Los diseños españoles ganan triunfos tras el polémico uniforme olímpico
Tras la polémica que originó el uniforme olímpico español, los creadores de moda unen fuerzas con el deporte femenino, que no para de cosechar triunfos.
Los italianos tuvieron a Armani, los ingleses a Stella McCartney y los estadounidenses a Ralph Lauren. Los españoles, sin embargo, desfilaron en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres con trajes de la marca ítalo-rusa Bosco di Ciliegi. La Asociación de Creadores de Moda de España (ACME) emitió entonces un comunicado mostrando «su más enérgico rechazo» ante la iniciativa. «Generó mucha inquietud. Pero no solo los diseñadores expresaron su descontento, también los deportistas», cuenta Modesto Lomba, su presidente.
Aquel uniforme abrió un debate público sobre el papel de la moda en los eventos nacionales, y derivó en que los diseñadores decidieran tomar cartas en el asunto. «Empezamos a tener reuniones con la Secretaría de Estado para el Deporte y, en una de ellas, junto a la nadadora de sincronizada Ona Carbonell, se planteó la posibilidad de vestir a las deportistas en sus apariciones públicas», explica Lomba.
«Les expliqué nuestra situación. La cantidad de eventos a los que asistimos y la proyección internacional que estos suelen tener», cuenta Ona. Ella fue la encargada de dar el primer paso hace pocas semanas, cuando recogió la Real Orden del Mérito Deportivo con un traje de Devota & Lomba. «Tuvo muchísimo éxito. La gente no paraba de preguntarme de quién era el vestido», añade.
Los logros del deporte femenino están atrayendo por fin la atención de los medios y del público. «Sin duda, el excelente momento que atraviesa dará mayor visibilidad a la moda española», sostienen Iñaki y Aitor, de la marca Ailanto. «Es una de nuestras enseñas más exportables, por eso es interesante relacionarnos con él», añade Roberto Torretta. Sin embargo, esta colaboración no solo beneficia a los modistos: «Actualmente las deportistas tienen que asistir a muchísimos eventos. Desde un punto de vista práctico, ahorran dinero y reciben asesoramiento en temas de imagen», apunta Luis Villarejo, portavoz del Consejo Superior de Deportes.
De izq. a dcha. Anna Espar junto a la diseñadora gallega Purificación García; Aitor e Iñaki, diseñadores de Ailanto, junto a Jennifer Pareja, capitana de la selección española de waterpolo; y Marta Bach junto a la diseñadora Teresa Helbig.
Sergio Moya y Ximena Garrigues
El pasado 6 de noviembre, la selección femenina de baloncesto asistió a una recepción en el Ministerio de Cultura con diseños de Ángel Schlesser, Purificación García y Custo Barcelona, entre otros. «Al final la gente nos asocia siempre con la equipación deportiva. Por fin pueden vernos con ropa elegante», bromea su capitana, Amaya Valdemoro.
«La colaboración debería haberse dado hace mucho tiempo», sostiene Ion Fiz. Alma Aguilar, por su parte, la define como «un paso lógico». Pero lo cierto es que esta sinergia entre deporte y moda sienta un precedente. Los patrocinios a deportistas de élite siempre se han dado a través de marcas y diseñadores concretos –el caso español más reseñable es el de Pedro del Hierro, que viste a la selección española de fútbol. Hasta ahora, ningún país había conectado directamente a ambos gremios por la vía institucional. «La gente verá que el mundo de la moda española está tan unido como el del deporte», afirma Torretta. Para Modesto Lomba, este es el mejor ejemplo de lo que debería ser la Marca España. «Siempre hablamos de desarrollar nuestro potencial, pero muchas veces basta con sumar nuestros valores y mostrarlos sin necesidad de añadir nada más».
Nueva imagen. Salvo Ona Carbonell, quien estudia Moda y diseña sus propios bañadores, la mayoría de las deportistas coinciden en que esta experiencia es algo nuevo para ellas. «Nunca he tenido relación con este mundo, pero es muy emocionante ver que un sector importante se preocupa por nosotras», confiesa la jugadora de waterpolo Patricia Herrera. Para el creador Jorge Vázquez, poder vestir a los nuevos rostros del deporte femenino es un reto estimulante. «Siempre se nos ha asociado con modelos o actrices. Es muy interesante participar en la transformación de la imagen de estas mujeres, que todo el mundo asocia con la ropa de sport», explica.
Laura Ester, mejor portera en el último mundial de waterpolo, junto a Olga y Francesc, diseñadores de Menchén Tomás; la nadadora de sincronizada Ona Carbonell junto a Modesto Lomba; y Ona Meseguer, jugadora de waterpolo, con Custo Barcelona.
Sergio Moya y Ximena Garrigues
«Nuestra intención es hacer ropa para la mujer real, por eso esta unión resulta tan oportuna», añade Juan Duyos. Y, una vez más, pionera. Porque, salvo excepciones como la de María Sharapova o las hermanas Williams, la conjunción moda y deporte siempre ha encumbrado a iconos masculinos. «Ellas son el ejemplo de que en España hay mujeres que se dejan la piel para superarse día a día. Esos son los valores que intentaremos resaltar con nuestros diseños», afirma Alma Aguilar.
La prueba de fuego tendrá lugar el próximo 2 de diciembre en el Palacio del Pardo, donde cada una de estas deportistas acudirá a la entrega de los Premios Nacionales del Deporte con un diseño español. «Pero esperamos que esta unión vaya dando sus frutos y sigan vistiendo moda nacional en todos los actos oficiales. Al fin y al cabo, este es un acuerdo que beneficia a ambas partes», explica Luis Villarejo. «Somos muchas deportistas, así que las posibilidades son casi infinitas», añade Ona Carbonell.
La elección del uniforme para las próximas Olimpiadas no es competencia del Consejo Superior de Deportes, sino del Comité Olímpico Español, así que, por ahora, no sabemos si este vínculo se trasladará a los festejos de Río 2016. Hasta esa fecha, que los triunfos y homenajes de nuestra cantera femenina se vistan de moda española está más que asegurado.
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