La primera vez que Karl Lagerfeld entró en un supermercado y otras perlas de la moda
Recopilamos las barbaridades más polémicas jamás pronunciadas por los personajes más influyentes del mundo de la moda.
El equivalente a las peinetas de M.I.A. en la Super Bowl o Adele en los Brit Awards son las perlas que está acostumbrado a soltar por esa boquita Karl Lagerfeld. Justamente uno de sus últimos exabruptos tiene que ver con la cantante británica, sobre cuyo peso (la llamó gorda y luego rectificó) se pronunció en el diario Metro el mismo que ejercía de editor para el rotativo aunque a Lagerfeld no le hace falta la dispensa de ningún cargo para despacharse a gusto y que quede por escrito.
Los improperios o disparates vestidos de franqueza o el más lógico de los argumentos convertido en auténtico sinsentido son la especialidad de figuras por encima del bien y del mal como el káiser, el mismo al que se le atribuyen lindeces como "Odio a los niños, sobre todo sis son feos" (aunque luego los saque en sus desfiles, guapos solamente, claro), "Mis gafas son mi burka", "Tener vida social está pasado de moda", "Soy una persona sin sentimientos" o "La vanidad es sanísima" y que puede contar que a sus setenta y ocho años no había entrado jamás en un supermercado y ser noticia por ello. "Es loco, fascinante lo que uno puede comprar. Aquí hay suficiente para engordar 20 kilos", ha dicho a la revista francesa Elle, que lo empujó a esa extravagante experiencia para un reportaje que aparece en su próximo número.
Pero Karl no es el único que ventila opiniones sin filtro ninguno: a sus colegas de profesión los han pillado también en varios renuncios.
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