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Emma Mackey: «Me siento una impostora la mayor parte del tiempo»

Después del repentino y gigante éxito de ‘Sex Education’, la actriz saca partido a su bilingüismo inglés-francés y a su doble nacionalidad. La película ‘Eiffel’ marca el regreso a Francia, el país donde creció.

Emma Mackey, el pasado agosto en el Festival de Angulema.
Emma Mackey, el pasado agosto en el Festival de Angulema.Getty

El Eurostar, el tren que comunica París y Londres es, probablemente, la mejor metáfora de la cabeza de Emma Mackey. Su animal espiritual. Además de ser la ruta que más ha recorrido en su vida, según ella misma confiesa. Hija de padre francés y de madre británica, Emma Mackey (25 años) nació en Le Mans, Francia, en plena región del Loira. Pasó toda su infancia y adolescencia allí, escapando los veranos a Inglaterra, con su familia materna. Mientras crecía en Francia se sintió inglesa, y cuando se mudó a Reino Unido a los 17 años, para estudiar Lengua y literatura inglesas en la Universidad de Leeds, empezó a sentirse más francesa. No puede luchar contra esa dualidad, contra ese sentirse extranjera en sus dos hogares. «Ya he aceptado que no soy la misma persona en los dos idiomas, porque mi sentido del humor, mi cabeza y mi vocabulario cambian dependiendo de la cultura en la que me estoy expresando», reflexiona. «Me parece más interesante según cumplo años, ya no siento que tenga que escoger una u otra. Me ha llevado un tiempo, pero ahí estoy. Es un regalo y estoy muy agradecida, sobre todo a mi madre, que trabajó mucho para que mis hermanos y yo habláramos inglés en casa».

Y tiene pinta de que en los próximos años el Eurostar seguirá siendo la tercera casa de Emma Mackey. La actriz seguirá sacando partida de esa dualidad y bilingüismo (aunque su palabra favorita sea «joder», en español, aprendida de una de sus mejores amigas en Londres). Después de catapultarse a la fama con su primer papel, el de la brutalmente honesta y bastante rebelde Maeve en Sex Education, la actriz tiene grandes proyectos en los dos países, en los dos idiomas. Eiffel, un drama romántico épico en el que interpreta a Adrienne, el gran amor de Gustave Eiffel (interpretado por Romain Duris), autor de la torre parisina a la que Mackey, reconoce avergonzada, nunca ha subido. Y Muerte en el Nilo, la adaptación de la novela homónima de Agatha Christie, dirigida por Kenneth Branagh con un reparto estelar (Gal Gadot, Annette Bening, Jennifer Sanders). Si la covid lo permite, los dos títulos verán la luz este otoño, antes de que acabe el año, justo después del estreno de la tercera temporada de Sex Education (17 de septiembre), la razón por la que acumula cinco millones de seguidores en una cuenta de Instagram a la que, lo sentimos, no hace ningún caso. Especialmente después del confinamiento que, por cierto, pasó en Córcega, en casa de sus padres en el campo, retomando la lectura y la contemplación que el año y medio de atención mediática le había robado.

Emma Mackey, en la serie ‘Sex Education’ de Netflix.
Emma Mackey, en la serie ‘Sex Education’ de Netflix.Sam Taylor/Netflix

Como Sex Education ha sido un éxito tan grande (más de 40 millones de espectadores, según datos oficiales), parece que lleve más tiempo en la industria, pero apenas se han cumplido dos años desde su debut. ¿Aún tiene muchos momentos de no creer lo que le está pasando?
Sí, todo el tiempo. Nunca doy por hecho nada y me parece tan absurdo que me esté dedicando a esto, que trabaje entre esta gente, que me meta en la piel de un personaje, que pueda vivir en otros países. No sé si algún día superaré esta sensación. Supongo que es un clásico entre actores jóvenes, pero me siento una impostora la mayor parte del tiempo. ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Por qué estoy aquí? ¿Seguro que me quieres a mí? Supongo que lo importante es encontrar el equilibrio entre el síndrome de la impostora, sentirte un poco fuera de lugar y aceptar que tienes permiso para estar aquí, que tienes algo que ofrecer para seguir creciendo y ser una mejor persona el día de mañana. Supongo que está bien mantener esa pequeña duda siempre, para querer seguir aprendiendo cada día, está bien sentirse así aunque dé un poco de miedo.

Por culpa de la pandemia, ¿tuvo que rodar al mismo tiempo la tercera temporada de Sex Education y Eiffel?
Así es. Rodamos una primera parte de Eiffel justo antes de que estallara todo y continuamos después, con todas las medidas de seguridad. Además, en esta segunda parte rodamos el flashback, la historia de cómo Adrienne y Gustave Eiffel se conocen en Burdeos cuando ella tenía aún 18 años, cómo se enamoran y estuvieron a punto de casarse hasta que lo impide su padre, por lo que fue fácil volver a eso, casi parecía una película distinta (otro vestuario, otro peinado…). Entre semana rodaba la serie y los fines de semana la película. Fue una vida un poco esquizofrénica durante dos meses, pero no me quejo, estoy feliz de todo lo que me está pasando.

No se ha estrenado todavía en los cines, pero ya llaman a Eiffel «la Titanic francesa». Es una gran producción para Francia.
Sí, no sé si Martin Bourboulon, el director, lo tenía en mente cuando trabajábamos en ella, pero me parece graciosa la comparación. Supongo que es porque Titanic es una película emblemática que representa el amor a primera vista, con ese elemento histórico del Titanic, sabíamos qué iba a pasar con el barco y también sabemos que la Torre Eiffel, a pesar de las dificultades que cuenta el filme, se iba a terminar construyendo. Pero el suspense y el ritmo se mantienen por el romance, por lo que les pasa a estos dos personajes, así que supongo que hay alguna similitud, pero estamos haciendo nuestra propia película. Y yo, mientras preparaba mi personaje, no pensé en ningún momento en ninguna película, ni en otras mujeres. Adrienne existió de verdad, pero solo se sabe su nombre, que era de buena familia y que casi se casa con Eiffel, tuvimos mucha libertad para inventarla.

En la película ‘Eiffel’.
En la película ‘Eiffel’.

Eiffel es la primera película que Emma Mackey rueda en francés. También supuso su estancia más larga en Francia después de abandonar el país a las 17 años para estudiar en la universidad. Al acabar la carrera, se mudó a Londres y empezó a acudir a clases de interpretación. Trabajaba como canguro mientras se formaba. Gracias a un profesor consiguió representación y así llegó el casting de Sex Education. Por la serie se ha erigido de la noche a la mañana como una cara visible de la generación Z, abierta a hablar de sexo, de identidades sexuales y de género, de abusos. En el tercer capítulo de la primera temporada su personaje abortaba. La masturbación femenina no es tabú. «La serie puso el nivel ridículamente alto para mis siguientes proyectos», confiesa. Y ahora busca propuestas «que aporten algo al espectador». Pero quizá intentando sobrepasar esa presión y cansada de ser confundida con Maeve, preguntada por lo que las unía (la honestidad, ha repetido incansablemente), en su salto al cine se ha ido al otro extremo: historias de época, épicas, grandes romances. En eso coinciden Muerte en el Nilo, Eiffel y la última película que ha rodado, Emily, donde interpreta a Emily Brontë. Cumbres borrascosas fue uno de los libros que leyó durante el confinamiento, preparándose para un papel que parecía hecho para ella. «Estudié Literatura inglesa en Leeds, con esta película he vuelto a Yorkshire, interpretando a una escritora… parecen cerrarse muchos círculos en mi vida con ella», dice. Y advierte que, como Eiffel, «no es un biopic. Es la interpretación de ciertos elementos biográficos de la vida de Emily, de su familia, entrelazados con elementos de Cumbres borrascosas, la única novela que publicó».

¿Fue muy diferente rodar en francés?
Sí, lo fue. Pero no tanto por el rodaje en sí como por el hecho de volver a Francia después de tanto tiempo, volver como mujer adulta, después de haberme marchado a los 17 años. Soy completamente distinta ahora. Que mi primera película en francés sea sobre la Torre Eiffel, con Romain Duris, que es uno de los actores franceses más exquisitos… me puse mucha presión yo misma y es raro porque he pasado más años de mi vida en Francia que en Reino Unido, pero como siento que mi paso a la madurez ha sucedido en Inglaterra, estaba nerviosa por el hecho de volver ser francesa otra vez. Por eso creo que tardé unos días en sentirme feliz y segura en mi francesidad.

¿Alguna vez piensa qué habría pasado si no hubiera hecho el casting de Sex Education?
Intento no pensarlo, nunca me lo he planteado. Sí, ha cambiado mi vida por completo y es un poco loco cómo ha pasado todo de rápido, pero siento que estoy aquí por una razón y que todo lo que ha pasado, las elecciones que he hecho, me han llevado adonde estoy hoy. Intento tomarlo día a día, y también sé que quiero hacer muchas cosas, no solo actuar. Quiero vivir otras cosas, tengo planes en mi cabeza, sueños de otros mundos y de crear algo.

¿En qué consisten esos sueños o esos otros mundos que quiere explorar?
En realidad, está un poco en el mismo campo, me gustaría dirigir algún día, tener la suficiente confianza para ponerme a escribir y a dirigir. Y también quiero volver a trabajar para alguna organización benéfica. Lo hice durante un tiempo… Además, fui traductora, me gustaría poder seguir estudiando idiomas. Aunque sobre lo que más pienso últimamente es en la permacultura y en el cultivo orgánico, ser de utilidad para la comunidad es muy importante para mí.

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