Los talentos (y las inspiraciones) de Aries
Isa F. Reviriego publica discos como Aries, escribe libros y blogs, pinta collages y edita fanzines. En 2016 está viviendo el mejor momento de su carrera.
Hace unas semanas, al comenzar su actuación en el festival Primera Persona de Barcelona, Isa Fernández Reviriego (la mujer al frente de Aries) quiso dedicar unas palabras de agradecimiento al festival que dijeron mucho de su personalidad y su forma de afrontar el arte y la vida. En este discurso no solo agradecía la invitación a tocar, sino que agradecía a los organizadores que montaran este tipo de eventos, que había disfrutado de todas las actividades (que fueron desde lecturas de poesía a charlas sobre el mundo del narcotráfico) con alegría, pues estaban protagonizadas por gente que hacía cosas y eso es lo más importante: hacer. “Ver a toda esa gente en el festival teniendo su visión y haciendo cosas tan personales con valentía, me había inspirado mucho, me hacía sentir menos sola y me daba valor para ser yo misma”, nos cuenta.
Ella sabe de qué habla. Reviriego es una artista completa, inquieta y ecléctica. Su reconocimiento principal viene por lo musical, una carrera variada pero coherente que arrancó con el espíritu riot de Electrobikinis desde su Getxo natal, pasó por las Charades en Madrid y hace un lustro se redefinió como Aries, ya en solitario, desde su actual ubicación, Vigo. Acaba de publicar su tercer disco bajo ese nombre, Adieu or Die (La Castanya), con la novedad de que esta vez en Estados Unidos lo publicará K Records, un sello mítico creado en los 80 y en el que han militado Beck, Bikini Kill o Chicks on Speed entre muchos otros. Esta edición internacional, de hecho, la ha llevado a arrancar su gira de presentación en Estados Unidos, donde estuvo en marzo y que ella relata como “una experiencia maravillosa. Aprendí mucho, me curtió también, ya que toqué en sitios muy diferentes con públicos más diferentes. Me gustaría volver a tocar allí el año que viene”. Y tendrá que ser el año que viene, porque de momento su agenda va llenándose: “Antes del verano voy a dar tres conciertos en Portugal que está aquí al lado y tenemos súper poco intercambio con ellos… Me gustaría tener mucha más relación, es un país alucinante. En otoño o invierno nos gustaría poder ir por Europa”.
Su presente musical está en el directo y en defender Adieu or Die, un disco en el que ha creado hasta el último de los sonidos, como suele ser habitual. Isa resume, “siempre he hecho prácticamente todo, menos cuando en el primer disco mi hermana pequeña metió la batería en varias canciones y alguna colaboración puntual en el segundo. Esto me ha hecho aprender mucho e ir adquiriendo más herramientas cada vez”. También reconoce que está en pleno proceso de aprendizaje, y que este tercer disco “me ha llevado más trabajo que los anteriores, sobre todo al inicio. La experiencia ha sido intensa y muy enriquecedora. Sentí bastante desesperación en los meses iniciales, me costó mucho empezar a hacer melodías decentes que funcionasen como yo quería. Entonces siempre te asalta la duda «Igual no vuelve a salirme una canción jamás.» Leí que Robert Foster de los Go Betweens decía «con hacer 4 canciones buenas al año me conformo». ¡No me estoy comparando con él! ¡Faltaría más! Pero esas palabras me calmaron y pensé:» pues es verdad, tranquilidad.» Lo importante es no desistir y seguir tocando y disfrutando. En unas semanas empecé a vomitar canciones y saltar de alegría”.
Precisamente la alegría es un sentimiento que se suele asociar a sus canciones, que suelen jugar con melodías muy pop, el timbre dulce de Reviriego y un muro de sonido. Esto hace que, aunque hable desde la oscuridad o sus letras no sean siempre una explosión de felicidad, se repita un adjetivo cuando la prensa habla de ella: luminosa. Le preguntamos al respecto, reconociendo que servidor ha usado el adjetivo en cuestión en el pasado: “¡Sí que es un comodín! (risas) Pero todos los grupos tienen su palabra comodín a la hora de ser descritos, ¿no? No me importa, es un adjetivo lindo. Me gusta menos cuando se describe como música happy naif pero con connotaciones de «insustancial»… hace poco leí que era música de «unicornios y gominolas» (risas) ¡No fastidies! Pero bueno, cómo la percibe la gente a mí no me compete. Yo no pinto nada en las opiniones de la gente”. Estos sentimientos de alegría que provoca su música es casi algo natural, incluso cuando la creación parte de lugares oscuros. “Realmente las melodías y los arreglos me salen así, es mi manera de contar las cosas. Y me gusta que exista esa dualidad porque así me siento. Yo odio estar triste o de mala leche. Eso no quiere decir que no me duelan o apesten millones de cosas; pero es que también siento gratitud infinita y muchas ganas de vivir. Y supongo que esa sensación es la que acaba supurando la música”. Y nos regala de paso una descripción de la música que le gusta que se ajusta perfectamente a sus propias canciones: “Asimismo, la música que más me gusta se mueve en parámetros parecidos: profusión de armonías, progresiones alegres y melancólicas, ritmos que saltan y rebotan, regustillo experimental”.
Pero la música no es suficiente para inspirarla: su interés se extiende a la autoedición de fanzines, a las artes plásticas (sobre todo collages, pero no solo collages) y a la literatura. El año pasado publicó en Ediciones Chelsea Un rayo ultravioleta, una recopilación de entrevistas, textos propios inéditos y para diversos medios y recomendaciones culturales. “El editor, Álex Díaz (ex-Los Flechazos, ahora en Cooper), me pidió que recopilase textos escritos a lo largo de toda mi vida musical, textos de todo tipo; de carácter más liviano o más reflexivos. La colección (llamada Mis Documentos) funciona así, son cuadernos de cada músico. Yo hice un poco de trampa, con su beneplácito claro, y escribí textos ex profeso ya que me parecía una oportunidad muy buena que no quería desaprovechar. Tardé muchísimo en escribir y elegir bien los textos. Y eso que son muy pocas páginas. Valoro aún más el trabajo de los escritores, ¡qué difícil es!”. Una dificultad que está dispuesta a volver a vivir si surge la oportunidad, pues asegura que la experiencia fue satisfactoria, que le hizo “encontrarme de frente con un montón de sentimientos e ideas”. Aunque no sea en forma de libro, desde hace más de 5 años Isa mantiene vivo su blog La Magia Bruta, donde vuelca extractos de libros, reflexiones, música, mucha música, imágenes y recomendaciones diversas, como libros, discos, artistas o instrumentos. Su visión política del arte y la vida está presente en algunas de esas entradas, también en su música y en su discurso. Ahora que da la sensación de que los artistas tienen que pronunciarse políticamente sí o sí, como una especie de tendencia en la que te mojas o no sales, Isa siempre ha sido clara con su forma de pensar sin necesidad de hacerlo explícito en sus canciones continuamente, pero sin renunciar a ello si lo necesita.
“El tema de la politización de la música -y el arte- es muy extenso y apasionante… Hay mucho escrito y hablado sobre esto y la verdad es que aunque pienso mucho en ello, mis opiniones continúan en proceso de formación. Yo entiendo el arte como el maravilloso canal para expresar tus ideas y sentimientos y me parece tan válido aquel que habla de amor como el que denuncia la corrupción. Sinceramente, no creo que haya que elegir: en la vida hay momentos para todo y es necesario para nuestro espíritu que existan manifestaciones de todo tipo, creo yo. Y me encanta que la gente pueda pintar o cantar sobre lo que le apetezca; o que unos decidan profundizar en aspectos formales y otros en cuestiones ideológicas-conceptuales, por ejemplo. Porque en realidad, si el grupo tiene personalidad, una visión particular y es honesto, eso ya me puede sugerir millones de ideas y valores para organizar el mundo. Quizá para mí, la honestidad y la personalidad sean valores más potentes que otras cosas más explicitas. Se puede estar cantando sobre la corrupción tocando la música más conservadora y pastiche de la Tierra y se puede cantar sobre los pomelos tocando la música más fresca y vibrante del mundo… ¿Quién me remueve más por dentro y me da ganas de salirme de la rueda capitalista? A mí los segundos, pero a otra persona quizá los primeros ¡Es complicado! Entiendo perfectamente que la gente necesite denunciar y mostrar sus ganas de cambio a los cuatro vientos, el mundo funciona de manera deleznable y cruel. Si la gente lo hace por convicción real o por moda… Yo a priori quiero creer en las personas. Si lo hacen por moda el tiempo ya los pondrá en su sitio”.
El collage y la pintura es la otra pata de la creación artística de Reviriego. En su blog va mostrando las piezas que hace, trabajos realizados con elementos de la naturaleza, esculturas egipcias, fotografías y pintura. “Me gustaría editar un cuaderno de collages este año, pero no sé si me dará tiempo. Hacerlos me da mucha paz, me relaja sentarme en casa a recortar, repasar libros y revistas viendo imágenes. El propósito es divertirme y expresarme de otras maneras”. Le pedimos referentes estéticos y no decepciona: “Me inspiran mucho mis amigos y las conversaciones que tengo con ellos y gente como Ray Eames, Parajanov, Maruja Mallo, Svankmajer, Henri Rosseau, Gerhard Richter, Anselm Kiefer, Boticelli, Forcefield Collective, Pelucas, Berto Fojo, Eric Uguet.” Esta faceta la relaciona directamente con su trabajo musical, pues las portadas de sus dos primeros discos son obra suya y tanto las de Aries como las de Charades mostraban un interés especial por darle valor a la forma de presentar las colecciones sonoras. “¡Es bastante importante! Me parece muy interesante y divertido poder poner esto en práctica con el grupo. Poder trabajar con gente que admiro o intentar yo hacer mis historias. Además, poco a poco vas generando una especie de iconografía alrededor de la música. Es una dimensión más”, subraya Isa.
Sin embargo, para este Adieu or Die ha confiado la portada al artista gallego Andrés Magán: “Inicialmente intenté hacerla yo y me atasqué un montón; me quedé seca después de grabar y nada de lo que hacía me convencía. Así que recurrí a Andrés, sabía que él podría hacer algo bonito y me entendería rápido. Vive a dos minutos de mi casa, así que pude ir algunas tardes para hablar y ver sus bocetos… Pero bueno, en realidad sólo le pedí que fuese barroca y colorida. Él lo pilló rapidísimo e hizo lo que quiso y me encanta el resultado”.Tanto Isa como Andrés son dos nombres que están devolviendo la atención a Vigo (y por extensión a Galicia), una ciudad siempre en movimiento e inquieta que tuvo su momento dorado de popularidad durante la llamada Movida Viguesa, de la que salieron Siniestro Total o Aerolíneas Federales, ayudada esta vez por proyectos que surgen en Galicia, como Triángulo de Amor Bizarro, Emilio José, el colectivo Liceo Mutante, Alex Casanova o la productora y cantante BFlecha, otro de los nombres con amplia proyección internacional que ya ha tocado en Europa y México. Esta escena, que incluye también fanzines y artistas plásticos, tiene un carácter independiente y basado en muchas ocasiones en la autoedición y la colaboración. Isa no quiere hablar de escena, le parece que suena demasiado artificial y le resta encanto: “Sí que veo a la gente ayudándose todo el rato, la verdad. La gente comparte, se llama para tocar, colabora, los grupos pedimos portadas y artworks a los artistas que hay aquí, se hacen festivales de música y autoedición… Hay gente con mucho ímpetu y ganas de hacer cosas. Pero a mí no me gusta hablar de «escenas»; me gusta vivir las cosas y dentro de unos años ya se podrá evaluar lo que pasó aquí ¡Hablar de las cosas que están pasando les quita la magia y la frescura!”
Tanto Isa como Andrés son dos nombres que están devolviendo la atención a Vigo (y por extensión a Galicia), una ciudad siempre en movimiento e inquieta que tuvo su momento dorado de popularidad durante la llamada Movida Viguesa, de la que salieron Siniestro Total o Aerolíneas Federales, ayudada esta vez por proyectos que surgen en Galicia, como Triángulo de Amor Bizarro, Emilio José, el colectivo Liceo Mutante, Alex Casanova o la productora y cantante BFlecha, otro de los nombres con amplia proyección internacional que ya ha tocado en Europa y México. Esta escena, que incluye también fanzines y artistas plásticos, tiene un carácter independiente y basado en muchas ocasiones en la autoedición y la colaboración. Isa no quiere hablar de escena, le parece que suena demasiado artificial y le resta encanto: “sí que veo a la gente ayudándose todo el rato, la verdad. La gente comparte, se llama para tocar, colabora, los grupos pedimos portadas y artworks a los artistas que hay aquí, se hacen festivales de música y autoedición… Hay gente con mucho ímpetu y ganas de hacer cosas. Pero a mí no me gusta hablar de «escenas»; me gusta vivir las cosas y dentro de unos años ya se podrá evaluar lo que pasó aquí ¡Hablar de las cosas que están pasando les quita la magia y la frescura!”
Para acabar de esbozar el retrato de Isa Fernández Reviriego como artista, le pedimos que nos hable del momento actual y del futuro, que, como explicábamos al inicio, está cargado de proyectos y actividades, de esa necesidad de no parar nunca de buscar, explorar y crear. Lo cuenta ella misma así: “Ahora mismo estoy centrada en presentar el disco e ir incorporando más canciones antiguas al directo, estoy empezando a componer nuevas, quiero hacer mi libro de collages…. Y al futuro sólo le pido seguir ilusionada y disfrutar mucho: no perder la ilusión y la curiosidad, básicamente”.
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