Las 3 casas rosas que invaden Instagram (y que serán derribadas antes de que puedas visitarlas)
‘The Pink House’ (Los Ángeles) ha despertado el interés digital y miles de curiosos se desplazan hasta allí para hacerse fotos. La instalación será derruida en unas semanas para construir un bloque de apartamentos.
Está comprobado: no hay mejor estrategia de marketing para atraer la atención de prensa, marcas y curiosos que pintarlo todo de rosa. Pietro Nolita, el restaurante neoyorquino en el que absolutamente todo es de ese color es la mejor prueba. También la alicantina Muralla Roja, que se ha convertido en punto de encuentro de instagramers internacionales y lugar predilecto por firmas como Delpozo o Mansur Gavriel para disparar sus campañas. O la pared rosada de la tienda Paul Smith en Los Angeles, lugar de peregrinaje para los fanáticos de inmortalizarse delante de muros especiales. Bien lo sabía Mamie Eisenhower, la primera dama estadounidense que convirtió la Casa Blanca en la ‘Casa Rosa’ después de inundarlo todo con objetos de su color favorito. Ahora es el artista de 31 años Matty Mo, más conocido como The Most Famous Artist, quien ha despertado la curiosidad digital después de compartir en su cuenta de Instagram (en la que supera los 160.000 seguidores) varias imágenes de tres casas totalmente pintadas de rosa. Bautizadas a golpe de hashtag como #thepinkhouse, las viviendas atraen a fisgones y egoblogueros en busca de la foto definitiva.
Hace menos de una semana, el artista hacía un llamamiento en sus redes sociales invitando a todo aquel que quisiera acabar «manchado y rosa» a reunirse con él y su equipo en la urbanización Hi Point (Los Ángeles). Pocos después la cuenta empezó a llenarse de imágenes que aclaraban de qué iba la cosa: había decidido pintar de rosa tres casas (objetos de decoración y setos incluidos) que, dentro de muy poco, será derribadas para construir un moderno edificio de 45 apartamentos. «Se trata de un proyecto conceptual de arte público con el que quiero suscitar un debate sobre el desarrollo, la comunidad y el arte urbano», cuenta el artista a S Moda. Él y un equipo de diez ayudantes invirtieron ocho horas en transformar las tres casas en una masa rosa e inviertieron casi 380 litros de pintura. La instalación está abierta al público y hasta la fecha ha recibido unos «pocos miles de visitantes» convirtiéndose en la última sensación de Instagram. Pero quienes deseen fotografiarte en el idílico emplazamiento chicle han de darse prisa: «serán demolidas muy pronto», advierte el artífice. Al parecer, dentro de unas tres semanas serán historia.
A pesar de lo que podría parecer, no se trata de una protesta contra la construcción de los nuevos edificios. La intervención es una iniciativa impulsada por la propia empresa constructora para «evitar que las casas sean ocupadas hasta que llegue el momento de derribarlas y el barrio siga siendo seguro». Al mismo tiempo pretenden iniciar un diálogo con los vecinos y la comunidad acerca del tiempo que se tarda en obtener los permisos para poner en marcha nuevos proyectos urbanísticos así como los diseños y tamaños que deberían permitirse o no. «Algunos vecinos adoran la idea y otros la odian», reconoce The Most Famous Artist. Las reacciones positivas que pueden verse en redes sociales en forma de imágenes y comentarios se dan de bruces con las de algunos residentes aledaños que se han quejado de que el proyecto se desarrolló sin el conocimiento de la comunidad y lamentan que los jardines que rodean las casas están descuidados y cubiertos de malas hierbas. Han llegado incluso a exigir que vuelvan a recuperar su aspecto original.
El artista, que asegura que está preparando el lanzamiento de un robot inteligente capaz de hacer arte a finales de mes, es el alma máter de The Mural Agency, una compañía nacida para crear «experiencias instagrameables» para marcas internacionales. La casa rosa ha sido creada para la marca de vinos californianos (Nomadica), una firma de ropa masculina (Social Civilian) y M-Rad Architecture, responsable de los apartamentos que dentro de unos días convertiran el shocking pink, que diría Schiaparelli, en otra masa gris en mitad de Los Ángeles. A tenor de la repercusión que han suscitado sus tres casas efímeramente rosas, el creador tiene muchas papeletas para recibir la llamada de un buen puñado de marcas con ganas de generar un poco de ruido digital.
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