Monica Bellucci y Vincent Cassel, separados pero con un interés común: los prefieren muy jóvenes
La actriz italiana, de 54 años, mantiene una relación con el galerista Nicolas Lefebvre, de 36. Su exmarido, de 52, se casó el pasado agosto con la modelo Tina Kunakey, de 21, y están esperando un hijo.
Mónica Bellucci tiene nuevo novio y Vincent Cassel está felizmente casado y va a ser padre de nuevo, así que podemos concluir que ya han pasado página definitivamente a su ruptura sentimental, que trascendió en agosto de 2013. Se ponía entonces punto y final a una relación que se remontaba a la película Flash-Back (El apartamento), en cuyo rodaje se enamoraron y tres años más tarde, en 1999, se casaron. Un matrimonio del que nacieron dos hijas, Dela y Léonie, que ahora tienen 14 y 8 años respectivamente y viven en la ciudad brasileña de Salvador de Bahia, con su padre. El protagonista de La rabia, la película que le convirtió en estrella en 1995, se instaló en esta paradisíaca ciudad de Brasil hace unos años, aún casado con Monica Bellucci, para, de alguna forma, escapar de París, una capital que devoró en sus años mas noctámbulos y a la que vuelve siempre que tiene que rodar o promocionar una película: “No tengo nada en contra de Francia, pero prefiero vivir en un país joven que en uno viejo. Cuando me quedo aquí demasiado tiempo me acaba saliendo una vena cínica”, manifestaba a la revista Icon en 2014, poco después de separarse de una de las mujeres más deseadas del mundo.
Antes de llegar a ese punto de no retorno, Monica Bellucci había desvelado en el diario La Reppublica en 2012 lo que parecían unas premisas tácitas que habían conseguido mantener a salvo su matrimonio de la erosión del tiempo y de la desaparición de la pasión: “Creo en el amor, que es lo que me interesa, pero no en la fidelidad. De lo demás prefiero no enterarme. Lo que me basta es saber que la persona a quien quiero va a estar ahí si la necesito. Por eso, creo en la fidelidad del corazón y sobre la del cuerpo tengo mis dudas. Una traición de la carne es menos grave. Por desgracia no hay una ley que mantenga juntas a dos personas o un contrato que les fuerce a seguir. Ojalá fuera así porque lo respetaríamos y sabríamos a qué atenernos, pero no sabemos nada. Así es cómo funciona una relación de pareja. Es imposible saber hasta cuando…”
Quizá se trataba de unas palabras proféticas o tal vez ya no se encontraban en su mejor momento, pero la separación no tardó en producirse y, según confesó la protagonista de Malena o Matrix Reloaded, no hubo tercera personas: “Mi relación con Vincent ha sido la más larga de mi vida y por primera vez estoy soltera. Desde el primer chico con el que estuve, he tenido siempre a alguien a mi lado. Me encuentro muy bien, muy conectada a mí misma y me gustaría trasmitir este mismo mensaje a mis hijas para que sean conscientes de que no es obligatorio tener un marido o un compañero. La soledad no debe asustarnos”, manifestaba meses después a Vanity Fair.
Mónica Bellucci, que pasa gran parte del año en Lisboa, donde se compró un apartamento en 2016 en el mismo edificio que Christian Louboutin, pareció asumir con fair play su ruptura. Sin embargo, el pasado verano hizo unas sorprendente declaraciones a la edición francesa de Elle que parecían cuestionar la relación de su exmarido con una mujer mucho más joven que él: “¿Me veríais con un hombre de veinte años, aunque fuera muy guapo? Lo vería como un hijo. Es importante diferenciar entre la pulsión y cómo la gestionamos. Si no seríamos como animales”, afirmaba la chica Bond de Spectre, que matizaba sus palabras al añadir que el amor no entiende de códigos y que sus afirmaciones no conllevaban ningún juicio moral. Es más, no veía a la jóvenes como rivales, sino que le daban mucha ternura porque “me recuerdan a mis hijas, a las que todavía les queda mucho camino por recorrer”.
La actriz ha mostrado en diversas entrevistas su agradecimiento a sus dos exmaridos (antes había estado casada con el fotógrafo italiano Claudio Carlos Basso, entre 1990 y 1991), pero no todo el mundo acogió tan bien como ella la relación de su ex, Vincent Cassel, con la modelo Tina Kunakey, con quien le vimos por primera vez en julio de 2016, cuando ella colgó una foto de ambos en las redes sociales. La diferencia de edad es un asunto con el que el hijo del también actor Jean Pierre Cassel ha tenido que lidiar desde que conoció a la modelo en la localidad francesa de Biarritz, en 2015. En aquel entonces ella tenía solo 18 años y él se acercaba ya a la cincuentena: “Yo no sabía la edad que tenía cuando la conocí, pero tú no eliges de quién te enamoras. Al día siguiente, estaba un poco sorprendido, pero pensé que había que tomar las cosas como vienen”, ha confesado recientemente a Journal de France, al mismo tiempo que ha admitido haber tenido algunas dudas al principio, que no impidieron que finalmente se casara con la modelo el pasado mes de agosto en Bidart. Un enlace que sus detractores quisieron empañar con pintadas en el ayuntamiento de la ciudad francesa, donde tuvo lugar la ceremonia, en las que calificaban al matrimonio de sexista e incluso hablaban de esclavitud sexual. Ahora, cuatro meses después van a ser padres de nuevo. Después de que lo avanzara Just Jared hace unos días, el actor lo ha confirmado en un vídeo que ha compartido en su perfil de Instagram para felicitar el año a sus seguidores. En él vemos a la pareja en una playa paradisíaca, henchida de alegría y él, en un espontáneo gesto, besa la incipiente barriga de su mujer. En uno de los hasthtags nos recuerda que la vida es mágica y que no lo olvidemos…
También en Journal de France, el intérprete de Oceans Twelve, Cisne Negro o Promesas del este aprovechaba para elogiar a su exmujer, con quien sigue manteniendo una relación muy cordial: “Quiero mucho a Mónica y la respeto. Jamás le haría algo malo. Al contrario, si ella necesitara algo de mí iría al fin del mundo por ella. Lo peor es que se puede hacer es dañar a alguien intencionadamente, sobre todo por venganza”, manifiesta el actor, que en estos días triunfa en Francia con la película El emperador de París, en la que se mete en la piel de Eugène-François Vidocq, un notorio delincuente que inspiró a Victor Hugo para la célebre novela Los miserables.
Su nueva mujer, Tina Kunakey, hija de madre franco-siciliana y padre marroquí oriundo de Togo, dio sus primeros pasos en el mundo de la moda en España. Con apenas 15 años se mudó a nuestro país con su entonces pareja, el futbolista francés Robin Lafarge, a quien conoció en su adolescencia en Biarritz, donde vivía con su familia (su hermano Zakari y su ex siguen siendo buenos amigos). Cuando el deportista fichó por el Getafe B, un equipo de tercera división, se instalaron en Madrid, donde ella prosiguió con sus estudios en el Liceo Francés, y realizó algunos editoriales de moda y trabajos publicitarios para la agencia MAD Model Management, siempre supervisada por sus padres porque era menor de edad. Cuando acabó su relación, en 2015, emprendieron caminos separados.
Tina se mudó a Londres, donde firmó con la prestigiosa IMG Models, que ha representado, entre otras, a Alessandra Ambrosio o a Gisele Bündchen, y desde entonces no ha parado de trabajar. Ha desfilado para Jean Paul Gaultier, ha dejado su impronta en las alfombras rojas del festival de Cannes o de la Mostra de Venecia y ha realizado campañas publicitarias para marcas como Etam o Adidas. Su presentación pública como pareja con el actor francés también se produjo en un contexto relacionado con la moda, en el Victoria’s Secret Fashion Show, que se celebró en París en noviembre de 2016.
Monica Bellucci ha llevado con mucha más discreción su nueva relación sentimental que su exmarido, quien nos mantiene informados sobre su vida a través de Instagram. Hace unas semanas desvelaba en las páginas de Paris Match que volvía a estar enamorada, pero no desvelaba la identidad de su nueva pareja: “Estoy desde hace un tiempo con la misma persona y todo va bien. A mis 54 años me encuentro en un momento magnífica de mi vida, con una libertad recuperada. Mi carrera ya está hecha, así que todo lo que llegue a partir de ahora será un plus, ojalá que continúe así…” La actriz, que siempre ha sido muy evasiva para hablar de su vida sentimental, sí que desvelaba algunos detalles de cómo es su novio: “No soy capaz de ofrecer a nadie una vida cotidiana con sus reglas, estructurada, así que… ¿cómo exigir lo que no puedes dar? El hombre con quien comparto mi vida no se dedica a lo mismo que yo, pero viaja mucho. Su ritmo le vida le permite comprender el mío”.
No hubo que esperar demasiado para descubrir su identidad, ya que la revista francesa Voici publicó unas fotografías en las que se les veía besándose. Su nueva pareja, Nicolas Lefebvre, es un artista, escenógrafo y galerista francés de 36 años con aspecto bohemio que también tiene una hija, fruto de una relación anterior. Nacido en la localidad de Boulogne-Billancourt, en 1982, estudió en IESA (Escuela del Mercado del Arte y de los Oficios de la Cultura) y en la prestigiosa École du Louvre, antes de abrir su propia galería en el corazón de Le Marais, una de las zonas más bohemias de París. Apasionado del arte étnico, ha recorrido los cinco continentes y uno de sus lugares predilectos es el Sahara, donde le encanta perderse. Su hija Anahi es su mayor cómplice: “Después de una búsqueda personal de estudio, viajes y descubrimientos, de horizontes internos y externos, me convertí en padre de una maravillosa sirena de seis años, Anahi, que florece en mi vida y en mi arte. Tengo la suerte de estar muy bien rodeado por mi familia y una constelación de amigos con un espíritu inspirado”, manifestaba en una entrevista publicada por The Socialite Family, una de las publicaciones de referencia del mundo de la decoración y el interiorismo: “Tengo una gran complicidad con mi hija y la llevo conmigo a las exposiciones, a las ferias… Le encanta venir al taller, donde se expresa libremente. No dudo en pedirle su opinión y, además, me ayuda a organizar nuestra casa, donde tratamos de encontrar la armonía”.
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