Laura Pausini: “No soporto a los cantantes que ya no cantan sus primeras canciones”

Está ocupadísima. Laura Pausini (Faenza, Italia, 47 años) se pasa el viernes encerrada en un estudio, ultimando su película documental, Laura Pausini. Un placer conocerte (7 de abril en Prime Video), y a la vez se prepara para “las tres noches inolvidables” que augura para el Festival de Eurovisión, que copresentará con Mika y Alessandro Cattelan en mayo en Turín. Aun así saca tiempo para responder a la entrevista. Habla en español y se muestra cercana, espontánea —algo que quienes la han visto en programas como La Voz adoran de ella— y muy segura de sí misma. En 1994 su primer disco en español, Laura Pausini, se convirtió en superventas en España (aún hoy es el álbum de un artista extranjero más vendido). Varias generaciones se han desgañitado cantando su “Marco se ha marchado para no volver”. Esa joven que ganó San Remo con La solitudine creció en Solarolo, un pueblo de la Emilia-Romaña, cerca de Rávena. Su padre cantaba en un piano bar, y eso la llevó a subirse por primera vez a un escenario: “Era el día de mi octavo cumpleaños y fui con mi madre y mi hermana a cenar a ese local para celebrarlo cerca de él. Me preguntó qué quería de regalo y le dije: ‘Quiero tu micrófono’. Mi madre estaba en shock, siempre quiso que fuera farmacéutica”.

Ahora va a presentar Eurovisión, ¿le hubiera gustado ir al festival?
Cuando yo empecé no era muy conocido en Italia, pero en los últimos 10 años ha empezado a serlo y me he convertido en fanática total. Yo conocía Eurovisión porque mis amigos de España me hablaban de ello, me hubiera gustado participar y ahora es un honor presentarlo. Espero cantar, estoy flipando.

Su amiga Raffaella Carrà fue un icono eurovisivo, en España presentó el programa Salvemos Eurovisión. ¿Tendrá algún guiño hacia ella?
Me conmueve hasta las lágrimas hablar de ella. Es un icono para todo el mundo, ella ama desde donde esté ahora la música, la alegría, la igualdad… La adoro y mi corazón siempre está junto a ella.

¿Qué hubiera pasado si en 1993, con 18 años, no hubiera ganado el Festival de San Remo? Es la idea de la que parte su documental.
Me pregunto cada día cómo hubiese sido mi vida si no hubiese sido famosa… Se verá todo en el documental, va a descubrir a esa Laura que no es famosa.

En el single del filme, Caja, habla con su yo adolescente. ¿Qué le diría?
Siempre he hecho lo que yo quería, y eso me hace sentir orgullosa. Aunque era pequeña, ingenua, y a veces al principio también un poco cursi, siempre era auténtica. Siempre estuve segura de mí misma, nunca he cantado una canción que no quería. Lo que le diría es “atención a la gente”. He encontrado muchas personas que me han hecho sufrir, le daría una lista de nombres.

¿Cuáles han sido sus luchas por ser fiel a sí misma? Con 29 años paró la promoción de From the inside en Estados Unidos porque tenía remezclas dance.
Tomé esa decisión arriesgando mi trabajo, sola, sin mánager… Fue difícil pero estoy orgullosa, revela una verdad de mi carácter: odio que me tomen el pelo o me quieran involucrar y después cambien la ruta. No entendía que me presentaran como si fuera Cher. Demuestra que soy Tauro, testaruda, cabezona.

Dice que 2022 va a ser un “comienzo”. ¿Por qué?
He pasado 2021 con muchos bajones. Aunque gané el Globo de Oro [por Yo sí, de La vida por delante] y estuve nominada al Oscar, no me sentía fuerte. Quiero empezar, ser energética, tener disciplina, cantar. Me veo con fuerza para estar frente al público, sin miedo. Hace años le dije a Tiziano Ferro: “El miedo no existe”, y así nació una canción. Me lo repito mucho.

En los Oscar llevó un Valentino de alta costura. ¿Cómo ha utilizado la moda para definirse?
Al ser italiana, creo que la moda es parte de nuestra cultura. Desde niña recortaba fotos de revistas, y tenía claro que los trajes son mi prenda favorita, me hacen sentir segura. Con los años mi cuerpo se ha convertido en más mujerón, con curvas, al principio no fue fácil aceptarlo, pero es mi físico y he aprendido a amarlo. He colaborado con Armani y Gucci, hace unos días en San Remo llevé un vestido que dibujó para mí Donatella Versace… Me gusta ser amiga de los diseñadores.

Se hizo muy popular con sus baladas de amor, pero en Similares (2015) o la canción Yo sí ha hablado de igualdad y diversidad, ha condenado el racismo…
Cuando salió Similares me sentía harta de leer o ver en televisión esas cosas de las diferencias, de dividir a las personas. Era insoportable. Además en mi nación han sido siempre un poco lentos en dar la misma calidad a todos. Hice aquel disco y Yo sí porque son cosas en las que yo creo. Eso importa más que el marketing; la música para mí no puede ser sinónimo de falsedad.

Fue viral cuando en 2013 defendió que no se casaría hasta que sus amigas lesbianas pudieran. ¿Qué le parece que hoy se acepte la unión civil homosexual, pero no el matrimonio?
Es ridículo, es absurdo. Y no me he casado, aunque siento como si lo estuviera con Paolo [Carta], llevamos 17 años. Encuentro eso muy dictatorial, no me gusta que haya alguien que te diga si puedes casarte o no.

¿Por qué quiere luchar en el futuro?
Viendo que con los años las cosas en lugar de mejorar empeoran hay una lista importante. Lo que más me preocupa, ya que tengo una niña de nueve años, es explicar a la nueva generación que se puede soñar, ver una película en un cine, ir a un concierto, no pasar tantas horas en las redes, hablar, abrazar. El contacto. Están acostumbrándose a las distancias. Y me preocupa.

¿Se ha cansado de cantar La soledad o Se fue?
No soporto a los cantantes que te dicen que ya no cantan las primeras canciones, coño. A mí lo que me aburre es la falsedad, que te digan qué linda, qué maravillosa eres… Esos cumplidos falsos ya no los soporto. Desde el principio canto mi vida. Marco fue mi primer novio y seguimos en contacto, me emociono con La soledad. Yo amo los recuerdos.