El impecable vestido de la marca española Lola Li con el que la Reina tuvo un percance en la ópera

La noche del pasado miércoles el rey Felipe y la reina Letizia se convertían, una vez más, en los invitados de honor en la apertura de la temporada en el Teatro Real. Desde el palco de honor presenciaron el estreno de la obra de Giuseppe Verdi, Don Carlo, con una puesta en escena de David McVicar.

Pero antes de que se levantara el telón el protagonista fue el vestido que escogió la Reina: un modelo de seda blanco inspirado en la chaqueta de un esmoquin. Más allá de la espectacularidad de su elección, el dúctil tejido combinado con el pronunciado escote le jugaron una pala pasada a Letizia, que vio cómo el vestido se le abría a su llegada al teatro. Eso sí, el incidente quedó solventado en cuanto la monarca entró al recinto y, según cuenta la periodista Paloma Barrientos, solicitó dos imperdibles con los que rápidamente mantuvo el corte a raya.

La prenda es de la firma española Lola Li, que ofrece en su tienda online modelos similares, estampados, por 208 euros. Una página web que ha estado caída toda la mañana por la afluencia de público. Detrás se encuentran la estilista Amparo Utrilla y el fotógrafo Miguel Reveriego: “Nuestras colecciones son pequeñas y muy cuidadas. Diseñadas para potenciar la femineidad, creando prendas ultrasexys y básicos contemporáneos, con vocación cosmopolita pero con carácter español”, explican. Piezas confeccionadas en España con tejidos europeos que “aseguran una excelente calidad y un mayor control en el proceso de producción”.

La reina Letizia ha completado el look con unos salones abiertos de Manolo Blahnik, una cartera negra y pendientes de la joyera suiza De Grisogono. Aunque sin duda las pieza más espectaculares del conjunto han sido las gemelas de Cartier: las dos impresionantes pulseras de diamantes que pertenecen a las joyas de pasar de la corona española. Un conjunto de piezas reunidas originalmente por la reina Victoria Eugenia y, que como dejó escrito la esposa de Alfonso XIII, se heredan por las sucesivas monarcas españolas.