Alicia Silverstone contesta rotundamente en un vídeo viral a los que la juzgan por su aumento de peso

Después de toparse en las redes con una imagen de sí misma en la que la llamaban gorda («Alicia Silverstone Candid Fat Photo», era el pie de foto que la acompañaba), la protagonista de Clueless (Fuera de onda) no dudó en responder a los haters con un vídeo en TikTok. Ante sus 3,8 millones de seguidores en esta plataforma, la actriz de 45 años se ha grabado a sí misma con la imagen en cuestión como telón de fondo. Mientras suena la canción de abcdefu de Gayle, cuyo estribillo termina con un «fuck you» («jódete»), Silverstone emerge de la nada para dedicarles una peineta a aquellos que siguen avergonzándola por su físico.

«Maldita sea, creo que salgo muy bien», escribió la actriz acompañado un vídeo que ya acumula más de cuatro millones de reproducciones (y subiendo). En los comentarios, que se cuentan por miles, los fans de la actriz aplauden su respuesta y le muestran su apoyo. «Eres preciosa por dentro y por fuera», «Es 2022, gente, dejad de haced esto. Tu respuesta es la correcta, Alicia» o «Estás genial. ¡Que se jodan! Los haters siempre van a odiar. Simplemente sé tan increíble como eres» son algunos de los comentarios más repetidos. 

No es, ni mucho menos, la primera vez que la actriz se convierte en diana de comentarios de body shaming (avergonzar a alguien por su cuerpo). Cuando con 19 años ratificaba su estatus como ‘reina adolescente’ de Hollywood tras el éxito de Clueless siendo la encargada de entregar uno de los Oscar de la edición de 1996, la prensa especializada centró su atención en su aspecto. “Los críticos de moda confirman que se parecía más a Babe (el cerdito valiente) que a una baby”, escribió la revista Entertainment Weekly. “Mucha gente dice que Alicia tiene una buena cabeza sobre sus hombros, pero, aunque suene horrible, es más importante que mantenga un buen cuerpo bajo ellos”, publicó el New York Daily News, en boca de un directivo cinematográfico anónimo.

Y lo peor estaba aún por llegar. El lanzamiento de Batman & Robin, su primer papel en una gran superproducción y que no cumplió las expectativas ni de la crítica ni del público, centró todos los comentarios sobre el trabajo de la actriz en un mismo foco: su peso. La hipotética subida de algunos kilos provocó que pasara a ser conocida como Fatgirl (‘chica gorda’, juego de palabras con su personaje Batgirl) e incluso su representante y el propio director de la película, Joel Schumacher, tuvieron que lanzar un comunicado defendiendo el estricto programa de tonificación y pérdida de peso al que se estaba sometiendo. Hasta dentro del equipo de rodaje se convirtió en la broma recurrente por los supuestos problemas que tenía para entrar en el traje de superheroína. «Si me hubieran dicho que interpretar llevaba implícito que me fueran a llamar gorda y tener que hacer cosas de una manera determinada, les habría mandado a la mierda”, explicó la actriz a la edición estadounidense de Vanity Fair. En sus memorias, también recordó cómo por aquel entonces tenía que esconderse en los baños de los aeropuertos del acoso de los paparazis y los improperios de quienes la reconocían.

Tras años alejada de la primera línea y centrada en la causa activista medioambiental y la defensa de los derechos de los animales, en los últimos años ha recuperado su interés por la interpretación con papeles que, sin embargo, han pasado bastante desapercibidos. El año pasado protagonizó la campaña de Rodarte recuperando un estatus de icono de estilo que le fue arrebatado por el sexismo histórico de la industria y ahora deja muy claro que no piensa consentir que las críticas sobre su físico vuelvan a afectarle.