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La cruzada contra las ‘celebrities’ que anuncian productos dietéticos en Instagram

Batidos, tés o piruletas saciantes ganan terreno entre los anuncios patrocinados de personajes como Kim Kardashian. El Servicio Nacional de Salud británico (NHS) se suma a la denuncia de sus peligros y pide a la plataforma que los prohiba.

Piruletas y batidos saciantes, entre los productos que promociona Kim Kardashian.
Piruletas y batidos saciantes, entre los productos que promociona Kim Kardashian.Instagram @flattummyco

Por un lado, usuarios de redes sociales hartos del #sponcon de turno que ese famoso al que siguen comparte incitándoles a comprar. Por otro, los grupos de profesionales sanitarios que, con la proliferación de la industria wellness promoviendo pseudoterapias y productos pseudocientíficos, se plantan y toman medidas concretas para advertir de sus peligros para la salud. Y en el punto de mira, fenómenos como Goop, el imperio de bienestar y lifestyle que ha erigido Gwyneth Paltrow (y que estrena serie documental en Netflix rodeado de controversia) o el de las celebridades como Kim Kardashian y su clan, lucrándose aún más a costa de fomentar productos dietéticos que no consumen en realidad y que puede causar confusión y daños en la salud física y mental de sus seguidores.

Que se prohiban este tipo de anuncios en Facebook e Instagram. El último reclamo del Servicio Nacional de Salud británico (NHS) sobre las publicaciones patrocinadas que anuncian batidos, tés, pastillas o piruletas saciantes es contundente. Stephen Powis, director médico nacional de la institución, trasladaba el mensaje a The Telegraph: «Estas celebridades tan influyentes están defraudando a las personas que las admiran vendiendo productos que, en el mejor de los casos, son ineficaces y, en el peor, dañinos (…) Las compañías de estas redes sociales tienen el deber de acabar con la práctica de individuos y marcas que utilizan su plataforma para dirigirse a jóvenes con productos que se sabe que ponen en riesgo la salud”.

“Estos batidos sustitutivos son muy buenos y me están ayudando a que mi barriga vuelva a estar plana. Ya me siento increíble y estoy muy emocionada por las próximas semanas. Tratan de poner a las mujeres de vuelta en marcha …”, escribía Kim Kardashian. Un post patrocinado señalado con la etiqueta #ad (anuncio) -ponerlas es ya también un deber en Reino Unido- en el que aparece con estos batidos patrocinado por la marca Flattummy Co., con la que ya colaboró con el controvertido caso de las piruletas saciantes, generando una polémica similar.

Problemas derivados directamente de su consumo que afecten al sistema digestivo y también de corte mental, que pueden acarrear a su vez otros de tipo físico. Productos y publicaciones que no alimentan más que inseguridades. Como explica a S Moda la psiquiatra y terapeuta Berta Pinilla, del grupo Doctor Oliveros, “el consumo de este tipo de imágenes, que muestran cuerpos en la mayoría de los casos irreales, ya sea por obra de Photoshop o de la cirugía, pueden causar muchos daños de salud mental. Desde problemas de autoestima o de relación social, depresión, ansiedad, dismorfia corporal -que la propia Kardashian ha reconocido tener- o trastornos de la conducta alimentaria como la anorexia, en los que además la salud física se puede poner en elevado riesgo”, aclara la experta.

“En realidad no presentan nada nuevo”, cuenta vía telefónica Juan José Rodríguez Sendin, médico de familia y presidente de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial de España. El continuo bombardeo con anuncios de productos de este tipo y mensajes nocivos y engañosos que prometen pérdidas de peso milagro, dice, “han sido la norma en medios de comunicación durante años”. Pero coincide en que la red social y las figuras de los influencers enganchan más al público joven y amplifican el mensaje. Y señala que, en su opinión, más que una prohibición, lo que haría falta es denunciarlos. “Estos casos ya están previstos por la norma (la ley de seguridad alimentaria y nutrición), lo que hay que hacer es intervenir, pero eso conlleva invertir tiempo, dinero y recursos humanos, como se ha hecho con otros casos. También habría que apelar más a la responsabilidad de estos personajes famosos”.

“Con el uso de las redes sociales los jóvenes actualmente viven en constante exposición y comparativa con los otros, mostrándose además una realidad la mayor parte de las veces ficticia”, resalta Berta Pinilla. Coincidiendo con el mensaje que, también desde el NHS, lanza su directora nacional de salud mental, Claire Murdoch: “Los jóvenes se enfrentan a presiones sin precedentes. Los anuncios en las redes sociales promueven una imagen corporal idealizada y esto puede llevar a un aumento de la ansiedad”. Una realidad que los datos corroboran. Según una encuesta de la YMCA estadounidense, el 62% de los jóvenes de 15 a 16 años se sienten muy presionados debido a lo que ven en las redes sociales, reconociendo que las cuentas de celebridades son las más influyentes (el 58%). Y los niños de 11 a 12 años reconocieron que las imágenes que ven en las redes sociales desempeñan un papel importante en la forma en que se sienten con su propia imagen e influyen en su percepción de cómo es un cuerpo real»Dentro de ese público, las mujeres, “por cuestiones de roles de género, que nos inducen a tener que cuidar nuestro aspecto”, nos vemos más afectadas, subraya la psiquiatra y psicoterapeuta. Con el mayor impacto en las de edad adolescente, como señalaban, “pero cada vez es más frecuente encontrar hombres que padecen problemas como anorexia o vigorexia”. La clave, para la psicoterapeuta, estaría en educar. «La solución pasa por la prevención. Educar a los jóvenes en el uso de las redes sociales con una visión crítica y sobre todo en saber identificar lo que es o no perjudicial o aceptable para uno mismo».

Desde el propio mundo celebrities, el azote por el positivismo corporal de la actriz británica Jameela Jamil. Con la bala puesta principalmente en las Kardashian por lo incuestionable de su poder de influencia y sus diferentes imperios construidos todos en torno a una imagen muy concreta, e irreal, de cómo debe ser un cuerpo. Troleos a Kim, como con el caso de las piruletas saciantes, escribiendo en Twitter: “No. Que te den. No. Eres una influencia terrible y tóxica para las chicas jóvenes. Admiro la capacidad de tu madre para hacer marca, es un genio, explotadora pero innovadora. Sin embargo, esta familia me hace sentir realmente desesperada cuando veo a lo que reducen a las mujeres”. O más recientemente a Cardi B, que anunciaba una bebida detox: “Dios, espero que todas estas celebridades se hagan caca encima en público de la misma forma que lo hacen las pobres mujeres que compran estas tonterías gracias a su recomendación. Como si en realidad lo tomaran. Es solo que necesitan más dinero”, ironizaba. “Dadnos los códigos de descuento de vuestros nutricionistas, cocineros personales, entrenadores personales, maquilladores y cirujanos plásticos malditas mentirosas”, escribía en otra ocasión tratando de desentrañar los procedimientos a los que en realidad se someten.

«Esto es tan importante. Venga, Twitter. Hagamos ruido. Estos tés y batidos sin sentido solo ayudan a perder peso de vuestras carteras (a la vez que nos cuestan la salud). Hagamos que esta estúpida industria ‘Dietox’ se arrodille», ha sentenciado Jamil en Twitter apoyando la idea de la prohibición.

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