Boda, hijo y carrera en Hollywood: así escapa el novio de Carlota Casiraghi de su trágica herencia familiar
Hijo del malogrado productor Jean-Pierre Rassam y la actriz Carole Bouquet, Dimitri Rassam ha seguido los pasos de su padre y encadena proyectos a caballo entre París y Los Ángeles. Divorciado de la modelo rusa Masha Novoselova, podría convertirse en el yerno de Carolina de Mónaco en 2019.
Emparentar con los Grimaldi da un plus de popularidad, pero no se puede decir que Dimitri Rassam, pareja de Carlota Casiraghi y padre de su segundo hijo, Balthazar, que nació el 23 de octubre pasado, necesite de esa notoriedad para engrandecer su figura. De hecho, es ya uno de los productores más codiciados de la industria cinematográfica francesa. Lleva en los genes el amor por el séptimo arte y no se entendería la dimensión de su figura si no echamos al vista atrás…
Dimitri es fruto de la relación de siete años entre Carole Bouquet y el malogrado productor francés de origen libanés Jean-Pierre Rassam, quien falleció el 28 de enero de 1985 a la prematura edad de 43 años. Según determinó la autopsia murió por envenenamiento a causa de una sobredosis de barbitúricos y, aunque se da por hecho que se trató de un suicidio, siempre ha quedado la duda de si trataría de un accidente. Dejaba atrás una vida marcada por su pasión por el cine, que le llevó a producir diversos títulos de Jean-Luc Goddard, uno de los grandes genios de la nouvelle vague, Lancelot de Robert Bresson, Tess de Roman Polansky o No tocar a la mujer blanca, del italiano Marco Ferreri con guión del español Rafael Azcona. Una breve filmografía que no alcanza los 20 títulos, pero que demostraba un marcado gusto por la transgresión y el riesgo.
El nombre de Jean-Pierre siempre estará acompañado por una estela de glamour, excesos, lujo y también sordidez, un cóctel explosivo que ha servido para forjar su leyenda de enfant terrible. Una anécdota muy significativa de como afrontaba su día a día, es que en 1972 se hospedó en la suite 312 del emblemático y prohibitivo hotel Plaza Athenée de París y se quedó a vivir tres años, según se cuenta en su biografía Rassam el magnífico, escrita por Mathias Rubin en 2007. Entre sus invitados habituales estaban el incombustible Serge Gainsbourgh, recordado no solo por su música sino también por su vida salvaje, o el director Francis Ford Coppola.
Muchos marcan el punto de inflexión que acentuó su definitiva caída a los infiernos cuando intentó comprar Gaumont, la sociedad cinematográfica más antigua del mundo, pero la operación financiera fracasó. Su carrera se empezó a desmoronar y llegó una depresión de la que nunca se recuperó. A su muerte ya no estaba viviendo con Carole Bouquet, quien ocultó lo sucedido a Dimitri: “Hice una locura, no hablé con mi hijo sobre la muerte de su padre. No le llevé a su funeral, tenía solo tres años. No pude hacerlo. Un año más tarde, mi hijo, en la fiesta de cumpleaños de un amigo suyo, me gritó que quería ver a su padre. Ahí fui cuando me di cuenta de lo que había hecho”, admitió la musa de Luis Buñuel en Ese obscuro objeto del deseo en una entrevista en The Independent en 2008.
Carole Bouquet rehizo su vida con el fotógrafo y director de cine marsellés Francis Giacobetti, 18 años mayor que ella y padre del segundo hijo de la actriz Louis, nacido en 1988, y de la prestigiosa perfumista Olivia Giacobetti. En 1992 se casó con el inmunólogo Jacques Liebowitch, de quien se divorció en 1996, cuando comenzó una relación de diez años con Gérard Depardieu. Desde 2014 es pareja de Philippe Sereys de Rothschild y pasa algunas temporadas en la paradisiaca y diminuta isla de Pantelaria, situada entre Sicilia y Túnez, donde la que fuera chica Bond en Solo para sus ojos tiene unos viñedos y es, además, el lugar donde podría casarse su hijo con Carlota Casiraghi.
Dimitri Rassam ha tenido una vida sentimental mucho menos tumultuosa que la de sus progenitores, aunque también arrastra un fracaso matrimonial con la modelo rusa Masha Novoselova, madre de su hija Daria, con quien se casó en julio de 2010 y de quien se habría divorciado recientemente después de arduas negociaciones. Quedaría así salvado el último escollo para su boda con la hija de Carolina de Mónaco (muy amiga por cierto de Carole Bouquet), que algunos medios sitúan en los primeros meses de 2019. Aunque teniendo en cuenta el carácter de la nieta de Grace Kelly, tampoco parece que tenga prisa en formalizar su relación como, por el contrario, han hecho sus hermanos, Andrea y Pierre Casiraghi, casados y padres de familia con dos ricas herederas, Tatiana Santo Domingo y Beatrice Borromeo, respectivamente.
Carlota Casiraghi no ha seguido un patrón de vida convencional, al igual que algunos de los Grimaldi. Pese a ser madre, no se casó Gad Elmaleh, popular actor marroquí afincado en Francia y padre de su hijo Raphael, quien el pasado 17 de diciembre cumplió cinco años. El noviazgo de la princesa monegasca con Dimitri Rassam trascendió en marzo de 2017 y aunque su embarazo era ya un secreto a voces no fue hasta este verano en el Torneo de Saltos de Montecarlo cuando lo quiso confirmar oficiosamente con un espectacular vestido de Yves Saint Laurent que evidenciaba su estado.
Dimitri y Carlota fueron están instalados en París con su bebé recién nacido y llevan una vida muy de perfil bajo. El productor tiene en la capital de Francia la sede de su productora, con la que ha cosechado notables éxitos en el cine, también en el de animación, con El principito, por la que ganó el César en 2015 a la mejor película en esta categoría. Quizás sea esta adaptación de la célebre novela de Saint-Exupéry, dirigida por Mark Osborne, artífice también de la saga de Kung-Fu Panda, la que más satisfacciones le ha dado, como él mismo reconocía en el estreno americano en un perfecto inglés: “Para mí es increíble porque soy un productor francés. El principito ha sido una aventura maravillosa. Hemos tardado cinco años en sacar adelante esta película y queremos recorrer el mundo con ella. Obviamente, Estados Unidos es un paso muy importante para nosotros. Siempre tuvimos en mente a Jeff Bridges para poner la voz al aviador, no había un plan b, y fue una inspiración para nosotros. Queda un poco cursi decirlo, pero trabajar con él ha sido un sueño hecho realidad”.
Con un pie en Francia y otro en Los Ángeles, Dimitri fue incluido por la prestigiosa revista Variety en 2014 entre los diez productos jóvenes a los que no había que perder de vista… Parece que, de momento, no está defraudando sus expectativas. En cuanto a los paralelismos con su padre, solo los encontramos en su amor por su profesión: “No me siento identificado con esa fascinación caricaturesca que se tiene del hombre de cine, pero sí con la forma de vida, su intensidad, su pasión por el apoyo a la creación. Sin embargo, no estoy metido en un proceso de autodestrucción, no fumo, debí de beber mi primer café a los 26 años y soy todo lo contrario al exceso”.
Además de haber seguido los pasos de su malogrado padre, Dimitri pertenece también a una gran estirpe de cineastas marcados por la tragedia. Su tío Paul Rassam ha producido, entre otras, tres de las películas de Sofia Coppola, Maria Antonieta, Somewhere y The Bling Ring, mientras que su tía Anne-Marie Rassam, quien también se suicidó, estuvo casada con el ya fallecido director francés Claude Berri, artífice de la celebrada El manantial de las colinas y su continuación, La venganza de Manon. El matrimonio tuvo dos hijos, Julien, un atormentado novio de Marion Cotillard que se quedó tetrapléjico tras caerse desde la cuarta planta del hotel Raphaël de París en 2000 y se quitó la vida dos años más tarde; y Thomas Langmann, uno de los productores de la oscarizada The Artist.
El hijo de Carole Bouquet está embarcado en la actualidad en diversos proyectos en fase de producción, el de mayor fuste, la adaptación cinematográfica de Limónov, una biografía novelada escrita por Emmanuel Carrère, que recorre la historia de los últimos 50 años de Rusia a través de los ojos del escritor y político Eduard Limónov, enemigo declarado de Vladimir Putin, y una nueva versión de Carmen. Ya se están rodando Le meilleur reste à venir, protagonizada por el actor y cantante Patrick Bruel, y la comedia Just a Gigolo. Además, está ya ha terminado otra película de animación, Playmobil: the movie, a la que prestan sus voces, entre otros, Adam Lambert y Daniel Radcliffe.
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