Los diseñadores que deberíamos ver (más a menudo) en la alfombra roja

Algo pasa en la alfombra roja. Emma Watson llevó pantalones y la debutante Lupita Nyong’o epata al personal sin necesidad de joyones ni cortes sirena. Le basta con un vestido de líneas puras y que sienta como un guante. Así lo demostraron el Ralph Lauren rojo que llevó a la gala de los globos de Oro o el Calvin Klein Collection blanco que eligió para los premios de la crítica. Tampoco hay que infravalorar el tirón de Jennifer Lawrence, la novia de América, que además es imagen del Dior conceptual capitaneado por Raf Simons. Soplan nuevos aires minimalistas en las galas angelinas. Pero como no puede haber Dior para todas, he aquí algunos diseñadores que deberían estar más presentes en esta renovada alfombra roja.

Emilia Wickstead

En frío, Emilia Wickstead nos da pereza porque es una de las diseñadoras de cabecera de Catalina Middleton. Pero sin realeza ni actos oficiales de por medio es otra cosa. Es raro que redescubramos los méritos de un diseñador en la alfombra roja pero algo así pasó con Wickstead cuando la actriz Caitlin Fitzgerald llevó su vestido en los Globos de Oro. Un modelo que se debe a Christian Dior y que no desentonaría en una colección de Simons.

Esta joven creadora nacida en Nueva Zelanda y afincada en Londres podría ser una buena opción para el constante goteo de grandes actrices británicas que cada temporada se proponen deslumbrar a Hollywood. Sally Hawkins, nominada a mejor actriz secundaria podría ser una candidata a uno de sus diseños del color de las peladillas. No se sabía muy bien qué pintaba Alexa Chung en la fiesta de los Globos de Oro, pero ella también sería una buena percha para el estilo lady contemporáneo de esta creadora. Recatada pero ligera, apropiada pero joven, esta diseñadora es como la repostería de su país de adopción: dulce pero sin empachar.

Alexandre Vauthier

Con los pronunciados tajos que mete este francés a sus prendas, tendría todas las papeletas para regalar instantáneas escandalosas a los fotógrafos. Sin embargo, Vauthier tiene el suficiente talento con la aguja para mostrar mucho pero no demasiado. Curtido en Mugler y Gaultier el diseñador propone un estilo entre ochentero y rock que hace la boca agua a las del Vogue Paris. Perfecto para aquellas que no quieren perder el tiempo con medias tintas, modelos con tipo para lucir como Heidi Klum y divas como Rihanna, Lady Gaga, Beyoncé y Rita Ora. Sus escotes hasta el ombligo casan con la estética que Amy Adams luce en La gran estafa americana y que esta temporada la actriz reproduce fuera de las pantallas. Pero Vauthier también sabe ser púdico, como cuando enfundó a la actriz Michelle Dockery (Downton Abbey) en una suerte de coraza bizantina. Sexy con actitud.

Diseños de Alexandre Vauthier de Alta Costura. La actriz Michelle Dockery vestida del diseñador.

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Ulyana Sergeenko

Demasiado dramática, tremebunda e invernal para Los Angeles. Demasiado rusa. Esta mujer de billonario se las arregla para trasladar el baile siciliano del Gatopardo a la estepa siberiana. Una alta costura que nos retrotrae un tiempo que se esfumó en el momento en el que las rusas blancas exiliadas en París empezaron a bordar para Coco Chanel. Por ahora se han atrevido con sus diseños valientes como Dita Von Teese, Rita Ora, su amiga Natalia Vodianova y la actriz china Zhang Yuqui. El subtexto de heroína trágica de Tolstoi de sus diseños echa para atrás a aquellas que sólo buscan un vestido bonito. Pero ojo, que esta rusa con cara de muñeca puede resultar la opción ideal para las starlets que desean ser estrellas. Sergeenko las puede transformar en emperatrices. No hay necesidad de demostrar que se ha llegado a la cima apoquinando para un Tom Ford bastante normalito. Sí, Hayden Panetiere, va por ti.

Dita von Teese se ha dejado seducir por los diseños de la rusa.

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Bárbara Casasola

Sensualidad, técnica refinada y uso exquisito del color. A esta brasileña no le sale un vestido vulgar ni queriendo. La temporada pasada debutó en la semana de la moda de Londres, pero cuenta con experiencia diseñando para Cavalli, Chloé y Lanvin. Gwyneth Paltrow ha sido una de las primeras en fijarse en ella, pero a Casasola se le augura un prometedor futuro vistiendo a todas aquellas alérgicas al frufrú. Su elegancia sin afectación le iría que ni pintada a Sandra Bullock.

Los diseños de Bárbara Casasola se caracterizan por su técnica refinada y su uso exquisito del color.

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Naeem Khan

Toda esta ola minimalista no resulta satisfactoria para algunas actrices que siguen empeñadas en vivir su sueño de princesas por un día. No hay problema, ahí está Naeem Khan para vestirlas de protagonistas de relatos de las mil y una noches. Encajes, pedrería, fantasía combinado con una fluidez que este creador indio aprendió de Halston. No se puede decir que sea un primerizo. Khan ha vestido a Michelle Obama, Rania de Jordania, Penélope Cruz o Jennifer Lopez. Sin embargo, su presencia en los grandes eventos sigue siendo un tanto tímida en comparación con las grandes casas. La belleza gatuna de Olivia Wilde aguantaría el barroquismo de sus diseños.

Las que sueñen con vestirse de princesas siempre pueden contar con Naeem Khan.

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Roksanda Illincic

Esta serbia formada y residente en Londres, recibió el premio alfombra roja del consejo de la moda británica y ha vestido a Amy Adams, Emma Stone, Jessica Chastain y Emily Blunt. Sin embargo, sigue sin conquistar nuestros corazones en ese pedacito de moqueta. Puede que a sus vestidos les falte ese vavaboom requerido desde cualquier ángulo y que tengan una actitud más propia de feria de arte contemporáneo que de jungla de flashes. Las actrices, al fin y al cabo, quieren algo que les permita lucir los resultados de tanto sacrificio y horas de entrenadores personales. Como puntos a su favor para tener en cuenta: maravillosos colores, tan frescos que parecen como recién pintados y una sensibilidad que borra cualquier rastro de relumbrón plasticoso. Muy conveniente para aquellas que deseen posicionarse como actrices arty o que mantienen un espíritu independiente.

¿Conseguirá Roksanda Illincic hacerse un hueco en las alfombras rojas?

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