‘It girl’: entre la etiqueta y el negocio

Pese a que en su currículum se puede leer que es o ha sido modelo, DJ, presentadora de televisión o diseñadora de moda ocasional, la etiqueta de it girl se ha impuesto a todas las demás que acompañan al nombre de Alexa Chung. Aún teniendo en cuenta que, a partir de septiembre, también podrá añadir “escritora” a esa lista de profesiones cool que ha practicado –aunque fuese brevemente– en alguna ocasión, no será más que la confirmación de que lo que la mantiene en el candelero es ese halo inexplicable que la hace especial. El libro, que se publicará el próximo 5 de septiembre por la editorial Penguin Books, tiene como título It, para que no quepa ninguna duda.

Según se ha podido saber hasta el momento, en parte gracias a las declaraciones de la propia Alexa a Fawnia Shoo Hoo en Fashionista, el libro será un compendio de dibujos e imágenes que la autora considera interesantes e inspiradores, mezclados con sentido del humor, un poco al estilo de Rookie Magazine, la revista de otra it girl por excelencia: Tavi Gevinson, la más precoz de las blogueras de moda. Pero ¿para quién podría resultar interesante un libro que no deja de ser una extensión de sus perfiles en las redes sociales (donde Alexa es notablemente activa compartiendo su vida e intereses)? ¿A quién le importa lo que pueda pensar sobre el amor o la música? Por sorprendente que pueda llegar a parecer, teniendo en cuenta que el libro ya se puede reservar en Amazon (en tapa dura o blanda, con diferentes precios), seguramente el grupo de clientes potenciales esté bien nutrido.

Otro tema serán las críticas que reciba la publicación. A la mente llegan otras apuestas editoriales como La parisina. Guía de estilo de Inès de la Fressange, de la famosa modelo y socialité francoargentina cuyo nombre aparece en el título, en el que desgranaba –a través de textos, imágenes y dibujos hechos por ella misma– los secretos para llegar a alcanzar el encanto y estilo que las ciudadanas de la capital francesa poseen, aparentemente, de manera natural. Su autora no se hizo con el Nobel de literatura precisamente, lo mismo que ha ocurrido con el último intento de la internacionalmente odiada Gwyneth Paltrow por introducir al público en los beneficios de su actual dieta. Titulado It’s all good ha levantado tal nivel de comentarios negativos que la publicación se ha hecho casi más famosa por ellos que por su contenido. Y es que puede que el título de It girl o celebrity no sirva para conseguir triunfar en todas aquellas facetas laborales que a una persona le apetezca, aunque viendo ejemplos como los de Alexa parezca que sí.

Los front-row de los desfiles son un hervidero de ‘it-girls’: Olivia Palermo, Zoë Kravitz… no se pierden una.

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¿Fue antes la fama o la profesión? Es una pregunta que puede surgir al observar la evolución de estas mujeres que sirven de inspiración y guía de estilo para diseñadores, seguidores de tendencias e interesados en la moda en general. Hay casos en los que la carrera profesional es más notable y se reconoce como causante de la fama que acabó consiguiendo la persona en cuestión. Véase el caso de Zooey Deschanel. Icono por excelencia de las seguidoras de tendencias más románticas y amantes del vintage y habitual de blogs de moda y publicaciones que revelan las claves para conseguir su look, no sólo vive de su imagen y estilo (aunque también ayudan). Su talento como actriz ha sido reconocido en más de una ocasión (en el 2012 estuvo nominada a Mejor Actriz en los Globos de Oro y ganó el Critics' Choice Television Award a la Mejor Actriz de Comedia, ambos por su papel en la serie New Girl) y su carrera como cantante junto a M. Ward en She & Him ha obtenido más elogios que vituperios, aunque en un principio las cejas de la crítica internacional se curvasen en signo de escepticismo.

Sin embargo, en el entorno de las it girls el caso habitual suele ser el contrario y la fama precede a la carrera profesional, generalmente gracias al apellido familiar, como puede ser el caso de Olivia Palermo, Zoë Kravitz o las hermanas Geldof por nombrar solo algunos. Todas ellas han hecho sus pinitos profesionales, pero la sombra de su fama es alargada y en todo momento ha oscurecido las posibilidades de que el público y la crítica ponderasen su valía de manera objetiva.

Puede que la figura de Alexa Chung pueda situarse en el ecuador de ambas opciones, a medio camino entre la famosa que se hizo un nombre trabajando y la que empezó a hacerlo después de aparecer en las páginas de sociedad de los medios. Quizás su próximo libro sirva para despejar la duda e inclinar la balanza hacia uno de los dos lados. Sea como sea, ella siempre será una chica It.

Alexa Chung con otra it-girl en potencia: Pixie Geldof.

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