Lo que esconde la tiara de boda de Gabriella Windsor

Gabriella Windsor se ha casado con Thomas Kingston vestida con un diseño de Luisa Beccaria y con la tiara de su madre sobre la cabeza. Ha sido mucha la expectación en torno a si la hija de Michael de Kent (primo de la Reina Isabel II) llevaría o no tiara el día del enlace. Por tradición, es habitual que las novias de la familia Windsor tomen prestada una joya de la colección de la Reina. Pero hoy no ha sido el caso.

La novia ha elegido la tiara City of London Fringe, una joya de clásica de inspiración rusa elaborada con diamantes incrustados en oro y plata que su madre, María Cristina von Reibnitz, también llevo en su boda celebrada en Viena en 1978. A ésta se la regaló su suegra (y abuela de la novia), Marina de Grecia, que en el año 1934 la recibió como obsequio en su enlace con Jorge de Kent. Al no pertenecer al joyero real, María Cristina esperó hasta la recepción posterior y al baile de la ceremonia para ponérsela. Algo que su hija no ha repetido, ya que Gabriella ha aparecido en la Capilla de San Jorge con la tiara y homenajeando así a su progenitora.

Para el vestido, la novia se ha decantado por la italiana Luisa Beccaria, que ha diseñado para la ocasión un romántico diseño joya con escote transparente, corpiño ceñido y mangas con bordados y encajes. El velo, de seis metros de largo, estaba elaborado con varias capas de tul rosa y blanco y dimiutos flores bordadas a mano.

Es la tercera boda real que se celebra en el último año en el Castillo de Windsor. Harry y Meghan Markle se dieron el sí quiero el 19 de mayo de 2018. Cinco meses después, el 12 de octubre, se celebró el enlace entre la princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank.