Jennifer Aniston admite que el divorcio de sus padres le impidió tener una vida sentimental sana

Jennifer Aniston ha hablado en numerosas ocasiones de cómo la relación con su madre la marcó para siempre pero nunca había entrado en la relación de pareja de sus padres. Ahora, en la extensa entrevista de portada que ha concedido al suplemento de estilo de vida del Wall Street Journal, la actriz ha confesado, entre otras muchas cosas hasta qué punto han influido en su vida adulta. «Creo que su separación hizo que luego encontrase especialmente difíciles las relaciones, creo que por la cantidad de tiempo que estuve sola» explicó para añadir también: «Lo que vi, es decir, presenciar la relación de mis padres no me hizo pensar precisamente ‘Ay, mira, quiero eso'». Aniston dio un argumento aún más elaborado, para que su postura quedase clara: «No me gustaba la idea de tener que sacrificar lo que necesitabas o lo que eras a cambio de una relación, que es lo que me enseñó la que ellos tenían. No sabía bien cómo no tener que hacer esas renuncias, de manera que prefería ir por mi cuenta. No tuve ningún tipo de formación en lo que respecta al toma y daca sano del amor».  Todas estas circunstancias, según ha explicado, han hecho que le resulte más fácil adoptar diferentes roles en su vida como actriz que en su vida personal, donde el papel de «novia» le sigue costando.

En la misma entrevista, la actriz ha vuelto ha abordar por enésima vez el tema de la maternidad, sobre el que le preguntan cada vez que se presenta la ocasión. Esta vez ha aportado una anécdota novedosa que hace ver hasta qué punto el proceso de intentar ser madre fue duro para ella: durante unos años, su amigo Adam Sandler le mandaba flores el día de la madre. Aniston, quien pasó por  un proceso de fecundación in vitro cuando estuvo casada con Pitt ha explicado que nunca le ha agradado hablar sobre el asunto porque le parece que abrirse sobre el tema la obliga a exponerse más de lo necesario sobre algo que considera íntimo y exclusivamente de su propiedad, sin embargo sí hizo una confesión: «Hubiese dado cualquier cosa para que alguien hubiese venido y me hubiese dicho: ‘Congela tus óvulos. Hazte ese favor».