Lily Tomlin: activista, lesbiana y ‘compañera de piso’ de Jane Fonda

Desde que se estrenó Grace y Frankie el 8 de mayo de 2015, la serie no ha hecho más que ganar adeptos de distintas generaciones. El 16 de enero estará disponible la cuarta temporada en Netflix, casi coincidiendo con el comienzo del rodaje de la quinta, que volverá a reunir a sus dos grandes estrellas, Jane Fonda y Lily Tomlin, de 81 y 79 años, respectivamente. Además, vuelve con un fichaje de lujo, Lisa Kudrow, la inolvidable Phoebe de Friends. En España, la hija del emblemático Henry Fonda y ganadora de dos Oscar, como dice la frase hecha, no necesita presentación, no solo por su carrera, sino por sus campañas publicitarias para la firma cosmética L’Oreal París, que la han convertido en un referente para las mujeres de su generación. Sin embargo, su compañera de reparto, Lily Tomlin, a quien avala también una espléndida carrera, es menos popular en nuestro país, aunque ha participado en series de gran repercusión como El ala Oeste de la Casa Blanca, Mujeres Desesperadas o Murphy Brown.

La audiencia de la ya veterana serie de Netflix conoce de sobra el argumento, pero los que todavía no se han enganchado a ella deben saber que cuenta la historia de dos mujeres, Grace y Frankie, que se ven condenadas a entenderse después de que sus maridos, que trabajan juntos en un bufete de abogados, les confiesan en una cena que están enamorados y quieren casarse. De caracteres antagónicos y enemigas declaradas, deciden compartir el chalet del que son copropietarios ambos matrimonios en La Jolla, una de las áreas residenciales más elitistas de San Diego.

Grace, el personaje de Jane Fonda, es una empresaria de éxito retirada, que deja su firma de cosméticos en manos de su hija. Arrastra una gran dependencia del alcohol y lleva muy mal las secuelas del paso del tiempo, lo que puede interpretarse como un guiño simpático a la vida real de la actriz, quien recientemente reconocía en el documental de HBO Jane Fonda en cinco actos que le hubiera gustado ser valiente y no tener que recurrir a la cirugía estética para verse más joven. Lily Tomlin da vida a Frankie, una profesora de arte, hippie, emprendedora y pragmática, liberada y parlanchina. Esta última característica entronca con una de sus facetas más conocidas en Estados Unidos, la de monologuista y protagonista de sketches de humor, que la han convertido en una leyenda de la televisión y la escena.

Lily Tomlin, que comenzó a estudiar Biología en la Wayne State University de Detroit, abandonó esta vocación primera cuando descubrió que lo suyo era la interpretación. Comenzó entonces a labrarse su propio camino en locales nocturnos de la ciudad del estado de Míchigan y más adelante en Nueva York, en los que desplegaba sus innatas habilidades para la comedia. En 1965 hizo su primera aparición en la pequeña pantalla en The Marv Griffith Show, un emblemático talk show que estuvo en antena hasta 1985, pero su gran oportunidad llegó en 1969 cuando fichó por el programa Rowan and Martin’s laugh in, donde dio vida a una serie de satíricos personajes que ha ido retomando a lo largo de su carrera en especiales de televisión, grabaciones discográficas y espectáculos. Funciones como la que la devolverá a los escenarios de Los Ángeles el próximo 12 de enero, An Evening Of Classic Lily Tomlin, en la que hace también un repaso por su vida y rememora entrañables anécdotas con sus padres y su hermano e incluso su primer y platónico amor infantil por una profesora, la señorita Sweeney, de quien intentaba captar la atención por todos los medios.

La actriz nunca ocultó que era lesbiana y lleva casi 50 años con la misma pareja, la productora, guionista y directora de cine Jane Wagner, con quien se casó la Nochevieja de 2013 en una discreta y privada ceremonia en Los Ángeles. “Nunca di una rueda de prensa ni nada por el estilo, pero en los años 70 la gente no escribía sobre esto. Aún sabiendo la realidad, se referían a Jane como la colaboradora de Lily o con expresiones similares. En 1977 estaba en la portada de Time y esa misma semana también salió un reportaje sobre mí en Newsweek. En una de las revistas se decía que vivía sola y en la otra que convivía con Jane Wagner. A menos que hubieras salido del armario de una manera inequívoca o hubieras hecho alguna declaración en una rueda de prensa no escribían sobre tus relaciones”, manifestó la actriz en una entrevista publicada en 2006 por Metro Weekly, una revista LGTB de Washington.

Jane Wagner ha sido una figura clave en la vida sentimental y en la carrera de Lily. Y fue precisamente el trabajo lo que propició su historia de amor. En 1969, su ahora mujer había cosechado un enorme éxito como guionista de J.T., un telefilme de la CBS que contaba la conmovedora historia de un niño de un barrio desfavorecido de Nueva York que se encontraba un gato callejero tuerto y lo cuidaba en secreto hasta que se recuperaba. Este mediometraje (duraba solo una hora), cosechó un inusitado éxito, acabo programándose en prime time, la franja de máxima audiencia, aunque estaba concebido para emitirse por la mañana para un público infantil, y dejó impactada a la actriz, que en ese momento estaba buscando a alguien que la ayudara a escribir el contenido de un disco que incluyera diversos sketches cómicos.

Comenzaba entonces una fructífera y prolífica relación artística. Años más tarde, Jane dirigió a Lily en la película Vivir el momento (1981), en la que interpretaba a una mujer de mediana edad que se enamoraba de un mucho más joven John Travolta, fue guionista de La increíble mujer menguante y de los especiales televisivos en los que la actriz cosechó espectaculares audiencias en las décadas de los 70 y 80. Además, escribió la obra The Search for Signs of Inteligente Life in The Universe por la que Tomlin ganó el premio Tony en 1985. Un galardón más para un impresionante curriculum que incluye una nominación al Oscar como mejor actriz de reparto por Nashville, opera prima de Robert Altman, director también de Vidas cruzadas, cuyo reparto, en el que ella brillaba especialmente, ganó un Globo de Oro, a los que ha optado en otras cinco ocasiones. Cuenta también con 6 premios Emmy, de las 25 veces en las que ha concurrido, un Grammy, el León de Plata del Festival de Berlín…

Más allá de la relevancia de su faceta artística, Lily Tomlin ha abrazado numerosas causas a lo largo de su vida, pero sobre todo ha luchado por los derechos de las mujeres: “Soy una feminista y espero que todo el mundo lo sea. Siempre me sorprende que las chicas jóvenes no se sientan identificadas, porque cualquier progreso que se haya hecho ha surgido de estos movimientos. Toda la gente de derechas que quiere relegar a las mujeres tiene mucho poder, mientras que la gente de izquierdas tiende a ser más complaciente, no se inmiscuye en los asuntos de los demás. Los de derechas sí. Quieren que prevalezcan sus ideas”, manifestaba la actriz a Star Tribune en 2015.

El trabajo ha sido también un vehículo de expresión para defender sus ideas, al igual que para su también combativa compañera Jane Fonda, con quien protagonizó Cómo eliminar a su jefe en 1980. Una comedia que reivindicaba la labor de las mujeres que se habían incorporado al mercado laboral y estaban a la sombra de los hombres, como era el caso de las secretarias. Mujeres, que, como se planteaba en el tráiler promocional, se ocupaban de que sus jefes no faltaran a una reunión, de que siempre hubiera flores frescas en sus despachos, tuvieran su café a punto o incluso les daban ideas cuyos éxitos capitalizaban ellos. La película conectó con una audiencia femenina que llenó las salas y que tuvo su continuación en una serie, De nueve a cinco (9 to 5 era el título original también de la película), protagonizada en este caso por Rita Moreno, ganadora de un Oscar por West Sidee Story, y emitida por TVE en 1987.

Casi cuarenta años después, se está trabajando en la secuela, que podría rodarse en 2019, con las tres actrices protagonistas, Jane, Lily y Dolly Parton. La trama volvería a centrarse en la misma empresa, Consolidated Companies, pero en esta ocasión serían otras jóvenes secretarias las que buscarían a las tres jubiladas para pedirles consejo sobre cómo afrontar sus problemas laborales. “Es estupendo que después de todos estos años hayan escrito algo que tenga sentido y que merezca la pena”, ha desvelado la también legendaria actriz y cantante de country, aunque fue la propia Jane Fonda quien el pasado verano había anunciado que estaba ya trabajando en el proyecto como productora ejecutiva y con el equipo de guionistas.

Lily Tomlin acaba de estrenar también con gran éxito de público y crítica la película de animación Spider-Man: un nuevo universo, en la que presta su voz a la tía May, un personaje que en entregas anteriores de la saga han interpretado las oscarizadas Sally Field y Marisa Tomei. En esta ocasión, lejos de mostrarse vulnerable por tener una edad más avanzada que sus predecesoras, la segunda madre de Peter Parker, el superhéroe de Marvel, es una mujer dura y firme en sus convicciones: “Siempre es más divertido interpretar a alguien con carácter que una damisela en apuros, pero tienden más a escribir papeles de ese tipo, así que estoy encantada de haber hecho este trabajo. Es estupendo haber dado vida a alguien como la tía May, una mujer mayor que deja las cosas muy claras y que toma las riendas”, declaró Lily en el encuentro promocional que mantuvo con los medios de comunicación en Los Ángeles el día del estreno.