‘Get lucky’: Crónica del éxito planetario de la canción del año

Pocos pensaban que la resaca de la espídica composición coreana que en 2012 taladró los tímpanos de medio mundo fuera a ser tan llevadera. En primavera de este año el histérico frenesí del Gangnam style se trasladó de oriente a occidente, y en el camino perdió sus bases exaltadas en favor de unos golpes de guitarra con reminiscencias setenteras. 50 millones de visitas en You Tube y 7,3 millones de descargas legales avalan el incontestable triunfo de Get lucky, un verdadero tratado sobre el arte de ligar que el dúo francés Daft Punk y el rapero estadounidense Pharrell Williams han convertido en la canción del año.

El debut del primer sencillo del álbum Random Access Memories tuvo lugar el 2 de marzo, en el célebre late show americano Saturday Night Live. Dos emisiones de quince minutos con el tema en versión instrumental pusieron en alerta a los millones de telespectadores que pronto empezaron a especular sobre el origen de aquel pegadizo riff de guitarra. El misterio se resolvió un mes más tarde, cuando los príncipes del house europeo Daft Punk publicaron la canción y anunciaron nuevo disco. Aplaudido por crítica y público, la participación en el proyecto de Pharrell Williams y el guitarrista Nile Rodgers (David Bowie, Madonna, Duran Duran) cerraba la consecución de un producto muy bien engrasado.

El tracklist del álbum desvelado en Vine y la factura analógica del trabajo (fue grabado con cinco instrumentos en directo en una cinta sin retoques digitales) revelaba una complementación poco usual en la industria: herramientas online y técnicas offline en perfecta sincronía para dar el golpe perfecto. Las evocaciones a la música disco en el tema y la estética futurista de la indumentaria del dúo evidenciaban la arriesgada apuesta por un pastiche ecléctico que podría haber sido catastrófico. No obstante, su osadía tuvo premio.

Imagen de la campaña Saint Laurent Music Project.

Saint Laurent

En su travesía hacia el éxito, el grupo ha explotado su imagen de marca con notable acierto. Desde su reaparición en primavera, los looks han estado en manos de Hedi Slimane para Saint Laurent. Enfundados en esmóquines de lentejuelas, joyería de la casa y sus inseparables cascos de androide, la formación ha prestado su imagen para Saint Laurent Music Project, la iniciativa visual de moda y música de la firma. Tintes grunge, delirios psicodélicos e hiperestesia electrónica suscrita también por otros artistas como Marilyn Manson, Courtney Love o Kim Gordon, de Sonic Youth.

Esta asociación les ha permitido trascender los círculos musicales y su imagen ha sido abrazada por las cabeceras de moda más exclusivas. En lo que va de año revistas como Vogue, CR, Harper's Bazzar, GQ o Esquire han celebrado el éxito de Daft Punk en sus diferentes ediciones internacionales. La omnipresencia de Get lucky también ha sido una constante en las redes sociales, principales responsables de su popularidad. Los gifs animados, las parodias en You Tube y los covers han desembocado en una espiral viral que no parece tener fin. El montaje del presidente Obama cantando la canción, la traducción al francés del tema, el lip dub de Stephen Colbert o el tutorial para bailarlo correctamente son solo algunos ejemplos del fenómeno.

"Hemos traído a Star Wars y Ziggy Stardust a la actualidad, rescatando la música que todos amamos para el momento que vivimos", declaraba recientemente Thomas Bangalter, integrante de Daft Punk. En una aproximación warholiana de apropiación cultural, Get lucky simboliza la recontextualización de un estilo musical fácil, bailable y que remite a una década en la que la música disco desempeñó un papel fundamental en lo cultural y lo social. El tema está diseñado para ser radiado, tarareado y recordado. Y a diferencia del desastre estético del Gangnam style, cuenta con la bendición de Saint Laurent. Lo dicho, un producto redondo.