La nueva colección de joyas de Iris Apfel o cómo ser un icono de moda a los 98 años
La casi centenaria influencer Iris Apfel diseña una línea de accesorios de porcelana en colaboración con la firma francesa Bernardaud.
«Mi esposo y yo nos reímos todo el tiempo de mi fama. No estoy haciendo nada diferente de lo que hacía hace setenta años y de repente soy tan cool y estoy tan de moda. Soy una estrella geriátrica. Soy la adolescente más vieja del planeta». Así se definía Iris Apfel cuando se encontraba en plena promoción de Iris, el documental que hablaba de ella. Una mujer entrada en los 90 que de repente se había convertido en icono de moda.
Su inmenso guardarropa con piezas de coleccionista en las que se alternan grandes firmas de lujo y hallazgos de mercadillo fue objeto de una gran exposición en el Museo Metropolitano de Nueva York en 2005. Era la primera exposición del museo dedicada a una mujer que no era diseñadora. Los maniquíes que lucían su ropa llevaban sus características gafas redondas de tamaño XL confiriéndoles el estatus de icono de estilo.
El color, la originalidad, el más es más y el apostar por ser uno mismo han sido algunas de las guías que ha seguido esta neoyorquina, que ha ejercido como decoradora de interiores durante casi toda su vida antes de convertirse en modelo e influencer. Por eso, no podía haber encontrado mejor nombre que ‘Be Bold Over’ para su nueva colaboración. Se trata de una colección de joyas de porcelana que la estrella de 98 años ha sacado junto a la marca francesa Bernardaud.
Collares de grandísimas cuentas de varias formas geométricas en colores que van del negro, al blanco, pasando por el dorado, el rosa y el amarillo; broches con forma de búho, en dorado y negro o dorado y rojo; un collar de varias vueltas compuesto por círculos negros de diferentes tamaños salpicados por alguno de color oro y con uno ilustrado en el centro aunque, sin duda, una de las piezas más especiales es la que Iris Apfel ha bautizado como ‘Adán’. Un muñeco articulado de gran tamaño confeccionado con piezas sencillas.
Esta es una colección que refleja el gusto por la atemporalidad de Apfel pero también por los accesorios llamativos y especiales capaces de levantar cualquier conjunto por muy aburrido que sea. Porque para eso buscan las marcas a Iris Apfel, para una dosis extra de estilo y para hacer productos con los que diferenciarse.
«No es fácil hacer piezas de porcelana. No te podría decir por qué, pero no es fácil. Esta colección tardó dos años en llevarse a cabo», contaba la nonagenaria a la página norteamericana The Cut y, ante la respuesta de si se había inspirado en algo en concreto, en la Antigua Grecia, quizá, o el cubismo… Iris Apfel demuestra por qué es una rara avis en la moda, tal y como la bautizó el MET en aquella exposición que le dio la fama, al responder que ella no le presta atención a nada de eso: «La gente se inventa esas cosas después». Así pues esta colección de joyas de porcelana es Iris Apfel en estado puro, un pedacito de una de las mujeres más originales y con más estilo de nuestra era que llevarse puesto.
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