La historia detrás del polémico cartel de las Reinas Magas de A Coruña
Una malinterpretación de la felicitación navideña del Ayuntamiento rescata en redes la biografía de una de las mujeres más homenajeadas del feminismo.
«Tres reinas magas, una de ellas con hiyab, haciendo un corte de mangas». El apunte de un usuario de Twitter supuestamente indignado con la felicitación navideña del ayuntamiento de A Coruña ha levantado durante estos últimos días una cadena de comentarios para aclarar que no existe ningún «corte de mangas» como el internauta indicaba (y viralizó). Se trata de un homenaje a Rosie la Remachadora, uno de los iconos más emblemáticos del movimiento feminista. Lo aclaró, tal y como ha recogido La Voz de Galicia, la concejala de igualdad del Consistorio, Rocío Fraga cuando presentó la felicitación de este año y aclaró que el cartel no era para «provocar» sino para homenajear al icono feminista que se gestó en la Segunda Guerra Mundial. Una ilustración de 1942 que sigue influenciando e inspirando a millones de mujeres.
Ostras, un cartel con tres Reinas Magas interraciales homenajeando a una imagen icónica del feminismo... me siento obligado a votar a un partido de fascistas armados porque son los únicos que pueden protegerme de los carteles que no me gustan. https://t.co/TBNIIZRmUn
— Juan Naranjo 📚 (@Juan_Naranjo_) December 29, 2018
Tal y como recordó Carmen López en este reportaje en S Moda, pese a tener un nombre propio, Rosie no representa a una sola mujer, sino a miles. A principios de los años 40, coincidiendo con la II Guerra Mundial, muchos hombres estadounidenses abandonaron sus puestos de trabajo para partir al frente. El Gobierno comenzó entonces una potente campaña para convencer a las mujeres de que ocupasen su lugar en las fábricas. La propaganda fue bastante efectiva: de 1941 a 1945 el porcentaje de mujeres trabajadoras en EEUU subió del 27 al 37%. El 50% de esas mujeres desarrollaron trabajos relacionados con la industria de defensa. Hasta la revista Life les dedicó una portada, en agosto de 1943, con un extenso reportaje fotográfico (se puede ver aquí) de la ‘Rosies’ que levantaron la industria estadounidense.
Dos mujeres (y una canción) son las precursoras de este legado iconográfico que en realidad fue orquestado por el Gobierno de Estados Unidos y agencias publicitarias como J. Walter Thompson. Primero llegó un himno claramente propagandístico: en 1943 se creó la canción Rosie the Riveter, con letra de Redd Evans y John Jacob Loeb e interpretada por artistas como Kay Kyser (el tema incluía versos como Rosie está haciendo historia, trabajando por la victoria, Rosie la Remachadora).
Uno de los rostros más reconocidos de la propaganda de EE UU fue Rosie Will Monroe. Una joven de Kentucky que trabajó en una de las fábricas de Michigan y que se encargó de poner su rostro a los vídeos promocionales interpretando a Rosie the Riveter y reclamando el esfuerzo laboral femenino para ganar la guerra. Después llegarían las representaciones gráficas. En 1943, The Saturday Evening Post publicó en una de sus portadas un dibujo de Norman Rockwell protagonizado por una remachadora algo menos ‘glamourosa’ que la Rosie que todo el mundo reconoce.
Meses más tarde se popularizaría un póster con fecha anterior: la ilustración que The Westinghouse Power Company encargó a J. Howard Miller para subir la moral de sus trabajadores. Ésta acabaría pasando a la posteridad y a ser una de las más reproducidas del movimiento feminista: la trabajadora con el pañuelo en la cabeza y el brazo con el puño cerrado con la frase “¡Podemos hacerlo!”. La imagen estaba inspirada en una fotografía de Geraldine Doyle, una trabajadora de una acería de Chicago que por aquel entonces tenía 17 años y que desconoció totalmente la existencia del cartel hasta 1982, cuando lo vio en una revista y se reconoció.
La imagen volvió a cobrar fuerza en los 70 y los 80 con fines feministas y el resto es historia del consumo: del póster pasó a camisetas, chapas, mecheros, llaveros y casi cualquier objeto personalizable. Y de ahí, una vez más, homenajeada en el cartel de las tres Reinas Magas de la felicitación navideña de A Coruña. De hecho, el propio cartel del Ayuntamiento es una modificación de una ilustración que apela al feminismo interseccional y diverso, muy popular en internet en los últimos años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.