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Lily Aldridge, el mito de la modelo y la estrella de rock

Bomba sexual y flamante esposa del líder de Kings of Leon, Lily Aldridge encarna a la perfección el mito de la modelo y la estrella del rock forjado en los años 60 y 70.

Lily Aldridge

«Hot as never (…) your sex is on fire». Como toda historia de amor entre una modelo y una estrella del rock que se precie (Jerry Hall y Mick Jagger, Lou Reed y Nico, Bob Dylan y Edie Sedgwick), la de Lily Aldridge (Los Ángeles, 1985) y Caleb Followill (de 32 años), líder de la banda estadounidense Kings of Leon, tiene su propia canción: Sex on Fire, tonada de título tan explícito como las salidas de tono de su autor, el hijo del predicador devenido en cantante y compositor que tan pronto admitía la cocaína como base de su dieta como declaraba abiertamente su odio a los modernos. Pero eso era antes de conocerla a ella, claro: «Lily me dio la confianza que necesitaba», clamaba en 2010 a la revista Uncut. «El tópico de la top y el rockero no es tal, sino un patrón de convivencia que funciona. Viajamos muy a menudo, nuestra vida no conoce la rutina. Llevamos un ritmo muy loco. Por eso congeniamos», desliza Aldridge por teléfono.

Abrigo de piel de Yael para Elena Benarroch (c. p. v.), vestido de Emilio Pucci (7.760 €), pendientes de Fallon (c. p. v.), bolso de Anndra Neen (587 €) y botines de Walter Steiger (580 €).

David Roemer

Para abundar en los vínculos que unen a la maniquí con el rock hay que remontarse a su infancia. Hija del ilustrador británico Alan Aldridge, Lily se crió entre obras de arte y las portadas de los álbumes de The Who, Elton John o The Rolling Stones que facturaba su progenitor, amigo de Jimmy Hendrix y colaborador habitual de The Beatles. Su madre, Laura Lyons, fue playmate a finales de los 70. «Tenía 12 años cuando la revista cayó en mis manos, en el estudio de mi padre. Mamá tuvo que explicarme que el motivo era que ella salía en sus páginas», recordaba la top en 2013 a la periodista Deborah Feldman. ¿Lleva el atractivo sexual en los genes? «Lo que sin duda he heredado de mi madre es el respeto hacia mí misma y los demás», concede a S Moda desde Nueva York.

Body (2.710 €) y pantalón (585 €), ambos de Matthew Williamson, pendientes de Louis Vuitton (c. p. v.), cuello de zorro de Ramiro Guardiola (790 €), cinturón vintage y bolso de Saint Laurent by Hedi Slimane (c. p. v.)

David Roemer

El matrimonio Followill vive entre la Gran Manzana y Nashville, Tennessee, donde sus vecinos son Dan Auerbach, líder de The Black Keys, o Jack White (mitad de otro insigne tándem de músico y top hasta su ruptura con Karen Elson en 2013). Pero mrs. Followill no parece imbuirse de la escena musical de la meca del country rock. «Es un remanso de paz. Allí me entrego a la cocina y a mi familia». También «desconecta» de una industria que ha condicionado su vida desde niña: su hermano mayor, Miles, es célebre por sus instantáneas pop para Vogue Italia; comparte profesión con dos de sus hermanas, Ruby y Saffron, hoy periodista, y con su cuñada hasta 2013: Kristen McMenamy. «Tuve una infancia increíble, pero nunca he sentido la necesidad de ir contándolo por ahí». Admite, eso sí, que «el hecho de que Miles se dedique a la fotografía me ayudó a desinhibirme ante las cámaras».

Chaqueta de zorro de Yael para Elena Benarroch (4.000 €), mono de Pedro del Hierro Madrid (2.290 €), bolso de Inge Christopher (150 €), cadena de Jennifer Fisher (295 €) y collar de Fallon (c. p. v.).

David Roemer

Poco después de dar a luz a su única hija, Dixie, de dos años y medio, posó para el polémico Terry Richardson. «Adoro trabajar con él. Conmigo siempre ha sido muy correcto», zanja. Desmiente malos rollos entre modelos. «Mi mejor amiga es Erin Heatherton. Este mundo es una suerte de gran familia. Trabajar en equipo te permite conectar con colegas de profesión, estilistas, maquilladores…». También esquiva pronunciarse sobre los aspectos negativos de su oficio. No es crítica ni con la sobreexposición que, Internet mediante, está transformando al sector. «Las redes sociales son muy influyentes. Hoy todo gira en torno a tu número de seguidores. Abrí mi cuenta de Twitter en mayo de 2012 y en noviembre mis followers se duplicaron gracias al desfile de Victoria’s Secret [a cuyo elenco de ángeles se sumó en 2009]. Me parece excitante que la gente interaccione y se exprese, día y noche, a través de la Red». Ella hace lo propio con sus 420.000 seguidores en Twitter (un millón en Instagram), con quienes tan pronto comparte la concesión del Nobel a Malala o la última noticia sobre el ébola como desvela sus trucos de maquillaje. «Recuperé la forma tras el embarazo gracias al ballet, con la profesora que preparó a Natalie Portman para Cisne negro», revela. Su icono de belleza, «Audrey Hepburn», representa un canon ético y estético en las antípodas de la vida de sexo, drogas y rock’n’roll que cabría esperar. «Ser madre ha cambiado mi vida por completo. Dixie es mi prioridad. Mi relación con la moda ha evolucionado y me siento más segura de mí misma. Soy más feliz, más fuerte, más femenina, más cariñosa». ¿Más sexy? Recordemos que quien habla inspiró la letra de Sex on Fire. «Sí, eso creo… y espero».

Cazadora (1.190 €), falda (750 €) y uñas de metal bañadas en oro (98 €), todo de María Escoté; pendientes de Melinda Maria (77 €), pulsera de Michael Kors (112 €) y brazalete de Louis Vuitton (755 €).

David Roemer

Abrigo de mutón de Yael para Elena Benarroch (3.500 €), vestido de Alessandra Rich (2.725 €), pendientes de Fallon (c. p. v.), anillo de Luxenter (39,90 €), sortija con gema de Viceroy (99 €) y botines de Walter Steiger (580 €).

David Roemer

Chaqueta (1.935 €) y pantalón (1.195 €), ambos de Roberto Cavalli, pañuelo vintage, sujetador de Victoria’s Secret (c. p. v.), pendientes de Fallon (c. p. v.) y collar de Porter Lyons (59 €).

David Roemer

Blazer (1.780 €), crop top (450 €) y falda (400 €), todo de la colección crucero de Versace; bolso de Jimmy Choo (925 €), pendientes de Fallon (c. p. v.), collar de Hissia (1.950 €) y reloj de Viceroy (215 €).

David Roemer

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