¿Estoy viendo un desfile de Saint Laurent o de Topshop?» Reacciones encontradas tras el desfile de Slimane
La prensa ofrece críticas templadas a la colección más comercial de YSL.
Slimane ha dejado claro que no quiere ser Marc Jacobs. Si el segundo se ha adaptado a los cánones de Vuitton, él quiere borrar el ADN de Saint Laurent. La prensa todavía está atónita con el desfile que ofreció ayer en París. Su oda al grunge y al estilo de Courtney Love, pasado por los tics del street wear de Los Ángeles (donde ha instalado la sede creativa de la firma francesa, ya sin el Yves en su nombre) han provocado un aluvión de críticas entre el pueblo llano de las redes sociales, mientras la prensa especializada se debate entre aplaudir u odiar las propuestas que ayer desfilaron por París.
Tras el destierro de sus shows de la reputada crítica del New York Times, Cathy Horyn, y la posterior pelea virtual que ambos mantuvieron (Horyn, que sólo pudo ver las fotos de su estreno, llegó a afirmar que "no había nada que aprender" de su colección), pocos periodistas han querido mojarse ante la propuesta más comercial y cercana a las cadenas de fast fashion que la firma ha presentado. ¿Hay miedo en la industria a decir las cosas claras tras el affaire con el New York Times? ¿Quién teme a Hedi Slimane?
El sustituto de Horyn, Eric Wilson, ha pasado de puntillas en su reseña y sólo se ha atrevido a trasladar comentarios que se realizaron durante el desfile, sin atribuirles dueño: "De repente me siento muy viejo", "el verdadero show empezará mañana a las 10.30" y "siento que está gastando una enorme broma a la industria de la moda" fueron algunas de las declaraciones que recogió, al tiempo que destacaba que Kirsten Dunst, en el front row, afirmó sobre la colección que "es la Alta Costura hecha grunge. Es muy L.A.", dijo.
Si desde The Guardian publicaban pocos días antes una pieza que daba a entender que el afán de borrar el nombre del creador francés y mover su estudio a Los Ángeles se regía por puros criterios comerciales ("Hollywood es la nueva pasarela, son las actrices las que llevarán estas prendas", afirmaban varias fuentes); su reseña también ha sido bastante superficial. Mientras aplaudían "el espíritu joven" de las propuestas y recordaban que Yves también fue un "rebelde" dentro de la industria; lamentaban "la falta de accesorios" de la colección ("esta chica, con el pelo sucio y sus ojos negros de Kohl, no tiene ni un duro para un bolso"). Una de cal y otra de arena. Y así suma y sigue en el resto de publicaciones.
En el Women Wears Daily citaban a Coco Chanel para respaldar la estrategia de Slimane ("sólo aquellos sin memoria insisten en su originalidad"), pero destacaban también el "problema" de emplear prendas de lujo con "una actitud que busca deliberadamente acercarse al mercado de bajo precio" (la crítica de Los Angeles Times, Booth Moore, llegó a tuitear "¿Estoy viendo un desfile de Saint Laurent o de Topshop?").
Desde Bussiness of Fashion, que también se vio involucrado en el pasado con problemas con el diseñador, alabaron el trabajo en abrigos, chaquetas y tuxedos. "Sólo por este punto no está todo perdido".
Hamish Bowles, de vogue.com, destacó el "ejercicio de estilo" pero también comparó a Hedi-Yves y afirmó que esta colección "se veía demasiado adaptada al mercado contemporáneo", mientras las de Yves eran "sin duda, lujosas por un lado, y elegantemente comerciales en el showroom".
Desde style.com, Tim Blanks lamenta que "casi nada parecía nuevo. Lo que no supuso un problema para Alexandra Richards, Alison Mosshart y Sky Ferreira. Sus clientas soñadas estaban encantadas con lo que habían visto". Banks ha sido uno de los pocos en alzar tímidamente la voz: "Si alguien esperaba el escalofrío de futuro que Slimane una vez suministró, se ha debido sentir defraudado de nuevo", apunta en su reseña.
La que sí se mojó con Slimane, y dio su aprobado rotundo, ha sido Courtney Love, la gran musa de la colección. Quiza su tweet, nombrando a Slimane, resume a la perfección lo que muchos pensaron al ver las propuestas: "tengo orgasmos ante la idea de que las ricachonas compren lo que solíamos vestir, por fin alguien consigue el look exacto".
En el ‘New York Times’ bromearon con la posibilidad de que Catherine Denueve no volviese a dejarse ver por los desfiles de la casa francesa; mientras otras celebrities como Sky Ferreira o Alisson Mosshart, se mostraron encantadas con la colección.
Getty
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