Eliot Sumner, la hija andrógina de Sting
A sus 24 años, la líder de la banda adolescente I Blame Coco se reinventa y descubre como cantautora. Ella nos da las claves sobre la esencia del espíritu ‘cool’ en pro de la androginia más austera.
Era 2011 y el planeta frivolidad asistía a uno de sus acostumbrados terremotos de temporada: las blogueras de moda sustituían a los paparazis a la caza de las anteriormente conocidas como celebridades, hoy llamadas it girls. Por la puerta de los elitistas bares de Kensington, sobre el césped de los jardines privados de Chelsea, una nueva hornada de jóvenes famosas se sometía al escrutinio de la fashionista amateur, que tan pronto endiosaba como vilipendiaba a sus heroínas. Buena parte de sus objetos de estudio pertenecía a una nueva aristocracia, la de «las hijas de rockeros», de apellidos conocidos y nombres de pila exóticos: India Waters, la recientemente desaparecida Peaches Geldof, Theodora Richards… Entre ellas, de soirée en vernisage, se acostumbraba a ver a Coco Sumner (Pisa, 1990), descubierta gracias a una campaña de Burberry.
Hija de Gordon Sumner, cantante y bajista de The Police, y de la productora de cine Trudie Styler. Su ascenso en la lista de éxitos de los personajes populares fue meteórico, al tiempo que publicaba un disco con su grupo I Blame Coco (The Constant, 2010), tocaba en festivales de música tan importantes como Glastonbury o era portada de numerosas revistas… hasta que desapareció. Literalmente. La tierra engulló a Coco, el apodo que le encasquetó su madre en su niñez, y nos ha devuelto, cuatro años más tarde, a Eliot, su nombre de bautismo, fastidiando así uno de los sueños de cualquier periodista: poder iniciar una entrevista con algo así como «Hola, soy Coco»… «He decidido hacerme cargo de mi carrera en vez de esconderme detrás de un mote estúpido. Me siento más orgullosa y confiada recuperando mi autenticidad. Es una manera de expresar que ha cambiado mi forma de entender la música y la vida».
Perfecto de piel de Pull&Bear y camiseta de American Vintage.
Nacho Alegre
Han pasado varios años en los que no hemos sabido nada de usted. ¿Cómo lo ha hecho? ¿Superpoderes?
Digamos que me incluyeron en algo a lo que yo no pertenecía. No me gustó cómo acabó la campaña de promoción de mi primer álbum. Mi mánager me empujaba más y más hacia el mundo de la moda y a ir a saraos de mierda [primera y última vez que perderá sus exquisitos modales durante la entrevista]. Como no lo disfrutaba, dejé de asistir y rompí con ella. Soy muy hogareña. Prefiero quedarme en casa.
¿Y puede? ¿Los paparazzis de Londres la respetan?
Me mudé a Nueva York. Aunque es difícil de decir: técnicamente, no vivo en ninguna parte. Me muevo entre la Gran Manzana y Londres, pero no sé dónde vivo.
¿Se marchó buscando el anonimato?
Tal vez lo hice de manera inconsciente. No me gusta ir a lugares en los que la gente me reconoce, ni que me hagan fotos o que unos desconocidos se pongan a hablar conmigo. Soy muy tímida.
¿Le cuesta mantener la privacidad?
Creo que debe existir cierta intimidad. Hoy en día, prácticamente, ha desaparecido. Puedes buscar en Google lo que quieras de quien quieras.
Camisa blanca oversize de Pull&Bear y pantalones de Michael Kors.
Nacho Alegre
¿Se ha googleado alguna vez?
Hombre, alguna vez… Pero no, no lo hago. Me da terror. Sin embargo, tanto en el mundo de la música como en el de las modelos, tiene que exhibirse. Sí, es algo que no llevo muy bien. ¡Hasta he estado un tiempo sin subir fotos a Instagram! El último año no he colgado nada porque quería que me conocieran por mi música, no por mis fotos. He decidido mantenerme en silencio.
¿Qué cree que aporta su imagen a una firma?
No lo sé. He desfilado cuatro veces en mi vida. Lo he hecho por dinero.
¿Solo por eso?
Sí. No me interesa el mundo de la moda.
¿Quién la descubrió?
No lo sé. No tengo ni idea de cómo sucedió. Un buen día estaba en las marquesinas y ya está.
¿Se lo pasó bien en esa etapa?
No. No me agrada que me hagan fotos, me pone muy nerviosa. Tampoco me gusta que me digan qué ropa debo llevar. Pues ha disimulado muy bien durante esta sesión de fotos. Es que te has quedado con el final. Siempre estoy muy contenta cuando me dicen que me van a sacar la última foto.
Abrigo de ante de Valentino, camisa y vaqueros, ambos de Pull&Bear; anillo de Etro y botas de Dr. Martens.
Nacho Alegre
La tez blanquísima, los rasgos andróginos, los ojos achinados, las orejas prominentes sobresaliendo de su lacia cabellera… Un look élfico. A pesar de que siempre ha dicho que «odia su cara», en entrevistas a medios británicos como The Independent o The Guardian, algo vieron en ella los creadores de tendencias: primero fue Burberry, ahora es Pull&Bear. A Eliot, sin embargo, parece que de la moda solo le interesan las modelos; concretamente una, Age Salajoe, quien no la deja ni a sol ni a sombra mientras hacemos esta entrevista. Llevan cinco años juntas, han superado hasta montajes de revista musical como el que aseguraba que Eliot (entonces, Coco) estaba con el ex de Kate Moss, Pete Doherty. Como muestra, ese Instagram del que ahora reniega y en el que se puede ver a Eliot y Age en saraos varios con Cara Delevingne, La Roux… Lo que se conoce como una relación estable.
Ha venido a España para ser embajadora del último proyecto de Pull&Bear. La firma es patrocinadora oficial del Mutua Madrid Open de tenis y se encarga de vestir al equipo de recogepelotas. ¿Le gusta esta disciplina deportiva?
¡Ah, los chicos de la pelotita! Me gusta verlo, pero no soy muy buena con la raqueta. Prefiero el squash.
Es muy ochentas.
A mí me encanta: te activa.
Nadie lo diría, parece una chica muy tranquila.
Solía sufrir mucho de ansiedad, pero ahora estoy más calmada. Tengo síndrome de déficit de atención y me distraigo con facilidad. Así que necesito agotarme.
Y parece una chica seria.
Ya te lo he dicho: es timidez.
Nacho Alegre
¿De qué se ríe, qué cosas le hacen gracia?
Cuéntame algo gracioso y verás cómo me río.
Eh… creo que es mejor que volvamos a la pelota de tenis. ¿Quiénes son sus jugadores favoritos?
Me gusta Rafa Nadal, y no lo digo porque estemos en España. Y de las mujeres, me quedo con Sharapova.
¿Y cuando no hay canchas de squash, qué hace?
Disfruto ir al gimnasio y preocuparme por mi cuerpo. De lo contrario, me como mucho la cabeza. Corro en la cinta 40 minutos al día, como un hámster [risas].
¿Baila?
Voy a clubs y bares con mis amigos. Me encanta el techno, lugares como Fabrik u Oval Space, pero solo lo hago una o dos veces al mes. Me cansa mucho. A las dos de la mañana ya quiero volver a casa.
Entra Age Salajoe y apostilla: «Baila mucho, pero en casa, no en clubs. A mí me gustan más los clubs que a ella».
Una chica de club de toda la vida es su amiga, la cantante sueca Robyn (con la que se la relacionó). ¿Sigue viéndola?
¡Claro! Pero no puedo seguir su ritmo. El club es su religión. Donde haya una discoteca está su iglesia.
¿Colabora en su nuevo disco?
No. Esta vez necesitaba mostrarme yo misma. Reafirmarme.
¿Por qué ha tardado cuatro años en grabarlo?
Debía conocerme como artista y como persona.
El adelanto, Information, se publica en julio.
Ni idea. Me lo ha dicho su mánager. Sabes más que yo.
Abrigo de ante de Valentino, camisa y vaqueros, ambos de Pull&Bear; anillo de Etro y botas de Dr. Martens.
Nacho Alegre
Y el disco sale en 2015, ¿por qué un año entre adelanto y trabajo completo?
Técnicamente, soy una nueva artista. Ya no tengo nada que ver con I Blame Coco. Quiero que la gente conozca a mi nuevo yo. Hacerlo durante todo un año es una manera más orgánica de presentarme en público.
¿En qué consiste la nueva Eliot?
Creo que necesitaba más tiempo para crecer. Si no experimentas en esta vida, no tienes nada sobre lo que escribir. Aunque uno se lo invente todo, de alguna manera reflejas experiencias vitales.
¿Se sabe más de Eliot por sus canciones que por sus entrevistas?
Escribo letras ligeramente abstractas, para que el público pueda interpretarlas a su manera. Es lo que hace que la música sea especial, aun cuando haya sido escrita para provocar un sentimiento y desencadene otro. Por ejemplo: Nine Inch Nails escribió Hurt, un tema sobre la lucha contra la adicción a la heroína. Cuando Johnny Cash la versionó, lo hizo pensando en la muerte de su esposa.
Afirma ser más madura.
Ahora sé cuál es mi estilo a la hora de componer. Antes tenía la sensación de que estaba experimentando. Empecé muy joven y todavía tengo mucho que aprender, pero la música que compongo ha ganado peso.
Tuvo un papelito en el filme Stardust (2007). ¿Volverá al cine?
No, esa no era yo. ¿Perdón? Vale, era yo, pero le digo a todo el mundo que no era yo. Me da vergüenza recordarlo.
En él, era decapitada por Michelle Pfeiffer. Entiendo que puede resultar un poco violento, pero ¿tanto?
Era una extra como otra cualquiera. Tal vez algún día vuelva al cine, pero así, de entrada, no me apetece nada.
Americana y cinturón, ambos de Saint Laurent by Hedi Slimane. Camiseta y vaqueros, ambos de Pull&Bear. El collar y las botas son de Eliot.
Nacho Alegre
¿Acaso encima de un escenario no interpreta también un papel?
Sí, pero me siento más natural. Una vez, en una clase de interpretación, tenía que ser un animal. Elegí ser una ostra y me quedé sentada en un rincón durante toda la sesión.
Sin embargo, ha colaborado con Clint Mansell (Réquiem por un sueño) en la banda sonora de Creep.
Para el nuevo disco he escuchado un montón a Nick Cave, Tom Waits, The Stranglers… Y muchas bandas sonoras. Eso es lo que me gustaría hacer cuando mi carrera esté acabada.
¿La nueva Eliot acepta consejos de su famoso padre?
Acepto los consejos de todo el mundo, no solo de mi padre. Creo que es importante.
¿Ha conseguido deshacerse del sambenito de ser la hija de Sting?
No, pero ya no me molesta tanto como antes. Es lo que soy, y los periodistas me vais a preguntar por ello. Nuestras vidas están llenas de retos, y demostrar lo que valgo es el mío.
¿Lo de titular su nuevo disco Information es un homenaje a la canción Too Much Information, de The Police, la banda de su padre?
No sé de qué canción me estás hablando. Lo siento.
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