«Amo a esta mujer de una forma que no puedo ni describir»: el salvaje romance entre Sam Shepard y Jessica Lange que les hizo dejarlo todo
La intérprete y el actor y dramaturgo, que falleció en 2017, vivieron uno de los idilios más memorables nacidos en un rodaje de Hollywood.
«Cuando empezamos nunca fue con la intención de que nos fuéramos a vivir juntos, tener una familia, hacer todas esas… cosas normales. Era sólo una historia de amor increíblemente apasionada. Pero entonces simplemente no pudimos renunciar», confesó Jessica Lange a las páginas de Vanity Fair en 1991 en la única entrevista en la que, hasta la fecha, mayormente se ha explayado sobre su explosivo y duradero affaire con el actor y dramaturgo Sam Shepard. La actriz oficialmente estaba con el bailarín Mijaíl Barýshnikov (el padre de su primera hija, Aleksandra, nacida en 1981), pero a pesar de su recelo inicial no pudo resistirse a los encantos de aquel hombre con “ese carácter salvaje típicamente estadounidense” que conoció durante la filmación de Frances. «Los sets de las películas son los lugares más seductores del mundo, no hay nada como ellos para crear un ambiente de romance y pasión. Tenía la sensación de que Sam y yo nos íbamos a enamorar», verbalizó al respecto. Efectivamente, así fue.
Las paredes del Chateau Marmont fueron testigos de su secreta aventura a principios de los ochenta, aunque ambos eran más que conscientes de la retahíla de obstáculos a los que tendrían que hacer frente en caso de formalizar su vínculo. Sin ir más lejos, Lange en aquellos días estaba en pleno proceso de divorcio de su primer y único esposo, el español Paco Grande, y todavía seguía con Mijaíl a sabiendas de que él la engañaba con la también bailarina Lisa Rinehard. Por su parte, Shepard en ese preciso instante estaba casado con la actriz y productora teatral O-Lan Jones, y además tenía que hacerse cargo de la hija de ambos, Jesse. Todo estaba tan en su contra que, por un tiempo, optaron por tomar caminos diferentes: «Él estaba casado y yo tenía un bebé de un año. Cuando estábamos juntos éramos tan salvajes, –bebiendo, peleando, caminando por la autopista tratando de escapar–. Quiero decir, simplemente hacíamos cosas realmente salvajes. No quería seguir en esa dirección. Entonces dejamos de hablar. Luego, a través de unos buenos amigos, volvimos a ponernos en contacto y eso fue todo. Dejó a su esposa. Yo estaba en Iowa trabajando en la preproducción de Country, así que nos encontramos allí y nos fuimos en coche hasta Nuevo México, donde nos instalamos».
¿Cuál fue la reacción de Mijaíl al enterarse de lo que estaba ocurriendo? «Cuando Sam y yo huimos juntos, Misha (el apodo del bailarín) no lo sabía. Vivíamos separados. Sabía que él estaba con Lisa, a pesar de que no vivían juntos. Pero aun así fue una gran sorpresa cuando le dije que estaba en Nuevo México con Sam. Si estás con alguien más o tienes algún tipo de pequeño descuido o lo que sea, eso es aceptable siempre y cuando sepas dónde está tu hogar, quién es tu pareja. El hecho de que él o yo estuviéramos teniendo una aventura no alteró nuestra relación. Todavía estábamos juntos. Pero cuando llamé a Misha y le dije que estaba viviendo con alguien más, esa fue la traición definitiva. Simplemente colgó el teléfono y no volvimos a hablar en dos años. Fue una situación dolorosa para todos nosotros. Nunca quisiera pasar por eso otra vez», explicó al respecto en Vanity Fair.
«Sam y yo estábamos tan enamorados, tan locos el uno del otro por estar juntos. Éramos absolutamente inseparables. Ni siquiera podíamos ir a compra comida el uno sin el otro», apostilló. Sin embargo, como a menudo suele ocurrir, pronto empezaron a aflorar las taras ocultas y menos amables de la convivencia. Principalmente, porque él no veía con buenos ojos que ella siguiera con su meteórica carrera: «No es el tipo de hombre que va a seguir a una mujer a un rodaje. Sam hubiese estado feliz si nunca hubiera hecho otra película, si pudiésemos haber vivido juntos de la manera salvaje e idílica que teníamos al principio. Pero yo seguía queriendo actuar. Esas separaciones por motivos de trabajo se convirtieron en la fuente de una verdadera dificultad para nosotros». Y no, la protagonista de El cartero siempre llama dos veces no temió precisamente que Shepard le fuera infiel en su ausencia «aunque tiene un largo historial en ello». Para ella esta fue «la única relación monógama que he tenido en mi vida».
«Amo a esta mujer de una forma que no puedo ni describir«, escribió el propio Shepard en una de las cartas que envió a un amigo cercano a lo largo de los años. Shepard se refería sobre su tumultuoso romance con Jessica Lange, revelando que una vez le propuso matrimonio de la «manera más grosera posible», pero que sus «episodios horribles de beber y malos comportamiento» eventualmente lo llevaron a su ruptura casi 30 años después. También escribió sobre la «terrible tristeza» que lo consumió después de dejar a su primera esposa e hijo por la actriz.
El actor, autor y dramaturgo, que murió de ELA en 2017 a los 73 años, se abrió a su amigo Johnny Dark en una serie de cartas, comenzando en 1972 y terminando en 2011, publicadas por la Universidad de Texas en 2013 en un libro titulado Two Prospectors: The Letters of Sam Shepard and Johnny Dark. Una de las cartas relata cómo Shepard se sintió abrumado por el deseo de proponerle matrimonio a Lange en diciembre de 1983, mientras filmaban juntos. Después de elegir un anillo de zafiro antiguo, le pidió que se casara con él de la «manera más grosera posible».
«La arrastré al viento frío y la nieve y le hice la pregunta. Saltamos juntos como niños pequeños, riendo en la nieve», recordó.
De haber sido por el dramaturgo, lo cierto es que Lange habría estado siempre «descalza y embarazada» porque «es uno de esos hombres que te ama cuando estás embarazada. Sólo piensa que te ves más hermosa que nunca». El papel de madre y ama de casa, sin duda, se le quedaba pequeño. No obstante, más allá de explicar cómo desde hacía más de diez años estaba luchando contra el fantasma de la depresión, lo que llama la atención de esa sustanciosa entrevista de 1991 es cuando la actriz señala que su relación estaba «cambiando constantemente»: “Sigo esperando a que se asiente en una cierta dinámica donde no habrá duda de que Sam y yo somos mejores amigos, lo cual es difícil de conseguir. Para mí, no lo hemos conseguido completamente. Debido a la naturaleza obsesiva de nuestros seres, la naturaleza apasionada de la unión -todavía están ahí los celos, la pasión, la locura- es difícil dejar que la otra cosa surja. Cuando estás en medio de una aventura amorosa, se trata de emociones más oscuras. Puedes sostener eso por un tiempo, pero tienes que encontrar algo más en la base. Tenemos mucho, toda una vida juntos, pero también seremos mejores amigos en algún momento. Estamos muy cerca de eso”.
Siempre quedará la duda de si consiguieron esto último, aunque dados los acontecimientos posteriores todo apunta a que no alcanzaron esa anhelada armonía. Sin haber pasado por el altar, y tras tener dos hijos en común, Hannah y Samuel, la pareja optó por romper en 2009. Lo hicieron de una forma sorpresivamente discreta porque la noticia no se hizo pública hasta dos años más tarde. En julio de 2017, escasos días antes de que Shepard muriera de ELA, Lange explicó en AARP The Magazine: “No llamaría a Sammy tolerante y divertido, pero todo el mundo tiene su lado oscuro, y siempre lo hace con sentido del humor”. Tras su fallecimiento, eso sí, Lange rebajó considerablemente el tono. Por ejemplo, en 2019 dedicó su libro de fotografías, Highway 61, al que fuera su compañero durante casi tres décadas. “Sí, lo extraño todos los días de mi vida”, expresó con motivo de la publicación en Rolling Stone. La naturaleza de su amor fue tan visceral y discreta de cara a la galería que sólo unas memorias escritas de su puño y letra nos ayudarían a comprender todos los matices y la realidad cotidiana de los días que pasaron juntos.
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