La rebelión contra la «cínica dieta» de Will Smith y el lucrativo negocio del ‘antes y después’ de los famosos
El intérprete recibe críticas por monetizar una pérdida de peso aparentemente innecesaria y por fomentar una cultura que problematiza la relación con nuestros cuerpos.
«Voy a ser sincero con todos vosotros, estoy en el momento de peor forma de mi vida». El pasado martes, Will Smith anunció en Instagram que se asociaría con YouTube, donde recientemente ha lanzado un canal de vlogs, para una nueva serie dedicada a recuperar su «salud y bienestar». En el show de YouTube, Smith tratará de deshacerse del peso que ha ganado comiendo «muffins de madrugada» durante el transcurso de la pandemia. Para anunciar este nuevo reality, el intérprete de 52 años no llevaba puesto nada más que un bóxer y posaba de forma exagerada. Un boomerang que llegaba después de una foto que subió el día anterior en la que la estrella de cine también mostraba su vientre y afirmando que estaba en el peor momento físico de su vida.
Tras el primer post, la revelación inicial del cuerpo de Smith recibió elogios de otros famosos y fans en la sección de comentarios por mostrar su cuerpo, algo que le hizo ganar en identificación por parte de sus seguidores (más de 53 millones en Instagram), personas que, como él, también han aumentado de peso durante la cuarentena, pero fue el post siguiente y su empeño en convertir en espectáculo a su proceso para deshacerse de un pequeño michelín el que ha desplegado una campaña de rechazo.
«Independientemente del hecho de que esta sea la «peor» versión del cuerpo de Smith, su barriga sigue siendo relativamente pequeña y aparentemente recta», lamentan desde una columna de opinión en The Daily Beast que tilda de «cínica» a la dieta post cuarentena del intérprete y ve perjudiciales para sus seguidores que se avergüence de un cuerpo aparentemente normal. «La cobertura de esta sesión fotográfica en los principales medios de comunicación fue mayoritariamente positiva y no ha tenido en cuenta las implicaciones de este tipo de mensajes para las personas que tienen mayor sobrepeso que Smith», escribe Kyndall Cunningham. «El efecto de ese momento aparentemente «real» y «refrescante» previo al anuncio de una transformación corporal patrocinada por una empresa 24 horas después nos pone en perspectiva todo el truco de las redes sociales y revelarnos el lado oscuro de las celebridades que comparten en exceso», escribe la periodista.
El texto de la publicación se hace eco del testimonio de activistas que también han criticado las lucrativas formas de explotar las inseguridades corporales de los seguidores a través del poder de las celebrities. “Will Smith no está ‘abrazando su cuerpo’”, apunta la activista Dana White. «Él ve a un cuerpo bastante común como ‘la peor forma’ de su vida y declara públicamente, como una de las celebridades de más alto perfil en el mundo, que su cuerpo necesita arreglarse porque no tiene abdominales visibles mientras millones de personas murieron a nuestro alrededor», añadió al respecto.
Smith no es la primera celebridad en publicitar y beneficiarse de la pérdida de peso. Desde Oprah hasta Valerie Bertinelli o Carlota Corredera, las celebridades, en su mayoría mujeres, se han asociado con programas de pérdida de peso y han adoptado sus transformaciones en sus narrativas públicas. En la era de las redes sociales, la mayor parte de la respuesta negativa a este fenómeno se ha dirigido a figuras como el clan Kardashian / Jenner y su círculo de modelos e influencers que promueven los tés de desintoxicación rápidos y los entrenadores de cintura como formas de lograr sus imposibles- cuerpos tonificados que el público en general atribuye principalmente a la cirugía plástica y Photoshop, pero no suelen atacar a otras estrellas que también normalizan y negativizan la relación con nuestro cuerpo.
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