Las actrices españolas reivindican su espacio

Aseguran expertos como el director de casting Luis San Narciso, o la coach de intérpretes Raquel Pérez, que las nuevas generaciones de actrices españolas vienen empujando fuerte. Más que ellos. «A Mario Casas le auguro una carrera brutal pero se me ocurren pocos nombres masculinos más de los que pueda afirmar lo mismo. Sin embargo, en el caso de ellas podría hablarte de Inma Cuesta, Bárbara Lennie, Marta Etura, Bárbara Goenaga, Aina Clotet…», enumera el periodista de cine Gregorio Belinchón. La cantera de intérpretes femeninas es amplia y de calidad. Sus valores: son más persistentes, disciplinadas, versátiles y están muy empeñadas en mejorar su formación. Son conocedoras de su talento y están dispuestas a exprimirlo.

Pero como en casi todas las áreas profesionales, ser mujer tiene sus inconvenientes. Las actrices cobran bastante menos, se les presiona mucho más a la hora de presentar su imagen y pelean por menos papeles, ya que en la industria siguen predominando los hombres guionistas, productores y directores. Son las reglas de un juego que marca la industria americana y que los demás países del mundo adoptan sin rechistar.

Aun así, hay quien cree que las cosas pueden cambiar o, por lo menos, mejorar. Crear más variedad de personajes para ellas o superar los manidos roles femeninos victimistas por perfiles más valientes y arriesgados. ¿Será 2015 el año de su definitivo protagonismo?

LUIS SAN NARCISO
Director de ‘casting’. MIeres (asturias), 1959

El director de casting más mediático de España facilita un dato clave: el 70 por ciento de los protagonistas en nuestro país son masculinos. «La industria se decanta hacia los hombres, cuando aquí hay más y mejores actrices. Es algo que está integrado en la cultura mundial, sobre todo a partir de una edad madura. En mi trabajo intento que los porcentajes sean justos, cuestionándole al director el porqué de un ginecólogo y no una ginecóloga en una historia. La inercia les lleva a escribir y dirigir en masculino», cuenta. Solo cuando se enfrenta al casting de una película de Almodóvar sabe que el peso femenino será fuerte, quizá el único caso. «Éste es un país machista. Pero cuanto más avanzan los tiempos, las cosas, por fortuna, también cambian. Y las actrices, que lo saben, se preparan más que nunca para cuando llegue su momento».

ESTHER GARCÍA
Productora de el deseo. Cedillo de la torre (segovia), 1956

Desde que en 1976 produjera Curro Jiménez su carrera ha sido imparable. Aunque su trayectoria está marcada por su participación en todas las películas de Almodóvar desde 1986, ha ganado tres Goyas con tres directores diferentes y este año ha revolucionado las taquillas con Relatos salvajes, de Damián Szifrón. «Me anima producir historias donde el punto de vista de la mujer está presente en el poder o la política, pero no hay muchas, porque en casi todo lo que leo ellas son la parte subordinada de la trama. Aun así, cuando veo el éxito de la serie Isabel confirmo mi sospecha: que esos guiones son posibles», cuenta. Tiene claro que el talento de nuestras actrices es equiparable al de cualquier industria, motivo por el que Almodóvar sigue rodando en España y en español. «Blanca Portillo es nuestra Meryl Streep, podría eclipsar a cualquier estrella de Hollywood. Desde Casablanca a nuestros días, encuentro más matices en las protagonistas femeninas. Es así».

Belén Rueda.

Gorka Postigo

ENRIQUE GONZÁLEZ MACHO
Presidente de la academia de cine. Santander, 1947

Desde hace años, al conocer los nombres de las candidatas a los Goya, el presidente de la Academia advierte que el nivel de las elegidas está «mejor que bien». «Es más, te diría que entre las propuestas en cada categoría hay 15 o 16 con posibilidades muy igualadas. Al final, ser justo en unos galardones como estos resulta especialmente complicado», advierte. Cree que es muy probable que ninguna actriz trabaje pensando en ganar el cabezón pero lo desean, desde luego. Eso que oigo a veces de que «los premios no me importan» es falso. No conozco a nadie a quien le dé pena haberlo ganado. No tener un Goya no es sinónimo de fracaso, pero llevártelo es la guinda del éxito en nuestro país». El intérprete con mayor número de candidaturas en la historia del certamen es una mujer, Maribel Verdú, que suma ya una decena.

RAQUEL PÉREZ
‘Coach’ de actores. Madrid, 1971

A lo largo de sus 22 años de profesión ha ayudado a Belén Rueda, Verónica Echegui o Juana Acosta a prepararse sus mejores papeles. «En la actualidad las actrices van a los rodajes habiendo hecho un trabajo previo. En eso hemos avanzado mucho. José Luis Borau me decía que antes los guiones se aprendían en el mismo set. Pero ahora llegan con propuestas, ofrecen su visión y no son un mero instrumento, aportan su propia creación», asegura. Raquel las ayuda a no arriesgar su propia identidad por culpa de un personaje. «Las actrices españolas se tiran al charco como nunca, han aprendido a ser dueñas de su talento. Se lo creen. Pero hay que acercarse al personaje, y no al revés. Hacerlo todo desde el yo es muy peligroso».

BENITO ZAMBRANO
Director de cine. Lebrija (Sevilla), 1965

Dos de sus películas más emblemáticas, Solas y La voz dormida, son historias de mujeres fuertes. Todas las actrices principales que trabajaron en estos dos filmes fueron nominadas al Goya, y cuatro de ellas lo ganaron. «Jugar con sensibilidades diferentes a la mía siempre es un regalo. Las actrices saben dar sentimiento, raza y temperamento delante de una cámara, aportan un carácter que a veces a un actor le cuesta más encontrar. Es importante que sepan dotar de personalidad a un personaje pequeño, cosa que a veces ni siquiera está en el guión. En intuición, no hay quien les gane», cuenta. ¿Su apuesta personal? Los personajes femeninos con identidad. «No me gustan los floreros ni en mi casa».

Ivana Baquero y Ana Fernández.

Gorka Postigo

ANTONIO RUBIAL
Director de la agencia de actores a6 cinema. León, 1973

Representa a actrices de la talla de Clara Lago o Manuela Velasco y conoce bien lo que las caracteriza: talento y ganas de comerse el mundo. Aun así, reconoce que las féminas lo tienen especialmente difícil en esta industria: «Entre un actor y una actriz del mismo nivel hay una diferencia de salario del 20% al 40%. Y además, se les exige estar guapas, saber posar en la alfombra roja y ser ocurrentes en sus respuestas con la prensa. Y si no consiguen llegar a todo, son criticadas. Por eso, ellas acaban teniendo más narices», dice. ¿Es ésta una mala época para tener ofertas? «Hace un año era el desierto. Ahora se ve la luz. Y si no, los mercados de Reino Unido, Estados Unidos y Argentina nos esperan con los brazos abiertos».

RAFAEL CABRERA
Director de políticas de ‘marketing’ y promoción internacional. Madrid, 1971

Desde el Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), Rafael Cabrera hace una función esencial: muestra lo mejor del cine español en los festivales de todo el planeta (de San Sebastián a Berlín, de Sundance a Toronto). De los cinco años que lleva al frente de esta labor, considera que 2014 ha sido uno de los mejores «en gran parte debido a un repunte en el aumento del consumo en España», admite. Con su perspectiva internacional asegura que «el talento de las actrices españolas es muy apreciado fuera. Nuestra forma de entender la realidad, entre lo mediterráneo y lo latino, hace que haya países donde nos consideren incluso exóticos», cuenta.

SERGIO G. SÁNCHEZ
Guionista. Oviedo, 1973

Ha firmado los guiones de éxitos internacionales como El orfanato o Lo imposible, y este mes estrena la esperada Palmeras en la nieve. En todas ellas, los personajes femeninos tienen una gran importancia. «Suelo gravitar hacia ellas porque se ven cada vez menos, la verdad. Quizás sea porque me he criado entre mujeres y porque me gusta acercarme a las personalidades fuertes». El guionista, dos veces candidato al Goya, cree que la escasez de papeles para las actrices tiene que ver con la falta de productoras, guionistas y directoras. «El público no tiene ningún problema, somos nosotros. Por fortuna, el cine americano está comprobando que las mujeres también funcionan en las películas de acción: lo que ha ocurrido este año con Scarlett Johanson y Lucy ha sido un pelotazo mundial. Ahora preparan una versión femenina de Cazafantasmas. Éste es un camino sin vuelta atrás».

De izq. a dcha. Macarena Gómez, Marta Hazas y Aura Garrido.

Gorka Postigo

GREGORIO BELINCHÓN
Periodista de cine. Madrid 1971

«Estoy deseando que alguien se anime a escribir, dirigir o producir un No habrá paz para los malvados con una mujer. Pero no sé si seguiré aquí para verlo». Gregorio Belinchón lleva años analizando todo el cine que se estrena en nuestro país, y lo cuenta en las páginas de El País. Admite que por cada actor español que ve con futuro, diría al menos el nombre de cinco actrices. «Ese potencial femenino, con tanto nivel, se aprecia especialmente en los Goya», asegura. Al parecer no es un mal (exclusivamente) nacional. «Es un problema universal. Solo conozco una excepción, la del cine francés: Isabelle Huppert o Juliette Binoche tienen una trayectoria equiparable a la de sus actores coetáneos. Así les va: mucho mejor».

TERESA FERNÁDEZ VALDÉS
Directora de bambú producciones. Pontevedra, 1980

Acaba de ser elegida por Hollywood Reporter como uno de los cinco showrunners más importantes de Europa. Los otros cuatro son hombres. La dueña de Bambú Producciones (Velvet, Gran Hotel o Hispania) afirma: «El mando de la televisión lo tiene la mujer, por eso nuestras series están comandadas por féminas fuertes que hacen frente a la realidad que les toca vivir. Así la espectadora se identifica con ellas». Y prosigue: «Los tiempos han cambiado. Ya no queremos ver a las mujeres como víctimas de situaciones conflictivas masculinas. También estamos cansadas de soñar con el príncipe azul». Ahora, solo hace falta darles a las actrices los papeles adecuados. Pone como ejemplo a Marta Hazas. «Es una actriz estupenda y no brillaba en otras series pero, con el personaje adecuado en Velvet, ha creado su propia luz».

De izq. a dcha. Hiba Abouk, Manuela Vellés y Manuela Velasco.

Gorka Postigo