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La moda quiere hacerte sufrir: el tiro bajo resucita porque se lleva presumir de abdominales

La tendencia de los 2000 se reinventa gracias a la exhibición constante de las instamodelos. Multitud de firmas se suman a rescatarla el próximo otoño.

Emily Ratajkowski ya se atreve con la tendencia que principios de los 2000.
Emily Ratajkowski ya se atreve con la tendencia que principios de los 2000.Getty (GC Images)

Como tantas otras temídisimas tendencias de principios del 2000, los pantalones de talle bajo llevan amenazando con volver desde hace un par de temporadas. The New York Times publicó en 2013 una hilarante columna en la que la reportera Joyce Wadler intentaba encontrar un par de vaqueros que se ajustaran a su cintura de manera natural y no la desplazaran hasta exponer su rabadilla, experiencia que vivía como una auténtica pesadilla por considerar que, además de incómoda y antiestética, distorsionaba la silueta femenina.

Ya en 2015 algunas cabeceras lanzaban artículos con títulos tan inquietantes como “Prefiero que me maten antes de volver a llevar unos vaqueros a la altura de las caderas” mientras Vogue se limitaba a preguntar a sus lectoras si estaban preparadas para volver a enseñar el ombligo rememorando a Britney Spears, Christina Aguilera o Keira Knightley en aquella icónica imagen suya en el estreno de Piratas del Caribe combinando un cuerpo drapeado de Chanel con unos tejanos que dejaban a la vista su vientre completamente plano.

Keira Knightley en 2003 en el esteno de ‘Piratas del Caribe’.
Keira Knightley en 2003 en el esteno de ‘Piratas del Caribe’.Getty (WireImage)

La amenaza de la tendencia más teminada no termina ahí. Hoy son Bella y Gigi Hadid, Kendall Jenner y Emily Ratajkowski las que han vuelto a poner al descubierto y trabajar una zona que llevaba sin ver la luz prácticamente una década, al menos en términos de estilo. Y lo han hecho en un momento en el que los abdominales son el nuevo canalillo. Cosas del nuevo culto al cuerpo, pero también del nuevo sexy. Un concepto que en tiempos de recelar del discurso feminista a propósito de cierto prototipo de mujer, castiga cada vez más el escote por causas ajenas a su voluntad.

Los diseñadores también tienen mucho que ver en esta nueva moda, y todo por culpa de la rebelión de los microtops y la vuelta de las camisas anudadas a la cintura dejando entrever la tripa. Ya no se trata tanto de llevar el pantalón lo más al límite del bien y del mal posible –algo por lo que apuestan entre otros, Alexander McQueen y Tommy Hilfiger– como de acortar al máximo las partes de arriba, además de apostar por los sujetadores deportivos y el brasier como nueva camiseta. Así lo han puesto en práctica este verano con excelentes resultados de Kim Kardashian a Céline Dion pasando por Charlize Theron, y así lo proponen sobre la pasarela firmas a la altura de Dior, aunque también Altuzarra o Alexander Wang, igual que Prada u Off-White de cara incluso al próximo otoño (en este caso juega a nuestro favor el juego de proporciones y superposiciones, y todo se arregla con una chaqueta encima).

Gigi Hadid en el desfile de Tommy Hilfiger durante New York Fashion Week otoño invierno 2017.
Gigi Hadid en el desfile de Tommy Hilfiger durante New York Fashion Week otoño invierno 2017.Getty (Getty Images)

Otro de los factores que han contribuido a este destape de la zona central es la disciplina deportiva del momento: los hipopresivos. Una técnica que consiste básicamente en una respiración medida y contenida. Se empieza inspirando, para después espirar vaciando por completo los pulmones y en apnea, abrir las costillas y contraer el abdomen, manteniendo a salvo la espalda, y recolocando y fortaleciendo nuestra postura. Un ejercicio que aunque suene a tortura y no prometa resultados milagrosos, puede servirnos de motivación en caso de querer emular a las Hadid y compañía.

Britney Spears en 2001.
Britney Spears en 2001.Getty (WireImage)

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