Un vaso de leche sobre el escote: la enésima resurrección de Winona Ryder o su viaje del infierno al olimpo con Marc Jacobs como apoyo eterno
Una de las prendas robadas por Winona Ryder fue un jersey de cachemir firmado por el diseñador Marc Jacobs de un coste de 760 dólares. Hoy, protagoniza su última campaña.
En el año 2001, Winona Ryder, una de las caras favoritas de Hollywood por sus papeles en películas tan emblemáticas como Beetlejuice, Eduardo Manostijeras, Mujercitas, Reality Bites o La edad de la inocencia, fue arrestada en Beverly Hills, California. El motivo del arresto fue haber robado 5500 dólares en ropa de diseñador y accesorios de un almacén de la cadena Saks Fifth Avenue. Entre las prendas sustraidas había un jersey de cachemir firmado por el diseñador estadounidense Marc Jacobs de un coste de 760 dólares.
El vídeo y las imágenes del robo y el arresto dieron la vuelta al mundo, copando titulares en los que la actriz llegó a tener más espacio que el líder de la banda terrorista Al Qaeda, Osama Bin Laden. Winona Ryder fue condenada por hurto y sentenciada a tres años de libertad condicional, 480 horas de servicio comunitario que sirvió en el Centro Médico City of Hope de Los Ángeles, además del pago de la multa correspondiente y la orden de asistir a tratamiento psicológico por cleptomanía. La actriz, que había sido nominada en dos ocasiones a los premios Óscar y había ganado un Globo de Oro, desapareció. O quizás si esto hubiese sucedido en la actualidad habría sido más acertado decir que fue cancelada.
En un giro marketiniano de los acontecimientos, Marc Jacobs vio la oportunidad. O quizás fue Winona Ryder quien se la hizo ver: por si el detalle del jersey de cachemira no fuese suficiente, la actriz acudió al juicio vestida de Marc Jacobs, entre otros diseñadores.
Dos años más tarde, en primavera de 2003, Marc Jacobs lanzó una campaña con Winona Ryder como protagonista: «Le pedí a Winona hacer esta campaña porque me pareció que estaba guapísima en todas esas fotos que hemos visto de ella recientemente, con independencia de que fuesen en el juicio», confesó el diseñador. En 2015, para el lanzamiento de la línea de belleza Marc Jacobs Beauty, la actriz y el diseñador repitieron colaboración: «Es un orgullo y un placer presentar esta imagen de nuestra próxima campaña Marc Jacobs Beauty. Está protagonizada por mi querida amiga (desde hace más de dos décadas y media), la impresionante, hermosa y extraordinariamente talentosa Winona Ryder», escribió el diseñador en su cuenta de Instagram. Si hace meses el diseñador volvió a contar con su indiscutible musa para protagonizar la campaña de su último bolso: J Marc Shoulder Bag, ahora se ha vuelto a hacer viral con una nueva versión de la misma publicidad: esta vez, en un clip de vídeo, derrama un vaso de leche sobre un escote que ha revolucionado Internet.
En el caso de la campaña fotográfica la actriz fue retratada por Harley Weir y con estilismo de Emma Wyman, antigua redactora jefa de moda de la revista Dazed, Winona Ryder luce distintas prendas firmadas por el diseñador mientras muestra la versalitidad de su nueva pieza, un bolso de piel en seis colores diferentes con el clásico cierre en ‘J’ caractéristico de la marca.
Winona Ryder fue una estrella improbable pero imparable. En un artículo viral del medio estadounidense BuzzFeed del año 2015 titulado Ser una Winona en un mundo hecho para Gwyneths, la periodista Alana Massey daba las claves del por qué: «Para las chicas de mi generación que eran un poco raritas, Winona Ryder era cercana y aspiracional al mismo tiempo. Las pocas entrevistas grabadas que hizo mostraban un pozo sin fondo de torpeza social e incomodidad. Se lía con las metáforas y se ríe con ganas de los chistes malos. También es una estrella de cine que hermosa a la manera convencional, pero que siempre tuvo la sensación de ser un patito feo». Frente a las rubias del momento como Gwyneth Paltrow, Alicia Silverstone, Cameron Diaz o Reese Witherspoon, a quien cuesta imaginarlas robando en unos grandes almacenes por mostrar siempre una imagen pública de extrema pulcritud, Ryder era la chica indie, increíblemente famosa aunque siempre pareciese salida de la escena menos comercial.
La enésima redención de Winona Ryder no vino de la mano de la moda, pese a todos los intentos de Marc Jacobs, sino de la plataforma de contenido Netflix, que en 2016 la seleccionó para interpretar al personaje de Joyce Byers en la popular serie Stranger Things. La serie, un homenaje al cine de los 80, incluye numerosas referencias a películas de Steven Spielberg, Wes Craven o John Carpenter, además de a los libros de Stephen King o a los videojuegos de la época. La directora de casting, Carmen Cuba, sugirió a Ryder para el papel de Joyce a los directores de la serie, los hermanos Matt y Ross Duffer, quienes accedieron de inmediato atraídos por la figura de Winona Ryder y por ser un rostro icónico de algunas cintas de los ochenta. Winona Ryder tuvo que regresar a sus orígenes para volver a triunfar.
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