a las agencias de modelos, desveló en una entrevista reciente en el New York Times que aunque la mayoría de las maniquíes son «delgadas por complexión», no comprende cómo aguantan el estrés y elevado trabajo de las semanas de la moda. «Muchas están demacradas y desarrollan hirsutismo (exceso de vello corporal), por lo que es necesario mantener el calor de su cuerpo porque están muy delgadas y no tienen buena energía».
También aclaró a Vogue que la mayoría de la gente «se equivoca» al asumir que ella es delgada por naturaleza. «No lo soy. Tengo que comer muy sano y ser muy consciente de lo que me meto en el cuerpo. Puedes ser sabio de la nutrición, pero no importa cuánto conocimiento acumules, necesitas estrategias para prevenir el ganar peso. Todavía evito las tentaciones cada día», defiende frente a esas supermodelos que aseguran que están así de estupendas por arte de magia y una dieta basada en hamburguesas. En una entrevista reciente con el desveló que cuando las agencias de modelos le enviaban modelos para que perdiesen 10 kg de cara a un desfile de baño, ella les decía: «Estás perfecta, no necesitas perder peso» y les aseguraba que sí querían hacerlo «tendrás que dejar de comer pizza con tus amigos»..
Por cierto, la matriarca todavía no tiene el Tesla 3. Dice que está en el puesto 300.000 de la lista: «Tengo enchufe, pero no puedo saltarme la cola».
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